?rnica para Arniches
Marisol Ayuso, pero tambi¨¦n Fernando Conde y Juan Calot, salvan sus mon¨®logos
?Qu¨¦ bueno que la casa grande del teatro espa?ol abra sus puertas tambi¨¦n a autores artesanos como Arniches, cuya obra, de tono costumbrista, ha impregnado hasta los tu¨¦tanos el cine, las teleseries y el teatro c¨®mico actual! La lista de sus herederos no declarados es tan larga como la de desempleados del INEM. Pero puestos a hacerles hueco, los dramaturgos populares merecen ser tratados con el mismo respeto que quienes, como Valle-Incl¨¢n y Garc¨ªa Lorca, escribieron guiados por inquietudes est¨¦ticas m¨¢s altas. Si confiamos en Arniches, en su o¨ªdo para el idioma, en el tino humor¨ªstico con el que expone las flaquezas humanas y ciertos conflictos sociales, y en la resonancia que sus farsas pueden despertar en el ciudadano de hoy, represent¨¦moslas tal cuales son, situ¨¢ndolas en su contexto y ¨¦poca.
LOS CACIQUES
Autor: Carlos Arniches.
Int¨¦rpretes: Fernando Conde, Juan Calot, Elena Rom¨¢n.
Director: ?ngel F. Montesinos.
Madrid. Teatro Mar¨ªa Guerrero; hasta el 22 de noviembre.
Sin conocer los intr¨ªngulis de esta producci¨®n privada de Los caciques, apadrinada por el Centro Dram¨¢tico Nacional, resulta inexplicable por qu¨¦ ?ngel Fern¨¢ndez Montesinos, su director, que en 2001 dec¨ªa en EL PA?S a Lila P¨¦rez Gil: "Esta obra no resistir¨ªa la traslaci¨®n a los tiempos modernos, porque tiene ra¨ªces muy arraigadas; es el p¨²blico quien ha de relacionarla con el presente", ha hecho ahora una actualizaci¨®n tan desma?ada. En su nuevo montaje, los chistes de ¨¦poca resultan anacr¨®nicos en boca de personajes vestidos de hoy (pero con hechuras de anta?o), las im¨¢genes que se proyectan en gran formato vienen a ilustrar de manera evidente lo que se nos est¨¢ diciendo y las actualizaciones l¨¦xicas y conceptuales (borrar los discos duros en vez de prenderle fuego a los documentos) quieren ahorrarnos el sano trabajo mental que hubiera supuesto encontrar por nosotros mismos las correspondencias entre la situaci¨®n sociopol¨ªtica que Arniches critica y la actual, y descubrirnos dignos nietos de nuestros abuelos.
No creo, como el director en su d¨ªa, que sea imposible trasladar la acci¨®n a fecha de hoy. De hecho, Los caciques es una tan evidente como rara vez se?alada adaptaci¨®n de El inspector gubernamental (1836), de G¨®gol. Pero para que funcione, habr¨ªa que haberla intervenido quir¨²rgicamente, con incisiones profundas y precisas, a la manera de Frank Castorf en Endstation Amerika (su versi¨®n de Un tranv¨ªa llamado deseo), de la Nora de Ostermeier o de la muy feliz de Un enemigo del pueblo (retitulada Stockmann) que tiene ahora en cartel Oriol Tarras¨®n en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez, y que el 15-M podr¨ªa suscribir.
Marisol Ayuso, pero tambi¨¦n Fernando Conde y Juan Calot, salvan sus mon¨®logos y lo que pueden de sus papeles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.