El Congreso pide ¡®El abrazo¡¯
Juan Genov¨¦s, autor de esta obra clave de la Transici¨®n, conf¨ªa en que el Reina Sof¨ªa autorice el traslado del cuadro
Si hubiera que elegir una obra de arte representativa de la Transici¨®n, muchos se?alar¨ªan El abrazo de Juan Genov¨¦s (Valencia, 1930). Icono de la reconciliaci¨®n entre los espa?oles, el cuadro (151 por 201 cent¨ªmetros), conocido tambi¨¦n como Amnist¨ªa,no ha tenido una buena relaci¨®n con los museos a los que ha pertenecido, el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo (MEAC) y el Reina Sof¨ªa, en cuyos almacenes vive habitualmente junto a otras 12.000 obras que no forman parte de la colecci¨®n permanente (alrededor de 3.000). La pasada semana, el Congreso de los Diputados acord¨® pedir la pintura en dep¨®sito para mostrarla en sus paredes. El patronato del Reina Sof¨ªa estudiar¨¢ la petici¨®n a finales de noviembre. Mientras, el artista asegura sentirse muy feliz porque ¡°el Congreso es el lugar perfecto¡±.
Genov¨¦s pint¨® el cuadro en 1976. En ¨¦l se ve a un numeroso grupo de personas, la mayor parte de ellas, de espaldas, en el momento de abrazarse. Con un fuerte predominio de marrones, la misma pintura sirvi¨® de base para la escultura que en la madrile?a glorieta de Ant¨®n Mart¨ªn recuerda a los abogados asesinados en el atentado de Atocha en 1977. Considerado un renovador de la pintura desde mediados de los a?os cincuenta, la obra de Genov¨¦s ha estado siempre cargada de significado pol¨ªtico. Militante en el PCE hasta que el partido ¡°se burocratiz¨® y pas¨® a ser uno m¨¢s¡±, sigue en plena actividad y pendiente de todo lo que ocurre a su alrededor.
La pol¨¦mica sobre el destino de su Abrazo ha pillado al artista en su Valencia natal, donde tiene un apartamento desde el que ve el mar y en el que le suelen venir ideas para trabajos que luego pone en marcha en su estudio de Aravaca, en Madrid, ciudad en la que vive de manera habitual. En conversaci¨®n telef¨®nica asegura que no sab¨ªa nada de la petici¨®n del Congreso, pero que le parece la mejor noticia que pod¨ªan darle.
No est¨¢ enfadado porque el cuadro no est¨¦ habitualmente expuesto a los ojos del p¨²blico. ¡°S¨¦ que estoy bien representado en la colecci¨®n permanente y yo no soy de decir aquello de ¡®qu¨¦ hay de lo m¨ªo¡¯. S¨¦ que la han prestado en exposiciones importantes, como la que dedic¨® el Thyssen al pop. Pero creo que el lado hist¨®rico que representa requiere un lugar como el Congreso¡±.
Recuerda que empez¨® a pintar esta obra en 1973. ¡°La idea me surgi¨® viendo a un grupo de ni?os saliendo de su colegio en Madrid. Del alboroto m¨¢s absoluto, pasaban a abrazarse y a formar grupos que me parecieron bell¨ªsimos. En aquellos a?os de militancia en el PCE, en el estudio de Aravaca se celebraban muchas reuniones pol¨ªticas. Hab¨ªa dos puertas que serv¨ªan muy bien para salir corriendo si era necesario. En una de esas reuniones, alguien de la Junta Democr¨¢tica me pidi¨® que les hiciera un cartel que sirviera para pedir la liberaci¨®n de los presos. Sin apenas mirar, dijeron que quer¨ªan el cuadro¡±. Pero justo al d¨ªa siguiente, y con numerosos voluntarios reproduciendo el cartel para distribuirlo por las calles, la polic¨ªa lo detuvo por propaganda ilegal. ¡°Vinieron al estudio, me esposaron y me llevaron a la Direcci¨®n General de Seguridad¡±. Una semana despu¨¦s, Genov¨¦s sali¨® de los calabozos y se dirigi¨® a su estudio. All¨ª se encontr¨® con la sorpresa de que su galer¨ªa, Marlborough, la misma con la que sigue trabajando, hab¨ªa vendido el cuadro a un coleccionista de Chicago. ¡°Se portaron muy bien y convencieron al coleccionista para que se quedara con otra obra en lugar de El abrazo¡±, dice. El cuadro volvi¨® a Espa?a, directamente al Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo (MEAC), en la ciudad universitaria, y en 1988 pas¨® al Reina Sof¨ªa.
Manuel Borja-Villel, director del museo, asegura que la obra no ha estado oculta ni arrinconada, y niega que est¨¦ viviendo su segunda clandestinidad, como sostienen los diputados de IU que han puesto en marcha la petici¨®n para que El abrazo vaya al Congreso. Aun as¨ª, Borja-Villel est¨¢ convencido de que habr¨¢ unanimidad en responder de manera positiva al dep¨®sito. ¡°Todav¨ªa no me ha llegado la petici¨®n formalmente, pero en cuanto la reciba, le daremos curso¡±.
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