?Un mill¨®n de qu¨¦?

Admito despu¨¦s de ver Mad Men,no antes, la genialidad de los creativos de la publicidad para encontrar esl¨®ganes que vendan el producto, la capacidad para ganarse el subconsciente o el consciente de los compradores y de los empresarios que engordan sus suculentas cuentas con mentiras convincentes, medias verdades, delirios con l¨®gica subterr¨¢nea, chorradas eficaces, fantas¨ªas que alimentan los sue?os de la demanda. Y reconozco que el enga?o tiene m¨¦rito, que la publicidad puede enganchar a los listos y a los tontos, a los elementales y a los sofisticados, a los ingenuos y a los descre¨ªdos. Las f¨®rmulas publicitarias, testifican soci¨®logos, psic¨®logos y comunic¨®logos, penetran en el cerebro y la sensibilidad de todo cristo.

Reconociendo el desamparo y la vulnerabilidad del ciudadano com¨²n ante los bombardeos de la publicidad, espero que a¨²n perviva la capacidad de estupor, esc¨¢ndalo, ira, o al menos descojone, ante esl¨®ganes grotescos, ofensivos para tanta gente adulta que lleva demasiado tiempo en desgracia, aterrorizada, humillada, renunciando definitivamente a la imposible esperanza, para los que tuvieron el infortunio de ser j¨®venes en una ¨¦poca marcada por el esplendoroso e impune canalleo de pol¨ªticos y banqueros, para millones de perdedores que creyeron en la bienaventuranza que supon¨ªa pertenecer a la clase media o que en la baja se pod¨ªa sobrevivir dignamente. Los parias siempre pensaron en presente, con lo justo para pillar el Don Sim¨®n y seguir militando, aunque no fueran los millonarios Sex Pistols aullando que no hay futuro.

A lo que ¨ªbamos. Que la sexy, europe¨ªsta y racional Angela Merkel, apoyada por el marido de la l¨ªrica cantautora Carla Bruni y de otros l¨ªderes del buen sentido, juran que Rajoy es el presidente del mill¨®n de empleos. Troleros, mendaces, c¨ªnicos. Y habr¨¢ alg¨²n empresario que se lo crea.