¡°Un h¨¦roe en ¨®pera no significa nada: nadie es tan bueno ni tan malo¡±

Xavier S¨¢bata es una extra?a paradoja. Posee el porte imponente de un marino sarraceno, con una barba cerrada y unos ojos penetrantes que intimidan. Pero al abrir sus labios, las dulces maneras y la voz de ruise?or afloran como un regalo inesperado. La dureza se torna virtud, como en un diamante, y su hipn¨®tico canto de contratenor recorre las mejores partituras de Haendel, Monteverdi o Cavalli. Este jueves estar¨¢ en el Auditorio Sony de la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa de Madrid en un recital paralelo a las representaciones de Alcina, de Haendel, en el teatro de la Plaza de Oriente.

"Cuando me propusieron este concierto, se me vino a la cabeza el editor de Haendel. En la ¨¦poca hab¨ªa tradici¨®n de llevar la ¨®pera a las casas nobles, por lo que quise utilizar aquel material ordenado por John Walsh", cuenta S¨¢bata, que abre hoy los conciertos en este auditorio que se encuentra a medio camino entre el Teatro y el Palacio Real. Para esta velada ha escogido una cuidada selecci¨®n de la ¨®pera Rinaldo del compositor alem¨¢n, acompa?ado de un solo viol¨ªn y del clave. "Ha sido un trabajo maravilloso. El reto no era solo cantar, era tambi¨¦n condensar todos los colores de la orquesta en un solo viol¨ªn. Simos Papanas ha hecho un gran trabajo de adaptaci¨®n, convirtiendo la ¨®pera en algo parecido a una partita de Bach", explica el contratenor catal¨¢n.

Ahora su papel es el de contratenor grave, pero en sus inicios quiso ser actor y estudi¨® saxof¨®n. Un d¨ªa, probando con el falsete, se dio cuenta de que aquello se le daba bien, y hasta hoy. "Yo ten¨ªa una voz de pecho de bar¨ªtono pop. La m¨²sica barroca la descubr¨ª tarde pero me encant¨®, abandon¨¦ el teatro y me puse a trabajar en eso", cuenta S¨¢bata. Pero eso no significa que no haya que echar horas o que sea f¨¢cil: "La ¨®pera puede ser los m¨¢s espectacular o lo m¨¢s frustrante como int¨¦rprete. Yo creo en lo que dec¨ªa Picasso, la inspiraci¨®n ha de llegarte trabajando. A m¨ª arriesgarme no me da ning¨²n miedo y me gustar colaborar con directores de vanguardia que proponen nuevas visiones". En estos momentos, prepara un disco que bajo el lema de Catarsis repasa una serie de arias contextualizadas en las que los personajes de las ¨®peras tienen un punto de inflexi¨®n.

La tarde de este jueves estar¨¢ solo frente a su p¨²blico, sin artificios e incluso sin orquesta. Tres personajes para un solo hombre, tres visiones de una historia para una sola voz. Y encima con la m¨²sica de alguien como Haendel, que dice que es como Shakespeare porque "su obra funciona y no es complicaci¨®n porque s¨ª, sino que al analizarlo es como tiene que ser". Pero los personajes, tan diversos, no le asustan. "Mi obsesi¨®n siempre ha sido humanizar a los personajes. Para m¨ª que uno sea el h¨¦roe de una ¨®pera no significa nada, porque nadie es tan bueno ni nadie es tan malo", dice el contratenor.

En este recital no estar¨¢ la ¨®pera completa ni tampoco en el orden natural de la historia, se han incluido algunos recitativos para contextualizar las arias y la dramaturgia solo estar¨¢ en el rostro y las manos del cantante. "No solo me interesa la luz del Barroco, sino tambi¨¦n todo aquello que no se ve. En un cuadro barroco, hay un rayo de luz maravilloso, pero m¨¢s escondido tambi¨¦n hay un ni?o llorando, y ah¨ª est¨¢ la humanidad y la grandeza de esta ¨¦poca", concluye.