La protohistoria de Vetusta Morla
El grupo vuelve a sus or¨ªgenes en un encuentro exclusivo para suscriptores de EL PA?S. Ma?ana, con el peri¨®dico, su nuevo disco
Alg¨²n d¨ªa saldr¨¢ a la luz la grabaci¨®n de unos jovencitos componentes de Vetusta Morla alucinados con verse por primera vez tocando en televisi¨®n. Era principios de los 2000 y el grupo de Tres Cantos (Madrid) que solo dos a?os antes hab¨ªa ofrecido su primer concierto en la casa de la juventud de su pueblo, fue convocado para una actuaci¨®n para Radio 3. Quedaron en casa de ?lvaro (bajista) y colocaron una c¨¢mara encima de la televisi¨®n dirigida hacia ellos mismos. "Est¨¢bamos tan nerviosos que a las nueve de la noche ya hab¨ªamos cenado y el concierto lo emitieron a las tres de la ma?ana", relata Guillermo Galv¨¢n (guitarrista), "ten¨ªamos esa idea megal¨®mana de que cuando triunf¨¢ramos alguien querr¨ªa ver nuestros inicios, por eso hay muchas grabaciones de esa ¨¦poca". Galv¨¢n, Pucho (voz) y Jorge Gonz¨¢lez (percusiones) desvelaron ayer muchos secretos de los or¨ªgenes de Vetusta Morla en un encuentro exclusivo para suscriptores de EL PA?S. La charla tuvo lugar en el teatro Cuarta Pared y estaba organizada dentro del programa EL PA?S +.
La excusa era el lanzamiento de su nuevo ¨¢lbum, 15151, el directo del concierto multitudinario el pasado mayo en el Barclaycard Center de Madrid. El doble cd saldr¨¢ a la venta con EL PA?S, este domingo 8 de noviembre. El encuentro sirvi¨® para recorrer la historia de uno de los grupos indies espa?oles de mayor ¨¦xito. La banda tuvo que ofrecer una actuaci¨®n en un festival en Beirut (L¨ªbano) para concienciarse de que ten¨ªan algo muy valioso entre manos. "El conocido pacto de Beirut", brome¨® Galv¨¢n, el m¨¢s hablador, "consisti¨® b¨¢sicamente en renunciar a nuestros trabajos ajenos a la m¨²sica para volcarnos en Vetusta".
Antes de ese acuerdo, casi de honor, recordaron ese primer concierto en un centro de Vallecas. "Llenazo total", asegur¨® Gonz¨¢lez. "El aforo era de 50 o 60", matiz¨® Galv¨¢n. Cuando les cedieron el espacio para esa primera actuaci¨®n, su repertorio a¨²n se nutr¨ªa de muchas versiones y ni ten¨ªan ni nombre. "Nos encerramos en casa hasta decidir uno, y optamos por este porque es un personaje de La historia interminable". Con el tono socarr¨®n que mantuvieron durante toda la charla contaron que tras aquel "gran ¨¦xito" a Pucho "se le subi¨® la fama a la cabeza" y se march¨® siete meses a Londres. En realidad el cantante ya ten¨ªa pensado mudarse un tiempo antes de que Vetusta Morla fuera lo que es hoy. El resto del grupo le enviaban demos en cassetes para que siguiera trabajando con ellos a pesar de la distancia. "Tiempo despu¨¦s, en una de mis visitas a Madrid, Jorge me comi¨® el tarro para que no volviera a marcharme. Y me convenci¨®", realata Pucho.
La historia de Vetusta Morla siempre se ha escrito al margen de los cauces habituales, aunque ahora su audiencia sea masiva. Promocionaron su primera maqueta con un concierto a un euro en la sala Sol y antes de fichar por ninguna discogr¨¢fica, aunque fuera independiente, prefirieron crear su propio sello, Peque?o salto mortal, para editar sus trabajos. Gonz¨¢lez reconoci¨® que "en la m¨²sica, aprendes a vivir al borde del precipicio". Aunque a ellos no les ha funcionado mal hasta el momento, a pesar de aquellos inicios renqueantes. "Es imposible plantearte qu¨¦ pasar¨¢ en 15 a?os, porque hoy nos entendemos art¨ªsticamente, pero puede que el a?o que viene no", a?adi¨®.
Un suscriptor se interes¨® por el proceso creativo de una banda compuesta por seis personas: "?Os entend¨¦is u os tir¨¢is las baquetas a la cabeza?". Galv¨¢n explic¨® que ¨¦l y Juanma se encargan habitualmente de la composici¨®n y despu¨¦s las ponen en com¨²n con los otros componentes. "Entre todos las vestimos con el sonido Vetusta Morla y hacemos los arreglos necesarios. Parece complejo, pero a nosotros nos funciona".
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