Triunfo de El Juli en la Plaza M¨¦xico ante toros de desigual presencia

El diestro madrile?o Juli¨¢n L¨®pez El Juli hizo un derroche de su capacidad taurina y, a la vez, demostr¨® las razones por las que es un consentido de la afici¨®n de M¨¦xico; cort¨® dos orejas que pudieron ser cuatro, y sali¨® a hombros en la tercera corrida de la temporada de la Monumental Plaza M¨¦xico, en el mano a mano con el mexicano Octavio Garc¨ªa El Payo, que pase¨® un ap¨¦ndice.

Ante una magn¨ªfica entrada, se lidiaron seis toros de Fernando de la Mora, desiguales en tipo y peso; el primero, bueno, el segundo fue protestado por su poca presencia, mejor el tercero, el m¨¢s completo el cuarto que tuvo calidad, bueno el quinto y un poco ¨¢spero el que sustituy¨® al sexto devuelto al corral por falta de trap¨ªo.

El Juli, que volvi¨® a la Plaza M¨¦xico despu¨¦s de dos a?os, lo hizo en forma triunfal, mostr¨® su sitio, su torer¨ªa, esa capacidad que a¨²n no tiene tope, cuaj¨® tres faenas que fueron de menos a m¨¢s y en las que dej¨® convencido a un p¨²blico que le reconoce.

Al primero bien con capote y muleta, pero dos pinchazos le hicieron perder trofeos, salud¨® en el tercio, repiti¨® la dosis en el tercero, con otra faena, como las tres realizadas, d¨¢ndole su tiempo a los astados, siempre en la distancia justa y precisa, sin dudas, y mat¨® de estocada antes de recibir las dos orejas. Todav¨ªa en el quinto, volvi¨® a cuajar a la res, con otra faena sin pero, lo pinch¨® antes de la estocada y hubo petici¨®n de oreja, no concedida. Dio la vuelta al ruedo entre aclamaciones con m¨¢s valor que el trofeo entre gritos de ¡®torero, torero¡¯ y reproches al juez de la plaza.

El Payo fue siempre contra la corriente, el segundo fue protestado y por ello no se le tom¨® en cuenta las cosas buenas que le hizo y lo mat¨® de un pinchazo y media, y escuch¨® palmas. Con el cuarto, bien con el capote y una faena que, en un principio, se empez¨® a diluir, pero que al final tom¨® forma y reuni¨® buena calidad; adem¨¢s, se entreg¨® con la espada, sali¨® rebotado, y obtuvo una oreja algo protestada.

El sexto fue protestado por su escasa presencia y fue devuelto. El sustituto fue un toro ¨¢spero, con derrote seco y cabeza alta. El torero mexicano lo intent¨®, pero no consigui¨® nada, mat¨® de estocada y cuatro descabellos, su labor fue silenciada. Al final, le tocaron las palmas al abandonar el coso y El Juli sali¨® a hombros.