Muere Luc Bondy, director del Od¨¦on de Par¨ªs
Responsable del teatro parisino desde 2012, fue uno de los grandes nombres de la escena europea
Luc Bondy, director del teatro del Od¨¦on en Par¨ªs y uno de los grandes nombres de la escena europea, ha fallecido este s¨¢bado a los 67 a?os tras una larga enfermedad. Su estado de salud ya le hab¨ªa obligado a posponer, hace solo unas semanas, el estreno de su ¨²ltima puesta en escena, una nueva adaptaci¨®n del Otelo de Shakespeare que deb¨ªa arrancar en enero en Par¨ªs. Se marcha as¨ª un director de gustos ecl¨¦cticos, que recorri¨® los grandes textos de Shakespeare, Racine y Strindberg pero tambi¨¦n las inquietudes contempor¨¢neas de Peter Handke, Botho Strauss o Yasmina Reza, a trav¨¦s de una reconocible mezcla de trascendencia y ligereza, a menudo te?ida de cierta melancol¨ªa.
Bondy naci¨® en 1948 en Z¨²rich, en el seno de una familia de intelectuales jud¨ªos de origen alem¨¢n y austroh¨²ngaro. Su bisabuelo hab¨ªa sido director de un teatro de Praga y su bisabuela fue una actriz de renombre en su ¨¦poca, que frecuent¨® a personalidades como Kafka o Schnitzler, a quien su bisnieto llevar¨ªa m¨¢s tarde al teatro. Su madre fue una bailarina flamenca que se refugi¨® en Suiza, donde conocer¨ªa a su padre, jud¨ªo austroh¨²ngaro crecido en el sur de Francia, que m¨¢s tarde dirigir¨ªa una revista cultural. ¡°Si soy suizo es gracias a Hitler¡±, sol¨ªa bromear.
Plenamente biling¨¹e, Bondy desarroll¨® su carrera entre Francia y Alemania, donde transcurri¨® el primer tramo de su trayectoria. Desde finales de los sesenta, trabaj¨® en ciudades como Hamburgo, Fr¨¢ncfort, Colonia y M¨²nich, donde triunf¨® con una puesta en escena de El mar de Edward Bond. Desde finales de los setenta, tambi¨¦n dirigi¨® distintas ¨®peras. Al final de su carrera se contaba un total de 16, de Mozart a Britten, pasando por una pol¨¦mica Tosca que estren¨® en 2009 en el Met neoyorquino. A partir de los ochenta, su trabajo en Francia se intensific¨®, gracias a su alianza con Patrice Ch¨¦reau, que entonces dirig¨ªa el Th¨¦?tre des Amandiers en Nanterre, en la periferia parisina. A partir de 2001, Bondy dirigi¨® durante once a?os el Wiener Festwochen, prestigioso certamen teatral que se celebra en Viena.
A los 25 a?os, Bondy fue v¨ªctima de un c¨¢ncer. Ser¨ªa solo el primero de una larga serie de encuentros con la enfermedad, que marc¨® toda su vida. Sin embargo, su fren¨¦tica actividad teatral casi nunca se vio afectada por ello. Por ejemplo, en 2009, decidi¨® dirigir desde su cama los ensayos de una de sus ¨®peras. ¡°La quimioterapia me ha salvado, aunque tambi¨¦n me ha destrozado bastante. Pero siempre he hecho ver que no pasaba nada. Antes de ir al hospital para mi tratamiento, recorr¨ªa los bares hasta las 5 de la madrugada. He continuado trabajando sin detenerme. Esa ha sido mi manera de luchar¡±, explic¨® a T¨¦l¨¦rama en 2012.
Ese mismo a?o, Bondy asumi¨® la direcci¨®n del prestigioso Th¨¦?tre del Od¨¦on parisino, tras la negativa del primer candidato del Gobierno franc¨¦s, el alem¨¢n Thomas Ostermeier. El nombramiento de Bondy despertar¨ªa una agria pol¨¦mica, ya que vino acompa?ado de la destituci¨®n del hasta entonces director, Olivier Py, cuya gesti¨®n hab¨ªa sido muy aplaudida. Bondy reconoci¨® haber sufrido durante el relevo por los violentos ataques recibidos, pero logr¨® silenciar las cr¨ªticas con sus cuatro ¨²ltimas puestas en escena, todas ellas elogiadas, a partir de textos de Moli¨¨re, Ch¨¦jov, Harold Pinter y su admirado Marivaux, al que volv¨ªa una y otra vez como lo har¨ªa ¡°un adicto¡±. Hace solo unos meses, su aplaudida versi¨®n de Las falsas confidencias reuni¨® sobre el escenario a estrellas como Isabelle Huppert y Louis Garrel.
Si el Od¨¦on le fascinaba especialmente, era porque all¨ª descubri¨® a algunos de los grandes del repertorio franc¨¦s, como Genet o Claudel. Sol¨ªa contar que le apasionaba el pasillo central que divid¨ªa en dos el patio de butacas, hoy desaparecido, y que permit¨ªa ¡°escapar si uno se aburr¨ªa demasiado¡±. A este hombre risue?o y de aire permanentemente distra¨ªdo, que se autodefin¨ªa como ¡°impaciente, claustrof¨®bico e incapaz de estar sentado durante mucho tiempo¡± en el mismo sitio, le suced¨ªa bastante a menudo. El director abominaba la diferenciaci¨®n cl¨¢sicamente francesa ¡°entre teatro p¨²blico y de bulevar¡±. No dud¨® en llevar a escena a autores tan populares ¨Cy a ratos menospreciados en Francia por ese motivo¨C como Sacha Guitry o Yasmina Reza.
La clase pol¨ªtica francesa ha despedido este s¨¢bado a este hombre de teatro con todos los honores. El presidente Fran?ois Hollande ha saludado la memoria del director, quien ¡°ha encarnado, por su historia personal y su trabajo excepcional, la Europa de la cultura¡±, seg¨²n ha dicho en un comunicado. El primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, ha afirmado que ¡°la cultura y las artes esc¨¦nicas lo echar¨¢n de menos¡±, mientras que la titular de Cultura, Fleur Pellerin, ha despedido a ¡°uno de los mayores directores europeos¡±. El interesado estaba seguro de que, pese a los achaques econ¨®micos que vive hoy en todo el continente, la disciplina le sobrevivir¨ªa. ¡°Pase lo que pase, s¨¦ que ni siquiera nuestra sociedad autodestructiva podr¨¢ eliminar el ¨²ltimo sitio donde uno puede so?ar¡±, dijo Bondy hace tres a?os, alcanzando una conclusi¨®n premonitoria. ¡°Ante las catastr¨®ficas situaciones que nos amenazan, ?qu¨¦ har¨ªamos si no cont¨¢ramos con un lugar donde so?ar?¡±.
Babelia
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