La sal, el hielo y las huellas de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez
Magela Baudoin, ganadora del Premio Hispanoamericano de Cuento dedicado al Nobel, es devota del colombiano desde ni?a
La Cueva, fundada en 1954, era el bar que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y otros escritores de su generaci¨®n frecuentaban. La escritora boliviana-venezolana Magela Baudoin (Caracas, 1973) visit¨® este lugar en un acto de reverencia, recuerda. All¨ª toc¨® el hielo de Melqu¨ªades, mientras le¨ªa en voz alta el primer p¨¢rrafo de Cien a?os de soledad, y despu¨¦s se tom¨® una cerveza.
Mientras se perd¨ªa entre los estantes de libros de ese lugar apareci¨® la figura del periodista y literato Heriberto Fiorillo, quien, seg¨²n recuerda la novelista, le lanz¨® un "sortilegio": "Usted va a ganar ese premio y tiene que volver para ac¨¢ a celebrar". Y as¨ª fue. Hace una semana, en el Teatro Col¨®n de Bogot¨¢, la autora sent¨ªa que se le iba a parar el coraz¨®n. Vio a sus padres quebrados y se puso a llorar sin poder contenerse cuando escuch¨® el dictamen que la anunciaba como la ganadora del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez por el libro La composici¨®n de la sal.
La escritora, afincada en Santa Cruz se impuso a los otros cuatro finalistas: la ecuatoriana Gabriela Alem¨¢n (La muerte silba blues); el peruano Carlos Arambulo (Un lugar como este); el chileno Mauricio Electorat (Alguien so?ar¨¢ con nosotros) y el mexicano Juan Villoro (El Apocalipsis (todo incluido)). El jurado, en el acta de deliberaci¨®n, destac¨® su "gran talento", adem¨¢s de su "intensidad y sutileza, y una singular destreza" como cuentista.
Distancias cortas
Para Baudoin, que el a?o pasado gan¨® el Premio Alfaguara de Bolivia por su novela El sonido de la h, admite sentirse m¨¢s c¨®moda en las distancias cortas y con los g¨¦neros fulminantes como el cuento o la poes¨ªa. Es de ese modo que la historia que da nombre al libro nace de ese segundo g¨¦nero, de una imagen que posee una "atm¨®sfera enrarecida, un poco melanc¨®lica, un poco tragic¨®mica y ¨¦pica".
"Un anciano que no puede dejar de llorar; llora constantemente y al tiempo que se derrama, invoca la muerte o, qui¨¦n sabe, su propio renacimiento. El personaje se desenvuelve entre el dolor y la risa y entre una aparente normalidad y lo que se mueve debajo de ella, a punto de colapsar", explica sobre el escrito principal del libro, un cuento que dedic¨® a sus padres.
El primer libro de Garc¨ªa M¨¢rquez que ley¨® fue Cien a?os de soledad. Fue como un acto de rebeld¨ªa
Sobre la sal, el leitmotiv y su b¨²squeda en el momento de escribir el libro explic¨® que la composici¨®n qu¨ªmica de este elemento se trata de una met¨¢fora presente en toda la obra, un elemento mineral que, seg¨²n Baudoin, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. "La sal es una sustancia aparentemente corriente sobre la palma de una mano, pero que se usaba para avivar las heridas de los esclavos y al mismo tiempo para conservar los alimentos o para curar. Mientras escrib¨ªa me imaginaba que la composici¨®n de la sal era, tal vez, la de la vida y, sin duda, la de este libro", a?ade.
Herencia de la abuela
Se define como una "amante de la lectura", ya que desde muy peque?a su familia le inculc¨® este h¨¢bito y le transmiti¨® el amor a la literatura. El primer libro de Garc¨ªa M¨¢rquez que ley¨® fue Cien a?os de soledad. Fue como un acto de rebeld¨ªa, dice la autora, ya que era un escritor que no le hac¨ªa "ninguna gracia" a su abuela, a la que rememora como una "magn¨ªfica lectora". Baudoin recuerda que su nana le dec¨ªa sobre Gabo: "Primero tendr¨ªa que lavarse la boca con jab¨®n", por la cantidad de groser¨ªas que dec¨ªa.
Despu¨¦s de ese primer libro se convirti¨® en devota del escritor cataquero. "Garc¨ªa M¨¢rquez fue una gran iniciaci¨®n y ahora lo guardo como un talism¨¢n al que vuelvo en busca de magia. Y tambi¨¦n para recordar a mi abuela", agrega.
De este modo Baudoin recibi¨® un premio de 100.000 d¨®lares y relev¨® al argentino Guillermo Mart¨ªnez, que fue el ganador de la primera edici¨®n del premio que rinde homenaje al Nobel colombiano. Los cuentos de la ganadora, as¨ª como los de todos los finalistas, quedar¨¢n a disposici¨®n de todos los lectores en Colombia en las 1.400 bibliotecas de ese pa¨ªs. Este a?o aspiraron un total de 136 escritores de 19 naciones, cuyos libros de cuentos fueron publicados en el a?o 2014. A la escritora solo le queda ahora cumplir su promesa a Fiorillo y retornar a Barranquilla para celebrar su logro actual.
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