Literatura terap¨¦utica
Jodorowsky no presenta batalla en el campo literario con 'La vida es un cuento', un libro de autoayuda, que elude hacer preguntas inc¨®modas
Lo que m¨¢s me ha interesado de las 206 piezas que Alejandro Jodorowsky (Tocopilla, Chile, 1929) re¨²ne en este volumen es el ¡®Pr¨®logo final¡¯, una entrevista del periodista franc¨¦s Marc de Smedt en la que el autor habla de la naturaleza ficcional de la realidad, y donde ejemplifica su concepci¨®n del relato corto con tres o cuatro modelos populares, que son los mejores de la colecci¨®n.
Este libro es una edici¨®n corregida y aumentada de un libro anterior, El tesoro de la sombra (2003). Como explica el autor en el pr¨®logo a la nueva edici¨®n, la primera entrega result¨® ser un libro incompleto, podado contra natura como un bons¨¢i. En la nueva versi¨®n se ha corregido aquella actitud y se ha dejado crecer el libro sin prohibiciones, de manera org¨¢nica y natural. El resultado de esta renuncia a la jardiner¨ªa es un centenar largo de nuevas piezas, que el autor a?ade ¡°en aparente desorden¡± a los textos del primer libro.
No veo de qu¨¦ manera una obra concebida por el ingenio humano puede ser natural. Al contrario que los bons¨¢is o que los champi?ones, que s¨ª brotan espont¨¢neamente cuando llueve, los libros nunca nacen solos; son siempre resultado de la voluntad y se construyen con artificio. El mero hecho de estar escritos en una lengua los aleja tanto de la naturaleza que cuando Jodorowsky dice haber conseguido un libro natural, s¨®lo puedo entender ese concepto como un ox¨ªmoron tan bello como artificial.
Lo interesante de los libros adem¨¢s no es su naturalidad, signifique lo que signifique este t¨¦rmino aplicado al arte, sino lo que tienen de artificiales, es decir, de voluntad comunicativa a trav¨¦s de la planificaci¨®n y del lenguaje. Y para eso es necesario no s¨®lo podar, sino tambi¨¦n cavar, regar, injertar y quitar malas hierbas. De otro modo, los libros crecen sin prop¨®sito y sin sentido literario.
Esta es la sensaci¨®n que he tenido mientras le¨ªa La vida es un cuento: que el jardinero-escritor no hab¨ªa hecho su trabajo, y que el resultado final era un aluvi¨®n de apotegmas, ocurrencias, relatos pseudosapienciales, microrrelatos de color gn¨®mico, facecias y sentencias para carpetas de adolescentes que hab¨ªan sido acumulados sin orden ni concierto. Y que adem¨¢s el autor disfrazaba su pereza con un expediente intolerable en alguien que se supone que ha le¨ªdo el Quijote o el Ulises: que los lectores deb¨ªamos entender la dispersi¨®n de su libro no como descuido, sino como reacci¨®n est¨¦tica contra la unidad de estilo, ese lastre de la literatura occidental.
No. Jodorowsky no combate ninguna inercia literaria. Pese a sus palabras, este libro no presenta batalla en el campo literario. En realidad no presenta batalla en ning¨²n campo. Es un libro de autoayuda, que no hace preguntas inc¨®modas ni pretende molestar. El compromiso de Jodorowsky no es literario, sino terap¨¦utico. Y eso es lo que explica su enorme y envidiable predicamento p¨²blico.
La vida es un cuento. Alejandro Jodorowsky. Siruela. Madrid, 2015. 277 p¨¢ginas.17,95 euros
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