B¨¢rbara Hepworth, escultora del espacio
El museo holand¨¦s Kr?ller-M¨¹ller presenta una antol¨®gica de la artista brit¨¢nica, una de las figuras m¨¢s importantes del siglo XX
En una filmaci¨®n de los a?os Cincuenta, la artista brit¨¢nica B¨¢rbara Hepworth (1903-1975) se deja retratar esculpiendo a mano madera y piedra en su estudio en la Bah¨ªa de Saint Ives, en Cornualles, al suroeste de Inglaterra. Menuda, pero de brazos recios y manos fuertes, labra piezas s¨®lidas en busca del espacio que recorre, metaf¨®ricamente, toda su producci¨®n. Dec¨ªa que prefer¨ªa tallar a modelar, porque al vencer la resistencia del material consegu¨ªa la forma deseada. A su vez, la obra deb¨ªa guardar armon¨ªa con el aspecto arbitrario del material original para poder devolverla a su entorno. El museo Kr?ller-M¨¹ller, de la ciudad holandesa de Otterlo, abierto en un parque de 5.000 hect¨¢reas, presenta hasta abril una antol¨®gica de 70 de sus creaciones y documentos in¨¦ditos de su archivo personal, adem¨¢s de una treintena de piezas de colegas como Henry Moore o Giacometti, y aprovecha la naturaleza para homenajearla.
Hepworth debut¨® en los a?os Veinte trabajando el m¨¢rmol y la piedra con motivos humanos y animales. Modelos cl¨¢sicos en ruta hacia la abstracci¨®n que empiezan a dejar huella. Por ejemplo, con una maternidad donde el hijo encaja en el regazo de la madre, pero ambos son figuras independientes. Una d¨¦cada despu¨¦s, conoci¨® a su segundo marido, el tambi¨¦n artista Ben Nicholson, con el que colabor¨® y visit¨® los estudios de Picasso y Braque, adem¨¢s de tratar a Modrian. Del encuentro surgen con el tiempo las formas abstractas c¨®ncavas que resumen su lema vital: demostrar que ¡°el espacio es tan importante como el volumen¡±. En los a?os Cincuenta, la b¨²squeda de la luz dentro de la escultura, su otra divisa, estalla gracias a un env¨ªo de madera africana de guarea. Primero la vac¨ªa y pinta de blanco por dentro. Luego pule el tronco original hasta hacerlo brillar por fuera. Las obras le dieron fama mundial, y atemperaron la ansiedad que le produc¨ªa haberse lanzado al bronce.
La muestra est¨¢ dispuesta en el interior del museo, levantado al este del pa¨ªs por Helene Kr?ller-M¨¹ller, due?a de la segunda colecci¨®n de obras de Van Gogh m¨¢s importante del mundo despu¨¦s de ?msterdam. En el parque, obras de Rodin, Lucio Fontana o Henry Moore forman una especie de laberinto ben¨¦volo donde es imposible perderse. Y donde hay una sorpresa. La Tate Gallery de Londres, propietaria de parte del legado de Barbara Hepworth, ha montado la antol¨®gica. La sala holandesa, que posee ocho de sus trabajos en bronce, los expone fuera para que produzcan la ¡°sensaci¨®n f¨ªsica y espiritual derivada del paisaje¡± que anim¨® su carrera.
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