Algunas propuestas para evadirnos
El estreno de otra entrega de 'La guerra de las Galaxias' coincide con algunos libros rese?ables en torno al g¨¦nero. Y propuestas para darse a la fuga en varias ciudades
El estreno global de la ¨²ltima entrega (primera de la trilog¨ªa anunciada por Disney) de La guerra de las Galaxias, la mayor y m¨¢s rentable franquicia de ciencia-ficci¨®n desde la Epopeya de Gilgamesh (III milenio a. e.c.), ha coincidido con la publicaci¨®n o distribuci¨®n en Espa?a de algunos libros rese?ables en torno al g¨¦nero. Para empezar por las obras de referencia, me ha parecido interesante (aunque incompleta) la enciclopedia Ciencia ficci¨®n, de Guy Haley, publicada por Lunwerg (Planeta), un vademecum atiborrado de im¨¢genes que atiende de modo especial a sus plasmaciones cinematogr¨¢ficas y televisivas, aunque sin olvidar las novelas gr¨¢ficas, los videojuegos y, desde luego, los libros. Haley entiende la ciencia-ficci¨®n en el sentido m¨¢s amplio, pero haciendo hincapi¨¦ en su base eminentemente ¡°materialista¡± y racional; por tanto, su libro no contempla lo fant¨¢stico-m¨¢gico o sobrenatural, aunque s¨ª todo cuanto tenga que ver con ¡°sucesos, tecnolog¨ªas, sociedades (...) que son imposibles, irreales o que se describen como si ocurrieran en el futuro, en el pasado, o en un mundo de creaci¨®n alternativa¡±. Como ven, una f¨®rmula totalizadora y ambigua en la que caben, adem¨¢s de toda la larga serie de epopeyas espaciales y guerras de mundos, las historias y desarrollos formales de, por ejemplo, Frankenstein, Tarz¨¢n, Superm¨¢n, Godzilla o La mosca, pero entre los que no figuran, inexplicablemente, otros igualmente importantes, como el mito del desdoblamiento expuesto en El doctor Jekyll y M¨ªster Hyde. De im¨¢genes ¡ªy muy poderosas¡ª va tambi¨¦n The Making of Stanley Kubrick?s 2001 a Space Odyssey (Taschen, en ingl¨¦s), un espectacular libro-objeto sobre el rodaje de una de las obras maestras cinematogr¨¢ficas del g¨¦nero. Gallo Nero, que ya hab¨ªa publicado la Metr¨®polis de Th¨¦a von Harbou ¡ªel origen literario de otro hito del cine¡ª publica ahora Aniara, un extraordinario y formalmente revolucionario poema de ciencia-ficci¨®n en 103 cantos (meritoria traducci¨®n de Carmen Montes Cano) publicado en los a?os cincuenta por Harry Martinson, el escritor proletario sueco que obtuvo el Nobel en 1974. Por ¨²ltimo, Cr¨®nicas del neoliberalismo que vino del espacio exterior (Siglo XXI), del fil¨®sofo Antonio Ant¨®n Fern¨¢ndez, utiliza como punto de partida los telefilmes del Doctor Who ¡ªuna serie de culto en Reino Unido, sobre todo durante la ¨¦poca de Thatcher¡ª para ejemplificar el modo en que la ciencia ficci¨®n cuestiona la sociedad en la que surge, en este caso criticando el giro antipopular de las pol¨ªticas neoliberales implementadas por los Gobiernos de la Dama de Hierro.
Ciudades
A lo mejor, a estas alturas de las entra?ables fiestas y de contemplar c¨®mo los demosc¨®picos fulleros vuelven a largarse de rositas a pesar de no dar pie con bola en ¡°el mayor sondeo a pie de urna jam¨¢s realizado¡± (ju¨¢, ju¨¢), ustedes est¨¢n ya con el cuerpo de decir adi¨®s a todo esto por una temporada. Yo estuve unos d¨ªas en Par¨ªs, metido en librer¨ªas (un poco de luto por la desaparici¨®n de la m¨ªtica La Hune) y siguiendo los itinerarios que controla Fernando Castillo en Par¨ªs-Modiano (F¨®rcola), en el que se ofrece la topograf¨ªa sentimental y literaria de la veintena larga de relatos y novelas del ¨²ltimo Nobel franc¨¦s. Pero reconozco que no hace falta cruzar la frontera. Si en su fuga terap¨¦utica quieren guiarse con libros, les recomiendo tres sobre otras tantas ciudades en los que la vida cultural y literaria ocupa lugar importante. Gadir, que hace a?os inici¨® el proyecto de reeditar en tomos aparte y con fotos nuevas (de Javier Santill¨¢n) la Castilla la Vieja de Dionisio Ridruejo (Destino, 1973-1974), acaba de publicar Burgos, un libro a¨²n inevitable a la hora de visitar provincia y capital. Barcelona, una biograf¨ªa, de Enric Calpena (Destino), constituye la ¨²ltima y m¨¢s completa introducci¨®n divulgativa a la historia, evoluci¨®n urban¨ªstica y, sobre todo, car¨¢cter, de la m¨¢s universal de las capitales mediterr¨¢neas espa?olas (bueno, por ahora). Por ¨²ltimo, la Gu¨ªa literaria de C¨®rdoba, un reader de varios autores publicado por la Universidad de C¨®rdoba, propone seis rutas o itinerarios para que el visitante ¡°transite de otra manera¡± por la ciudad-im¨¢n de tantas culturas.
Aniversarios
Acaba un a?o repletito de aniversarios, conmemoraciones y celebraciones literarias y musicales. Por razones que tienen que ver con mi autobiograf¨ªa sentimental, hubo algunos que me inspiraron m¨¢s que otros. Empezando por el final, todav¨ªa estoy conmemorando el centenario de Frank Sinatra (1915 -1998), el ¡°regalo de Hoboken al mundo¡±, de quien no me canso de escuchar canciones de su ¨¦poca m¨¢s jazzy, cuando cantaba acompa?ado de las formaciones de Count Basie o Duke Ellington, o de volver a ver Ellos y Ellas (Guys and Dolls), el estupendo musical hecho cine por Mankiewicz (1955) en el que interpreta ¡ªcon la maravillosa Jean Simmons¡ª Your Eyes Are the Eyes of a Woman in Love, una canci¨®n que siempre consigue disolver las nieblas de mi coraz¨®n. Tambi¨¦n cumpli¨® a?os (150) Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas, de la que conservo todav¨ªa el ejemplar (ilustrado por el gran Arthur Rackham) que le¨ª traducido en mi prehistoria libresca, y del que siempre recuerdo los versos finales de Al otro lado del espejo, que Terenci Moix incluy¨® como cita en el frontispicio de El d¨ªa que muri¨® Marilyn (1969): ¡°En un pa¨ªs de las maravillas descansan / so?ando mientras los d¨ªas pasan / so?ando mientras los veranos mueren¡±. Otro centenario que me toca es el de Barthes, que cambi¨® mi modo (y el de muchos) de enfrentarme a la literatura; en Francia se ha multiplicado exponencialmente la bibliograf¨ªa sobre el semi¨®logo, pero, a prop¨®sito del Barthes menos conocido (el pol¨ªtico), Philippe Sollers acaba de publicar en su revista L¡¯Infini (n? 133) el recomendable art¨ªculo L¡¯antifascisme de Barthes, en el que, entre otras cosas, afirma que su amigo fue el primero, pol¨ªticamente hablando, en enfocar la sociedad como espect¨¢culo, ¡°un espect¨¢culo permanente de mentiras atravesado por el dinero a cada instante¡±. Por ¨²ltimo, conmemor¨¦ en privado los sesenta a?os de la muerte de Ortega y Gasset (1883-1955) releyendo lo que sobre su fallecimiento cuenta un bi¨®grafo hostil (Gregorio Mor¨¢n) y otro favorable (Jordi Gracia), y complet¨¢ndolo con lo que de aquellos d¨ªas finales (en la cl¨ªnica Ruber, en el velatorio y en el entierro) escribi¨® el traductor y diarista Juan Manuel Silvela Sangro (1932-1965) en el recientemente reeditado Diario de una vida breve (Pretextos), en el que, entre otras cosas, se pregunta ¡ªuna cuesti¨®n que entonces preocupaba a muchos¡ª si Ortega hab¨ªa muerto con o sin ¡°los sacramentos¡±. Y se responde: ¡°el padre Cavestany le dijo a pap¨¢ que se hab¨ªa conseguido algo. Pero no dijo qu¨¦¡±. La verdad es que cuesta imaginarse a don Jos¨¦ en el infierno, al lado, de por ejemplo, Epicuro, d?Holbach, Nietzsche, o Foucault, que todav¨ªa siguen all¨ª, bien calentitos.
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