?El inventor del ¡®indie¡¯?

Se dice de los australianos The Go ?Betweens que fueron una de las bandas que sentaron en los ochenta las bases del pop indie de hoy. Al parecer sin ser conscientes. El c¨¢ustico Luke Haines, fundador de The Auteurs, describe en su libro de memorias Bad Vibes una fiesta en Londres en 1985 en la que ¨¦l, una generaci¨®n m¨¢s joven, mira con admiraci¨®n a los dos l¨ªderes del grupo, Robert Forster y Grant Mclennan, mientras beben con componentes de otras prometedoras bandas de la ¨¦poca, Weather Prophets o Felt. ¡°En sus cabezas eran la realeza del rock. La noci¨®n de indie no exist¨ªa a¨²n¡±, reflexiona sobre esa generaci¨®n perdida. ¡°Tengo que discrepar de Luke¡±, matiza por correo Simon Reynolds, autor de Retromania. ¡°En 1985 ya exist¨ªa el concepto indie. Lo que pasa es que Reino Unido no es EE UU. En Londres querer pasar de underground a entrar en las listas se da por hecho: es casi una obligaci¨®n¡±.

Y no lograrlo, un fracaso. En 1990 The Go Betweens actuaron en Espa?a. Sonaban fenomenal, pero su actitud era la de un grupo abatido, derrotado. Tras m¨¢s de una d¨¦cada, los resultados no ?llegaban. ¡°S¨ª, recuerdo la desesperanza, la sensaci¨®n de que ¨¦ramos incapaces de dar el salto. Ten¨ªamos canciones que parec¨ªan tenerlo todo para ser ¨¦xitos pero nunca lo consegu¨ªan¡±, recuerda Robert Forster en Madrid. Promociona su nuevo disco en solitario, el primero en seis a?os, que presenta en directo. Como durante toda su carrera. Songs to Play ha conseguido cr¨ªticas excepcionales, y ventas min¨²sculas.

Su disco final, 16 Lovers Lane, estaba repleto de canciones pop maravillosas. Pero en el v¨ªdeo el cantante parece enfadad¨ªsimo y molesto

La verdad: se equivocaban mucho. Su disco final, 16 Lovers Lane, estaba repleto de canciones pop maravillosas como ¡®Was There Anything I Could Do?¡¯. Pero en el v¨ªdeo el cantante parece enfadad¨ªsimo y molesto cada vez que la violinista (que resulta que es su pareja) se acerca a su micr¨®fono. Al fondo hay un tipo muy raro, tocando la guitarra con los labios pintados, que parece pretender ser sexy y ambiguo, pero no lo consigue. Es Robert Forster.

Ese a?o, despu¨¦s de 12 de carrera y 6 discos, The Go Betweens se disolv¨ªan. Forster asegura que ¡°sin rencor ni acritud¡±. ?l se trasladar¨ªa a Berl¨ªn, donde su compatriota Nick Cave se estaba creando una carrera. Pero sin suerte. Durante los noventa grab¨® cuatro ¨¢lbumes en solitario. ¡°Y mientras, pas¨® lo impensable¡±, dice, ¡°el mundo empez¨® a echar de menos a The Go Betweens¡±. En 2000 volver¨ªan con The Friends of Rachel Worth. ¡°El exceso de modestia nunca ha sido una de mis virtudes, pero creo que podemos presumir de ser uno de los pocos grupos cuya segunda etapa era, si no mejor, tan buena como la primera¡±.

Despu¨¦s llegar¨ªa la retirada, y con ella la revalorizaci¨®n de su trabajo. Hoy The Go Betweens son tan reconocidos que en Brisbane, su ciudad, hay un Go Between Bridge, ¡°y adem¨¢s es de peaje¡±, bromea. ?l combina la m¨²sica con su labor de periodista. Recopil¨® algunos de sus art¨ªculos en Las 10 reglas del rock. La cuarta dice: ¡°Ser una estrella del rock es un trabajo de 24 horas al d¨ªa¡±.

Songs to Play est¨¢ editado por Tapete Records. Robert Forster ofrece conciertos en Madrid (El Sol, 13 de enero) y Barcelona (Apolo, d¨ªa 14).