B¨²nker en un bajo exterior

Hay quien prefiere la autodestrucci¨®n que el cara a cara con la realidad, o al menos con esa premisa Jos¨¦ Troncoso (C¨¢diz, 1975) cre¨®, hace ya diez a?os y junto a Sara Romero y Alicia Rodr¨ªguez, Las princesas del Pac¨ªfico, que se ha convertido en un espejo pulido con los a?os. ¡°Refleja una parte de lo que somos, de la sociedad, mucho mejor que hace una d¨¦cada¡±.

La historia muestra, en un teatro desnudo de atrezo, el b¨²nker en el que una t¨ªa convierte la casa en la que vive con su sobrina. Protecci¨®n y arma de una pobreza que en Espa?a se ha agudizado desde 2006 ¡ªla tasa espa?ola de personas en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social representa alrededor del 29,2% de la poblaci¨®n¡ª y que ha convertido algunos hogares en refugios.

El de esta t¨ªa y esta sobrina es uno de esos hogares en los que las horas pasan sentadas frente al televisor, viendo el mundo a trav¨¦s de ese cristal inerte que muestra heridas, sonrisas, dinero, muerte y tormentas. De todo se r¨ªen ambas. ¡°Y nosotros de ellas, pero para distanciarnos. Son tan pobres, est¨¢n tan al l¨ªmite, tienen tanta verg¨¹enza de salir al mundo que no hacen otra cosa que hablar mal de la gente¡±, espeta Troncoso.

Un premio televisivo en forma de crucero le dar¨¢ a Lidia, la sobrina, lo que quiere. ¡°Salir de esa c¨¢rcel, volar¡±, explica Bel¨¦n Ponce de Le¨®n. Y Agustina (Alicia Rodr¨ªguez), la t¨ªa, tendr¨¢ que resignarse a respirar en el mundo real: ¡°Y a no castrar a quien tienes al lado. El miedo a que puedan suceder desgracias implica que pueda no suceder nada¡±.

La obra estar¨¢ en los Teatros Luchana los viernes y domingos de febrero.