Apresurada historia de Fernando el Cat¨®lico
El reconocido hispanista Henry Kamen publica una biograf¨ªa sobre el monarca lastrada por algunos errores y sensibles omisiones de la obra de otros especialistas en la ¨¦poca
Henry Kamen ha hecho numerosas y notables aportaciones a la historiograf¨ªa espa?ola: La guerra de Sucesi¨®n en Espa?a, La Inquisici¨®n espa?ola, Imperio: la forja de Espa?a como potencia mundial¡ Sin embargo, desgraciadamente su ¨²ltimo libro (pese a la espl¨¦ndida edici¨®n material del mismo) no puede a?adirse a esta relaci¨®n. Se trata de una obra escrita de forma apresurada que deja sin respuesta la mayor parte de las cuestiones conflictivas que su reinado ha planteado a los especialistas.
Ya predispone en su contra la arbitraria descalificaci¨®n de los historiadores que le han precedido en el estudio de los Reyes Cat¨®licos. As¨ª, no consigo explicarme el sentido de la afirmaci¨®n de que ¡°la mayor¨ªa de los [bi¨®grafos de la reina Isabel] han fracasado a la hora de hacerle verdadera y adecuada justicia a su persona y sus logros¡±, pues no concibo el olvido de obras tan solventes y documentadas como las de Tarsicio de Azcona o Luis Su¨¢rez, por citar s¨®lo algunas de ellas. Y lo mismo ocurre con la no menos sorprendente asevera?ci¨®n de que ¡°a¨²n estamos lejos de contar con un buen estudio sobre este monarca [Fernando el Cat¨®lico]¡±, cuando disponemos de la obra cl¨¢sica de Jaume Vicens Vives (Historia cr¨ªtica de la vida y reinado de Fernando II de Arag¨®n, 1962) y, sobre todo, con la m¨¢s reciente de Ernest Belenguer (Fernando el Cat¨®lico. Un monarca decisivo en las encrucijadas de su ¨¦poca, 1999), monograf¨ªa de referencia y, por supuesto, incomparablemente m¨¢s s¨®lida que la que aqu¨ª nos ocupa.
Porque el libro de Henry Kamen se halla lastrado por numerosos errores y omisiones. Por citar s¨®lo un caso, asombra, para el cap¨ªtulo dedicado a Am¨¦rica, la cantidad de datos equivocados que suministra un historiador que ha escrito un buen libro sobre la formaci¨®n del imperio espa?ol. Por ejemplo, los t¨¦rminos de las capitulaciones de Santa Fe son inexactos; el puerto de Palos no est¨¢ cerca de C¨¢diz, sino de Huelva; Col¨®n fue enviado preso a Espa?a no tras el cuarto viaje, sino despu¨¦s del tercero; el informe del ¨²ltimo viaje no pudo ser escrito en 1502 puesto que Col¨®n lo emprendi¨® en dicho a?o y no regres¨® del mismo hasta finales de 1504; la insignificancia de los logros en el Nuevo Mundo bajo el reinado de los Reyes Cat¨®licos (¡°un cuarto de siglo despu¨¦s del ¨¦pico a?o de 1492 era como si Am¨¦rica no se hubiera descubierto¡±) no puede sostenerse a menos que uno se olvide de la fundaci¨®n de la Casa de la Contrataci¨®n, de la colonizaci¨®n de las Antillas Mayores o del descubrimiento del oc¨¦ano Pac¨ªfico por Vasco N¨²?ez de Balboa en 1513, uno de los acontecimientos m¨¢s trascendentales de la historia universal. Su ins¨®lita negativa a admitir el concepto de ¡°conquista¡± (a pesar de decir en el siguiente rengl¨®n que ¡°cuando los espa?oles lograban el control de alg¨²n lugar lo hac¨ªan mediante la fuerza¡±) no deja lugar al debate sobre el sentido de la ocupaci¨®n de M¨¦xico por Hern¨¢n Cort¨¦s o de Per¨² por Francisco Pizarro.
Y este es quiz¨¢s el elemento m¨¢s d¨¦bil de toda la obra, su insuficiente rigor a la hora de discutir los verdaderos puntos conflictivos. As¨ª, por ejemplo, el debate sobre el concepto de la unidad conseguida bajo el reinado de los Reyes Cat¨®licos se sustancia de esta manera ambigua: ¡°Una tradici¨®n, que a¨²n se ense?a en muchas escuelas y universidades, sigue manteniendo que el matrimonio real contribuy¨® a la creaci¨®n de una Espa?a unida, un proceso que en realidad no se dio en absoluto en ese momento y que seguir¨ªa sin producirse a lo largo de varios siglos¡±. Aparte de que no se dice cu¨¢ntos son esos varios siglos (?dos hasta 1714?, ?tres hasta 1833?, ?m¨¢s hasta el siglo XX?), hoy la comunidad cient¨ªfica no discute la condici¨®n de reinos separados que mantuvieron Castilla y Arag¨®n (como se puso de manifiesto a la muerte de Isabel), sino las etapas del desarrollo ulterior que condujo a la formaci¨®n de la ¡°monarqu¨ªa compuesta¡± de Espa?a (t¨¦rmino com¨²nmente aceptado a partir de su divulgaci¨®n por John Elliott) desde el reinado de Carlos V y, m¨¢s tarde, a una mayor centralizaci¨®n pol¨ªtica tras la entronizaci¨®n de la dinast¨ªa borb¨®nica. La misma indefinici¨®n se utiliza en el caso del matrimonio de Fernando con Germana de Foix, que de haber generado un heredero hubiera creado un grave problema constitucional que el autor soslaya sin ofrecer ning¨²n argumento convincente. Y podr¨ªamos continuar con los ejemplos para concluir que el libro, por su manera de presentar las cuestiones b¨¢sicas, no permite una discusi¨®n profunda de la rica problem¨¢tica que plantea la figura del Rey Cat¨®lico.
Fernando el Cat¨®lico. Henry Kamen. Traducci¨®n de Jos¨¦ C. Vales. La Esfera de los Libros. Madrid, 2015. 432 p¨¢ginas. 24,90 euros.
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