Un cuento de hadas y m¨¢s

La b¨²squeda del padre atraviesa nuestras literaturas desde Tel¨¦maco en busca de Ulises hasta Juan Preciado en busca de Pedro P¨¢ramo, pasando por Pinocho buscando a Gepetto y los hijos del capit¨¢n Grant busc¨¢ndolo por el mundo entero. Esta trama permite entrecruzar generaciones, viajar en el tiempo, tomar consciencia de sus ra¨ªces, diferenciarse de la imagen en el espejo. Quiz¨¢s sea por eso que Joyce, al elegir un argumento emblem¨¢tico para su arquet¨ªpica novela, eligi¨® ¨¦ste.

Por lo tanto no debe sorprendernos que Gon?alo M. Tavares, uno de los escritores m¨¢s ambiciosos de nuestro siglo, haya decidido elegir tambi¨¦n este argumento ejemplar. En su nuevo libro, la buscadora es una ni?a que se encuentra (o es encontrada) por Marius, quien atra¨ªdo por la extra?eza de la ni?a abandona su propio camino de huida y emprende con ella un viaje inici¨¢tico. Ella tiene en sus manos una peque?a cartulina con una serie de instrucciones dactilografiadas: ¡°Decir el nombre de pila,¡± ¡°decir si es chico o chica¡±, ¡°decir el nombre completo¡± y as¨ª sucesivamente. Marius, obediente, decide hacer las preguntas que las instrucciones proponen: a algunas ella responde con la informaci¨®n debida, a otras s¨®lo responde no, como si su identidad estuviese formada a medias, como si tuviesen que suceder otros eventos antes de cobrar vida plenamente. En todas reza: ¡°Aprendizaje de personas con discapacidad intelectual¡±. Sospechamos entonces, con Marius, que ¨¦sta es la condici¨®n de la peque?a Hanna. Como Marius, nos equivocamos.

Los lectores de Tavares est¨¢n acostumbrados a la versi¨®n an¨¢rquica de sus ficciones. Nada m¨¢s alejado de su obra que las reglas aristot¨¦licas de unidad de tiempo y lugar, nada m¨¢s ajeno a sus personajes que las cuidadosas evoluciones psicol¨®gicas de las novelas realistas o las sorpresas l¨®gicas de las fant¨¢sticas. En un libro de Tavares sucede lo que sucede en una conversaci¨®n ebria: los temas se van por las ramas, observaciones brotan aqu¨ª y all¨¢, nuevos personajes aparecen y desaparecen. El dios tutelar de Tavares es el Gato de Cheshire. As¨ª ocurre aqu¨ª. Seres enigm¨¢ticos parecen surgir de ninguna parte: un fot¨®grafo obsesionado con retratar a animales y personas anormales, un anticuario heredero de Pierre Menard para quien la historia es no lo que sucedi¨® sino lo que decimos que sucedi¨®, una familia ut¨®pica que quiere iluminar la mente del mundo. La b¨²squeda de Hanna lleva a la pareja a un Berl¨ªn aleg¨®rico, en el que el Tercer Reich est¨¢ representado por un hotel cuyas habitaciones llevan los nombres de los campos de exterminio. A trav¨¦s de este laberinto llegan al final de su empresa.

Una ni?a est¨¢ perdida en el siglo XX permite varias lecturas, alentadas por la fluida traducci¨®n de Rosa Mart¨ªnez-Alfaro. Podemos leer las aventuras (o desventuras) de Hanna como el retrato po¨¦tico de una persona con trisom¨ªa 21. O leerlo como un cuento de hadas con su recorrido enigm¨¢tico, sus prodigios y sus terrores, su atm¨®sfera de l¨²cida pesadilla, su rica ambig¨¹edad, su memorable epifan¨ªa.

Una ni?a est¨¢ perdida en el siglo XX. Gon?alo M. Tavares. Traducci¨®n de Rosa Mart¨ªnez-Alfaro. Seix Barral. Barcelona, 2016. 237 p¨¢ginas. 19 euros.