Dos biograf¨ªas y una cr¨®nica de sociedad
Pese a la tard¨ªa y m¨¢s bien vergonzante presentaci¨®n del A?o Cervantes, seguimos esperando el disparo de salida de los fastos del cuarto centenario
A pesar de la tard¨ªa y m¨¢s bien vergonzante presentaci¨®n oficial del A?o Cervantes, por aqu¨ª todav¨ªa seguimos esperando el ¡°gesto trascendente¡± que ped¨ªa el director de la RAE como disparo de salida medi¨¢tico y simb¨®lico de los fastos del cuarto centenario de la muerte del que es el primer escritor de una lengua con 500 millones de hablantes. Quiz¨¢s, como dijo Javier Cercas, habr¨ªa que pedirles a los ingleses que se ocuparan ellos de hacerlo, ya que han demostrado merecer a sus glorias literarias bastante m¨¢s que nosotros a las nuestras. De igual modo que el historiador Jordi Bilbeny sostiene la catalanidad de Cervantes con argumentos m¨¢s bien peregrinos, retomados luego por el periodista Albert Torras para poder incluir a Cervantes en su libro Gais i lesbianes de la hist¨°ria de Catalunya (Llibres de l¡¯Index, 2009), podr¨ªamos inventarnos, para facilitarles el trabajo a los brit¨¢nicos, una anglicidad de Cervantes o, al menos, que fue en su isla donde vivi¨® y escribi¨® El Quijote (en ingl¨¦s, como buen precursor de Conrad) tras ser capturado en 1588, cuando el desastre de la Invencible. A lo mejor, hasta pod¨ªan rodar all¨ª un Cervantes in love y aspirar al Oscar, como con la peli de John Madden (1998). Lo poco que se sabe de Cervantes ayudar¨ªa a perge?ar, manipulando documentos y cr¨®nicas, una nueva leyenda. En todo caso, y aunque se sepa poco, Jordi Gracia se las ha arreglado para incorporarse con dignidad, erudici¨®n y entusiasmo a la lista de esforzados bi¨®grafos de quien tan limitados rastros fehacientes (aparte de su obra) dej¨® de su peripecia por este mundo (particularmente de sus ¨²ltimos a?os). Su estupendo Miguel de Cervantes (Taurus) cuenta con esas carencias documentales y con un conocimiento notable de las fuentes secundarias, y ¡°se detiene aqu¨ª o all¨ª, sospecha, explora y pregunta, pero no ficcionaliza ni fantasea¡±. El Cervantes que nos presenta Gracia es un personaje a la vez genial y accesible, human¨ªsimo y capaz de comprender, a partir de una iron¨ªa largamente conquistada, el mundo que le toc¨® vivir. La publicaci¨®n de esta biograf¨ªa coincide con la de El espejo de un hombre (Debolsillo, in¨¦dito), un magn¨ªfico retrato biogr¨¢fico de Shakespeare y de su tiempo a cargo del historiador Stephen Greenblatt, de quien muchos recuerdan El giro (Cr¨ªtica, 2012), un magistral ensayo de historia cultural (Premio Pulitzer de 2102) acerca del redescubrimiento y difusi¨®n en el renacimiento del poema filos¨®fico (y ateo) De rerum natura, de Lucrecio. Greenblatt, que como Gracia tiene que v¨¦rselas con un autor excepcional de cuya vida se sabe poco (a¨²n menos que de Cervantes), tambi¨¦n invoca la imaginaci¨®n como auxiliar biogr¨¢fico, pregunt¨¢ndose si en el caso de Shakespeare (pero, a?ado, tambi¨¦n de Cervantes) sentir¨ªamos la necesidad de explorar su vida si no estuvi¨¦ramos ¨ªntimamente convencidos de que, adem¨¢s de estar inspiradas en obras de quienes le precedieron, las suyas rebosan de experiencia vivida o imaginada. Dos estupendos ensayos biogr¨¢ficos acerca de sendos genios que nos dejaron hace 400 a?os y siguen m¨¢s vivos que nunca.
Sociedad
Del libro (Cinco esquinas, Alfaguara) y de lo bien que me lo pas¨¦ ley¨¦ndolo (nota: dos buenas amigas que lo adquirieron motivadas por mi comentario me han pedido que les devuelva el dinero que se gastaron en ¨¦l: ya ven, no todo el mundo comparte mis entusiasmos) ya les habl¨¦ la semana pasada, de modo que ¨¦sta me siento legitimado para practicar la cr¨®nica de sociedad. Al primero que me encontr¨¦ cuando llegu¨¦ a la Sala de Columnas del C¨ªrculo de Bellas Artes, donde tuvo lugar la multitudinaria presentaci¨®n de la novela, fue al veterano periodista del coraz¨®n Jes¨²s Mari?as, lo que se me antoj¨® todo un s¨ªmbolo. Ya intuy¨® la astuta (y llorada) Carmen Balcells (elevada por MVLL a la categor¨ªa de diosa madre de la edici¨®n espa?ola) que para la promoci¨®n habr¨ªa que contar con el ?Hola!, metonimia por toda la prensa rosa. Y es que he estado calculando, a ojo de buen cubero editorial, que Cinco esquinas empezar¨¢ a generar pasta gansa solo cuando sus ventas superen el medio mill¨®n de ejemplares, algo posible con tal de que los piratas y bucaneros de la Red no se empleen a fondo (en Random House tienen los dedos agarrotados de tanto cruzarlos). En todo caso, la nube pretoriana de fot¨®grafos que hac¨ªa guardia ante la puerta no estaba esperando precisamente al maestro, sino a su pareja. El p¨²blico ¡ªy el c¨®digo de vestimenta al que se adscrib¨ªa buena parte de sus componentes¡ª era bastante distinto al habitual en las presentaciones. Es verdad que en la copa posterior tambi¨¦n hubo editores, autores, agentes y la plana mayor de Penguin Random House, pero nadie se llamaba a enga?o: la gente quer¨ªa, sobre todo, verla a ella (y a ¨¦l tambi¨¦n, claro, en su faceta de enamorado). Y ella estuvo, como siempre, discreta y elegante, soportando la curiosidad m¨¢s o menos letrada y sin probar ni beber nada del abundante piscolabis precrisis (record¨¦ haber le¨ªdo en alg¨²n sitio la poco apetecible f¨®rmula del batido de verduras frescas que la dama en cuesti¨®n ingiere cada ma?ana para estar en forma). En cuanto a la presentaci¨®n en s¨ª, estuvo digna. El maestro, que tambi¨¦n lo es en la entrevista period¨ªstica, facilit¨® el trabajo de Montserrat Dom¨ªnguez. No me gust¨® tanto, sin embargo, mi admirada (y de MVLL) Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, que ley¨® desde el atril el primer cap¨ªtulo y que, para mi gusto (discutible, como ya ha quedado patente), consigui¨® convertir la t¨®rrida y potente escena s¨¢fica entre dos damas de la ¡°gente bien¡± lime?a en una especie de agradable batido de fresa para todos los paladares. M¨¢s me hubiera gustado que lo leyera, con su voz ronca y llena de matices, la se?ora Dom¨ªnguez. Pero no se puede tener todo. Ni siquiera don Mario, que casi.
Gr¨¢ficas
Me queda poco espacio para recomendarles tres recientes narrativas gr¨¢ficas. Salamandra publica el segundo volumen de la autobiograf¨ªa de Riad Sattouf, El ¨¢rabe del futuro, una juventud en Oriente Medio, que se centra en el primer a?o (1984-1985) de escuela del joven Riad en Siria, cuando aprendi¨® a leer y escribir. La C¨²pula publica La favorita, de Matthias Lehmann, un turbador relato de atm¨®sfera g¨®tica y dibujo de trazo grueso acerca de una ni?a que vive encerrada en una mansi¨®n con sus siniestros abuelos y que, poco a poco, va descubriendo su identidad sexual, envuelta en un misterio. Por ¨²ltimo, les recomiendo vivamente Aqu¨ª vivi¨®, historia de un desahucio (Nube de Tinta), una novela gr¨¢fica comprometida (y no s¨®lo contra los desahucios) con guion del novelista Isaac Rosa y dibujos de Cristina Bueno.
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