Ver y o¨ªr a Cervantes
Jordi Gracia escribe con perspicacia, pasi¨®n y olfato infalible la biograf¨ªa del autor del 'Quijote'
En el plazo de pocos a?os, Jordi Gracia ha escrito tres biograf¨ªas importantes ¡ªlas de Dionisio Ridruejo, Ortega y Gasset y, ahora, la de Cervantes¡ª que obedec¨ªan al estudio de una ¡°imprevista ley secreta en torno a la madurez: a dos de ellos el tiempo y la experiencia los reeduc¨® rebel¨¢ndolos contra s¨ª mismos hasta hacerlos inequ¨ªvocamente mejores mientras al otro lo estropearon (Imaginaci¨®n moral y biograf¨ªa, Bolet¨ªn de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, 99, 2016). Como el lector supondr¨¢, se han salvado del escrutinio Cervantes y Ridruejo, y se conden¨® Ortega, aunque con atenuantes de peso. Juicios tan atrevidos, sint¨¦ticos y certeros s¨®lo se pueden hacer cuando uno piensa que ¡°contra todas las apariencias (¡), el novelista de ficci¨®n y el bi¨®grafo hist¨®rico comparten la disposici¨®n a imaginar y encadenar causas ¨ªntimas y externas, movimientos an¨ªmicos y momentos cruciales¡±. Y, por supuesto, cuando uno escribe con la perspicacia, la pasi¨®n indisimulable y el olfato casi infalible de Jordi Gracia.
Sus biograf¨ªas se resuelven en la b¨²squeda de una coherencia secreta: en el caso cervantino, el subt¨ªtulo del libro lo ha llamado ¡°la conquista de la iron¨ªa¡±, pero pudo haber sido ¡°la imaginaci¨®n moral¡±. O ¡°autorretrato sangrado¡±, o ¡°atreverse a m¨¢s¡±, que son otros intert¨ªtulos muy expresivos que explican c¨®mo Cervantes logr¨® el milagro de la novela moderna, donde campan a sus anchas ¡°la suspensi¨®n de las respuestas absolutas y excluyentes¡± y la convicci¨®n de que la novela es ¡°una fiesta de alegr¨ªa y buen humor sin desesperanza ni angustia¡±. El libro resultante se lee de un tir¨®n, al hilo de una cavilaci¨®n que parece siempre inapelable, pero que, en rigor, esconde tras su inmediatez tantas cautelas y preguntas cuanto hallazgos y afirmaciones, siempre al hilo c¨¢lido de la deliberada laxitud de la sintaxis (el estilo de Cervantes es muy contagioso¡) que busca no dejar de consignar nada, aunque el p¨¢rrafo se dilate.
Ignoramos muchas cosas de Cervantes, pero, a la fecha, sabemos del escritor m¨¢s de lo que creemos acerca de los puntos nodales de su biograf¨ªa. Y vale la pena recordarlos porque a todos ellos este libro aporta una s¨ªntesis brillante, una conjetura audaz o, por lo menos, una descarada afirmaci¨®n de empat¨ªa con el autor. Esa topograf¨ªa cervantina incluye el perfil de una suerte de clase media baja que pueblan barberos y comerciantes, pretendientes y comisionistas por cuenta del Estado, soldados y mujeres que se buscan la vida con desparpajo. Contamos tambi¨¦n con una razonable idea de lo que fue una cultura humanista no demasiado s¨®lida, a veces algo anticuada y siempre algo pedante: la que define a Cervantes y a otros como ¨¦l hacia 1580. Pero, en torno a 1600, all¨ª nace algo tan fundamental como el relato moderno, a la vez que se asienta la comedia. Y Cervantes encuentra su voz en el primero, sin que debamos perder de vista sus bald¨ªos esfuerzos en la segunda. En 1604, impreso el primer Quijote, el viejo escritor encuentra lo que buscaba: son 12 a?os finales de ¨¦xitos y de invenciones, pero tambi¨¦n de pol¨¦micas e inseguridades, de rescates del pasado y de brindis al porvenir.
Todo est¨¢ en estas p¨¢ginas que ha resumido muy bien una ingeniosa frase de la faja editorial del libro: ¡°Cervantes por Cervantes por Jordi Gracia¡±. Y a?adir¨ªa que tambi¨¦n por obra de algunos libros recientes: de los imponentes trabajos de Francisco Rico sobre el texto del Quijote, de la s¨®lida y templada biograf¨ªa de Canavaggio, de los estudios de G¨®mez Canseco sobre Avellaneda, el teatro cervantino o sobre los ¡°libros gordos¡± de 1604; de la imagen culta y proba del autor vindicada por Jorge Garc¨ªa L¨®pez, a la que Gracia ha a?adido claroscuros m¨¢s convincentes. Estas p¨¢ginas sacan provecho de todo: de la existencia de unas escriban¨ªas en el testamento de Andrea, t¨ªa de Cervantes, que dan p¨¢bulo a unas p¨¢ginas casi azorinianas; del patriotismo militar del escritor y de la ¡°literatura latente¡± y del desenga?o que respira el soneto al t¨²mulo de Felipe II en la catedral de Sevilla; del revuelto mundo de aquella casa de Valladolid, cuando ocurri¨® la muerte del caballero Ezpeleta, con la que poco tuvieron que ver ni Cervantes ni las cervantas; de la significaci¨®n de La Galatea, la novela pastoril de 1580, de la que nunca reneg¨® el viejo escritor despu¨¦s de veintitantos a?os; del nacimiento, ordenaci¨®n y alcance de las Novelas ejemplares de 1613; de la espl¨¦ndida lectura que se nos ofrece del Viaje del Parnaso y de su Adjunta y, en relaci¨®n con todo esto, del genial di¨¢logo del Quijote de 1615 con el libraco de Avellaneda, y con tantas cosas de un pasado que siempre sigue a Cervantes como una sombra agorera y de un futuro que esperaba, al cabo, de aquel Persiles que vino a ser ¡ªdisc¨²lpese lo trillado de la cita de Orson Welles, tan cervantino¡ª el pertinaz Rosebud del escritor.
Porque lo m¨¢s admirable de Cervantes no estaba en las peleas con Lope, ni en su fe en la moda del relato more bizantino, sino en la ocurrencia exclusivamente suya de una ¡°historia de historias¡±: un Quijote que ya no depender¨ªa de ¡°los batacazos y las calamidades¡± sino de la ¡°invisible y fluida amenidad de un libro que teje una amistad deambulada y cada vez m¨¢s c¨®mplice y trabada: el milagro del trato de don Quijote y Sancho, pero tambi¨¦n c¨®mo va abarcando una amplia galer¨ªa de seres humanos, caballeros y venteros, curas y doncellas¡±. Como dice el emocionado p¨¢rrafo final, este libro de Jordi Gracia ve y oye a Cervantes: no se puede pedir m¨¢s a una biograf¨ªa. ?
Miguel de Cervantes. La conquista de la iron¨ªa. Jordi Gracia. Taurus. Madrid, 2016 (serie Memorias y Biograf¨ªas) 466 p¨¢ginas. 23,90 euros.
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