Santo Monte en Monte Santo

?Cu¨¢l es el detonante de un c¨¢ncer? ?Cu¨¢l el de que muchos ni?os nacieran sin cerebro en colonias de obreros de la industria maquiladora? Demostrar la relaci¨®n causa efecto entre una actividad y una enfermedad grave es labor que excede tanto la pr¨¢ctica cl¨ªnica diaria como la capacidad investigadora del paciente, pero conseguirlo puede mejorar el pron¨®stico, evitar reca¨ªdas y mantener a los dem¨¢s prevenidos. Los fumadores se persuadir¨ªan antes del riesgo que corren si en las cajetillas se advirtiera de que el tabaco contiene polonio 210, is¨®topo con el que se defenestr¨® al esp¨ªa Alekxandr Litvinenko.¡­

La distancia, versi¨®n esc¨¦nica de Distancia de seguridad, novela de Samanta Schweblin, es un thriller psicol¨®gico en el que el peque?o David, su protagonista masculino, gu¨ªa la memoria de Amanda, bonaerense veraneante en una provincia que bien podr¨ªa ser Entre R¨ªos, para que, entre el mar de actos banales que ocuparon su tiempo reciente, discierna cual fue el detonante de la enfermedad que han contra¨ªdo repentinamente ella y su hijita, que el propio David padece desde tiempo atr¨¢s y que parece haberse extendido por esos pagos como mancha de aceite.

La novela, y en parte tambi¨¦n el espect¨¢culo, tienen algo de cuento popular inici¨¢tico, como los de tradici¨®n oral recogidos por los hermanos Grimm, en los que, en clave simb¨®lica, se alerta a los ni?os de los peligros que habr¨¢n de arrostrar tarde o temprano. David gu¨ªa tambi¨¦n al lector, que va tomando conciencia, junto con Amanda o por delante de ella, del horror que esconde ese paraje id¨ªlico (cual el que aparece en las primeras secuencias de la pel¨ªcula Twin Peacks), rodeado de campos de soja que se adivina trasg¨¦nica, aunque no se especifique tal extremo.

La luz de Paloma Parra, la sensualidad velada de Luz Valdenebro (en el papel de la madre de David), la extra?eza con la que la Amanda de Mar¨ªa Morales rememora y revive los acontecimientos y la distancia f¨ªsica y psicol¨®gica que hay entre Estefan¨ªa de los Santos, Fernando Delgado y los ni?os que ambos interpretan crean un clima cuasi on¨ªrico, parejo al de la novela, que evoca los cultivos intensivos de semillas est¨¦riles patentadas por multinacionales, fumigadas generosamente a ras de suelo o por el aire con glifosato y otros agrot¨®xicos, pero que puede evocar igualmente el balneario cuya insalubridad las autoridades tapan en Un enemigo del pueblo o la intoxicaci¨®n con plomo que la poblaci¨®n de Flint (Michigan), afroamericana mayoritariamente, viene sufriendo tras beber y lavarse durante a?o y medio con agua contaminada, por unas medidas municipales de ahorro.

La direcci¨®n de Pablo Messiez es eficaz, pero en la adaptaci¨®n esc¨¦nica se echa de menos la progresi¨®n minuciosa de la tensi¨®n psicol¨®gica que caracteriza el relato y la exactitud del goteo de datos, que va desvelando al lector la realidad cobijada bajo el manto de ficci¨®n.