Nueve actores sin piedad
Andr¨¦s Lima dirige ¡®El Jurado¡¯, un espeluznante retrato socio-pol¨ªtico, con texto de Luis Felipe Blasco basado en ¡®Doce hombres sin piedad¡¯
?Es justa la justicia? Cuatro mujeres y cinco hombres, con ideas y vidas dispares, tienen que responder a esta pregunta para condenar o no a un pol¨ªtico acusado de corrupci¨®n. Inspirada en Doce hombres sin piedad (1954), Andr¨¦s Lima dirige El Jurado, un retrato socio-pol¨ªtico de la realidad y de lo que cada d¨ªa aparece en informativos y peri¨®dicos en Espa?a. Teatro a pie de calle que incomoda, que obliga al espectador a colocarse en el lugar del otro. ¡°?Qu¨¦ har¨ªa yo en esa situaci¨®n?¡±, es otra de las preguntas que laten a lo largo de la obra, escrita por Luis Felipe Blasco. En el m¨ªtico retablo del norteamericano Reginald Rose, con Henry Fonda a la cabeza, el debate giraba en torno a la pena de muerte.
El Jurado se centra en la presunta corrupci¨®n de un presidente auton¨®mico para realizar un retrato de la sociedad espa?ola actual y el funcionamiento del sistema judicial, a trav¨¦s de acaloradas deliberaciones y apasionantes discusiones. Todas las posturas ideol¨®gicas y estratos sociales est¨¢n reflejados en este montaje, producido por la compa?¨ªa Avanti Teatro que se estrena este mi¨¦rcoles en las Naves del Matadero, de Madrid. El reparto, encabezado por Pep¨®n Nieto, cuenta con Josean Bengoetxea, V¨ªctor Clavijo, Cuca Escribano, Isabel Ordaz, Canco Rodr¨ªguez, Luz Valdenebro, Eduardo Velasco y Usun Yoon.
¡°Es una pena que en un jurado espa?ol no puedan figurar un pr¨ªncipe y un mendigo, aunque alguno se siente ahora en el banquillo de los acusados¡±, ironiza el director. ¡°Es lo ¨²nico que falta para retratar bien al conjunto de la sociedad espa?ola actual¡±, a?ade Andr¨¦s Lima (Madrid, 1961), uno de los grandes dramaturgos del panorama teatral. ¡°No es f¨¢cil hacer un fresco de nuestra sociedad de una manera tan sencilla y directa como hace Luis Felipe Blasco.
Es un teatro que obliga a identificarse con el jurado, a ponernos en el lugar del otro, a hacerse multitud de preguntas. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si yo fuera el que tuviera que impartir justicia? ?Qu¨¦ responsabilidad tenemos cada uno de nosotros en los casos de corrupci¨®n? ?Qu¨¦ har¨ªa yo si tengo que decidir sobre la vida y el futuro de alguien?¡±, se cuestiona a su vez el director, firme entusiasta de la obra original Doce hombres sin piedad y del espect¨¢culo para la televisi¨®n que estren¨® en 1973 el m¨ªtico Estudio 1, con Jos¨¦ B¨®dalo a la cabeza.
Risas y sorpresas
Un thriller pol¨ªtico y judicial, una tragicomedia, situaciones cr¨ªticas pero tambi¨¦n risas. Y, por supuesto, sorpresa. De todo eso se compone El Jurado, a trav¨¦s del cual se conocer¨¢ el drama de una limpiadora, con un hijo en paro, de un prejubilado acuciado por un desahucio, de una emigrante o de una trabajadora social comprometida y luchadora. Tambi¨¦n de un exitoso joven empresario o un chaval provocador que parece solo interesado por el partido de f¨²tbol Espa?a-Argentina que se juega ese d¨ªa.
Con todos esos elementos, Andr¨¦s Lima plantea un juego teatral muy audiovisual, manejando el tiempo y el espacio a trav¨¦s de esas largas deliberaciones en un lugar cerrado donde hace un intenso calor. En un habit¨¢culo negro, con un escenario circular que va girando en el vac¨ªo, sobre el que hay una mesa alargada y nueve sillas, y en el que los ¨²nicos puntos de color son los actores, el director consigue ir poniendo en primer plano a cada uno de los miembros de ese jurado seg¨²n el punto de vista que van defendiendo en esa larga e intensa jornada.
¡°La teatralidad es el veh¨ªculo para contar cosas. Lo que m¨¢s me importa de mi trabajo es qu¨¦ quiero contar y ah¨ª surge el c¨®mo lo hago. Una de mis obsesiones, o lo que busco, es la narrativa del teatro y a d¨®nde quiero que el espectador dirija su mirada, porque el espectador en el teatro es el m¨¢s democr¨¢tico que existe, ve todo y puede mirar a donde quiera. Eso es lo que hace que se pueda trabajar con un objeto art¨ªstico puro y no centrarse ¨²nicamente en el realismo de la situaci¨®n¡±.
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