Siete voces de mujer contra la violencia en Colombia
El documental ¡®Mujeres al frente¡¯ muestra a v¨ªctimas del conflicto que luchan por la paz
Patricia Guerrero, juez y abogada colombiana, emprendi¨® una ¡°resistencia pac¨ªfica contra la violencia¡± en su pa¨ªs. Busc¨® tierras, construy¨® casas y se las dio a mujeres v¨ªctimas del conflicto. Las ense?¨® a ser independientes d¨¢ndoles una profesi¨®n, educaci¨®n y conciencia de qu¨¦ son los derechos humanos. As¨ª levant¨® en el municipio de Turbaco, en Bol¨ªvar, una ciudad de mujeres en la que impera la ley de la no violencia. Y as¨ª lo explica en el documental Mujeres al frente, la ley de las m¨¢s nobles, de la periodista Lula G¨®mez.
G¨®mez (1970, Madrid), que ¡°tropez¨®¡± con esta historia en uno de sus viajes a Colombia, intent¨® sin ¨¦xito contarla en los peri¨®dicos a su vuelta a Espa?a. Poco despu¨¦s, top¨® con otra experiencia que merec¨ªa ser contada. La de Luz Marina Bernal, madre del primer falso positivo ¡ªciviles asesinados por el Estado acusados de ser miembros de la guerrilla¡ª reconocido como tal. Las ganas de dar voz a estas mujeres llev¨® a la periodista ¡ª¡°una plumilla, de papel y l¨¢piz¡±, como ella misma se define¡ª a escribir, producir, dirigir y cofinanciar, con el apoyo de ONU Mujeres, un documental sobre el papel que algunas mujeres han tenido en el proceso de paz y reconciliaci¨®n de Colombia y sobre el que deber¨ªan tener en su sociedad. Mujeres al frente, la ley de las m¨¢s fuertes se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 28 de abril en el Festival de M¨¢laga.
La cinta, de 50 minutos, contiene siete entrevistas a colombianas de diferentes edades, estatus social y etnias. Todas comparten sin embargo la misma motivaci¨®n: est¨¢n cansadas de la violencia. De experimentarla y comprobar que siempre ellas son quienes m¨¢s la sufren. ¡°Ver a las mujeres como bot¨ªn de guerra¡± es un d¨ªa a d¨ªa que todas critican en la cinta.
Entrevista a Patricia Guerrero, fundadora de la Ciudad de Mujeres.
Mayerlis Angarita asegura que Colombia necesita aprender que no es normal violar o agredir a las mujeres. Para darles la oportunidad de expresar su dolor, cre¨® Narrar para vivir, una organizaci¨®n que re¨²ne a las v¨ªctimas femeninas del conflicto para que puedan compartir sus experiencias sin sentir miedo. Al principio, se ve¨ªan de manera clandestina, en los parques. Hoy, Angarita ha sufrido dos atentados y varias amenazas por rebelarse contra el sistema patriarcal, pero el grupo cobija a m¨¢s de 800 mujeres.
Como Angarita, la principal contribuci¨®n del resto de entrevistadas ha sido la de empoderar a las v¨ªctimas para que dejen de tolerar abusos. Sin odio ni rencor, comprendiendo que todos son v¨ªctimas del conflicto, hasta los que empu?an las armas. ¡°Yo soy de una generaci¨®n para los que la revoluci¨®n armada era la opci¨®n para luchar por el pueblo¡±, afirma Vera Grabe, que form¨® parte del grupo M-19. ¡°Pero finalmente el pueblo es la v¨ªctima, y te tienes que replantear eso¡±. Tras la desmovilizaci¨®n del M-19 a principios de los noventa, Grabe fue elegida senadora por el pueblo y, hoy, dirige el Observatorio para la Paz.
¡°Fue la entrevista que m¨¢s me cost¨® conseguir¡±, recuerda G¨®mez. Las contact¨® desde Espa?a: a mujeres amenazadas, desde un m¨®vil espa?ol y un correo personal, sin ninguna instituci¨®n que la respaldara para darle fiabilidad. Pero las dificultades no la frenaron: ¡°Ten¨ªa claro que ten¨ªa delante historias que merec¨ªan ser contadas. Estas mujeres podr¨ªan ser presidentas. Deber¨ªan ser presidentas¡±, afirma G¨®mez.
Mayerlis Angarita, creadora de la organizaci¨®n Narrar para vivir.
La falta de medios le impidi¨® trasladarse hasta los lugares donde trabajan estas mujeres. ¡°Lo que hice fue traerlas a ellas a Bogot¨¢¡±, explica. Por eso en el documental no puede verse a estas mujeres en acci¨®n, como en la Ciudad de las Mujeres, aunque la fuerza de los testimonios lo suple: ¡°Quiero un pa¨ªs donde todos seamos iguales, sin importar si somos blancos, negros o indios. Donde nuestros hijos puedan sentarse con una ni?a mestiza en la ruta y no llegue a casa llorando porque no se quisieron sentar a su lado¡±, afirma Luz Marina Becerra, l¨ªder de la Asociaci¨®n de Afrocolombianos Desplazados, quien denuncia que las colombianas negras sufren una triple discriminaci¨®n: ¡°Por ser mujeres, negras y pobres¡±.
Con la ayuda de una amiga, G¨®mez consigui¨® un equipo en Colombia para grabar la cinta. ¡°No los conoc¨ªa. Cuando llegu¨¦ all¨ª me dijeron: ¡®?Sabes que hay que cortar las entrevistas cada 10 minutos?¡±. No, no lo sab¨ªa. Pero aprendi¨®. Sin experiencia previa en la direcci¨®n de documentales ni apoyo gubernamental, la periodista ha conseguido llevar el testimonio de estas mujeres a la pantalla y a la propia Colombia, donde se podr¨¢n ver el pr¨®ximo mayo, en el marco del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos.
Luz Marina Becerra, l¨ªder de la Asociaci¨®n Nacional de Afrocolombianos Desplazados.
Babelia
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