De fot¨®grafo de pueblo a retratista de una ¨¦poca
Mike Disfarmer inmortaliz¨® la sociedad de la Gran Depresi¨®n desde su estudio en una peque?a ciudad de Arkansas
Heber Springs (Arkansas), mitad del siglo XX. Ese es el tiempo y el lugar que protagonizan Mike Disfarmer. In America: Soul of a People, 1939-1946, la exposici¨®n de fotograf¨ªa que se puede ver hasta el 4 de junio en el Bernal Espacio galer¨ªa de Madrid, pero ninguno de estos dos factores aparecen en las 25 fotograf¨ªas que cuelgan de sus paredes. Los llevan impl¨ªcitos los retratados, habitantes de esta ciudad de la Am¨¦rica profunda y de sus alrededores. El otro protagonista -que tampoco aparece- es Mike Disfarmer (1884-1959), el fot¨®grafo que instal¨® su estudio en la calle principal de Heber Springs y que inmortaliz¨® a sus vecinos, en un momento en que hacerse una fotograf¨ªa era un acontecimiento especial.
Disfarmer fue un fot¨®grafo que no tuvo ning¨²n af¨¢n por pasar a la historia pero que impregn¨® sus instant¨¢neas de ella, de historia e historias. Retrata una ¨¦poca, la Gran Depresi¨®n y la Segunda Guerra Mundial, sin artificios. Capta la esencia de esta comunidad en este tiempo. Otros han sido iconos de este periodo: la fot¨®grafa Dorothea Lange con su ic¨®nica Madre migrante, John Steinbeck y su novela Las uvas de la ira, llevada al cine por John Ford. Nada se hubiera sabido de Disfarmer si no es porque en 1973, Peter Miller, un abogado que anteriormente hab¨ªa sido fot¨®grafo, recupera sus negativos. Tres a?os m¨¢s tarde se los envi¨® a Julia Scully, editora de la revista Modern Photography, quien descubri¨® un conjunto de instant¨¢neas con una homogeneidad que, seg¨²n la definici¨®n de la escritora Susang Sontang, las eleva a car¨¢cter de arte: "Para ser leg¨ªtima como arte, la fotograf¨ªa debe cultivar la noci¨®n del fot¨®grafo como auteur, de que todas las fotograf¨ªas realizadas configuren un corpus".
Mike Meyer era el verdadero nombre de Disfarmer. Nace en una familia de campesinos y granjeros de origen alem¨¢n. ?l quiso cortar estas ra¨ªces hasta el punto de cambiarse el apellido por Disfarmer (no granjero), sin embargo el destino le llev¨® a retratarlos. Entre sus clientes, cobraba 50 centavos por tres fotograf¨ªas, predominan las familias de campesinos, soldados que se quieren retratar para dejar un recuerdo antes de marchar a la guerra y las novias de estos que se fotograf¨ªan para mandarles un recuerdo al campo de batalla. Se visten con sus mejores galas y algunas imitan las posturas de las pin-up del momento para aparecer lo m¨¢s atractivas posibles.
Las im¨¢genes de Disfarmer son de las que se puede decir que valen m¨¢s que mil palabras. Se explican por s¨ª mismas, a pesar de que los retratados no hacen ning¨²n gesto, m¨¢s all¨¢ de mirar a la c¨¢mara, pero sin posados forzados, con naturalidad. Sus disparos eran una bala psicol¨®gica. Los silencios y los vac¨ªos se llenan, todo cuadra, sale sola la relaci¨®n entre los fotografiados. Los gestos, las posturas hacen que el espectador sepa si los retratados son amigos, pareja, hermanos o abuela y nieta. Los peque?os e insignificantes destalles dan el contexto: un peine en un bolsillo, un cucurucho de helado en la mano de un ni?o...
Las fotograf¨ªas que se exponen en Bernal Espacio galer¨ªa corresponden a la etapa que va de 1939 a 1946 pero Disfarmer trabaj¨® antes y despu¨¦s. Comenz¨® con un estudio en el porche trasero de la casa de sus padres. Siempre han sido pocos los objetos que han acompa?ado a sus retratados pero en sus momentos iniciales aparec¨ªa alg¨²n mueble que posteriormente desapareci¨® para dejar todo el espacio a los protagonistas sobre fondo negro o blanco, el blanco con unas l¨ªneas que articulan las composiciones siempre muy sim¨¦tricas.
Las im¨¢genes de Disfarmer, que ahora se pueden ver en Madrid y en Disfarmer. The Vintage Prints en el Museo de Fotograf¨ªa. FOAM de ?msterdam, son documentos de una ¨¦poca, que a¨²n se pueden encontrar en alg¨²n hogar de Heber Springs como la t¨ªpica imagen de los abuelos o bisabuelos. De hecho, la fot¨®grafa Toba Tucker ha publicado un libro con descendientes de los retratados por Disfarmer repitiendo las instant¨¢neas que ¨¦l realiz¨®. El legado de este fot¨®grafo ha sido admirado y valorado por colegas de profesi¨®n de la talla de Richard Avedon. Y su obra fue fuente de inspiraci¨®n para el ¨¢lbum Disfarmer: Bill Frisell, que Frisell, m¨²sico de jazz compuso como homenaje. Melod¨ªa que acompa?ar¨¢ la visita de la muestra madrile?a.
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