La ficci¨®n absoluta
'Dark' de Edgardo Cozarinsky, es una narraci¨®n llena de delicadeza y melanc¨®lica reconstrucci¨®n de la memoria personal
La lectura de Dark, la nueva novela de Edgardo Cozarinsky (Buenos Aires, 1939), me hizo recordar algo de La tercera ma?ana (2007), una narraci¨®n suya llena de delicadeza y melanc¨®lica reconstrucci¨®n de la memoria personal. La literatura que trabaja la memoria es de complicada factura. Si s¨®lo se tratara de escuchar los recuerdos e ir consign¨¢ndolos con acertada ilaci¨®n, el g¨¦nero probablemente no tendr¨ªa tantos secretos. Pero me temo que la cuesti¨®n exige algo m¨¢s. Toda verdadera recreaci¨®n de la memoria se sustenta en su posibilidad de reinvenci¨®n. Toda verdadera memoria literaria trabaja al filo mismo de la ficci¨®n, precisamente porque la memoria no es una ciencia exacta: miente, nos turba, nos saca de la duda hist¨®rica y nos introduce en la verdad est¨¦tica y en la imprecisa ¨¦tica de nuestra vida pasada. Dir¨ªa que estas son las coordenadas que manejaba Cozarinsky en aquella novela. En Dark tambi¨¦n procede de parecida manera. Incluso me parece, dada la naturaleza del relato y de sus protagonistas (la voz narradora y el personaje en el cual el autor argentino focaliza la acci¨®n), que ese empe?o evocador se inclina inexorablemente hacia el lado de la ficci¨®n absoluta.
En Dark, la memoria es parte de la ficci¨®n. Un hombre, en su vejez, evoca sus a?os de formaci¨®n emocional e intelectual. Su memoria retrocede hasta el momento en que un d¨ªa conoce a Andr¨¦s, un misterioso hombre que se ofrece a hacerle de gu¨ªa en una Buenos Aires todav¨ªa secreta para el narrador adolescente llamado V¨ªctor. Un adolescente que no hace mucho descubri¨® que quiere ser un d¨ªa escritor. Andr¨¦s despierta la curiosidad del chico de buena familia, buen estudiante. Con Andr¨¦s, el narrador descubre una ciudad distinta a como cree conocer. O como sus padres le dejan conocer. V¨ªctor no acierta nunca a saber qui¨¦n es en el fondo su gu¨ªa por la ciudad nocturna, canalla e imprevisible. V¨ªctor, gracias al misterioso Andr¨¦s, accede a territorios inexplorados. Lugares que exigen cierta generosidad pecuniaria. A veces se pregunta de d¨®nde sale el dinero que gasta con ¨¦l Andr¨¦s. D¨®nde trabaja, d¨®nde vive. Qui¨¦n es.
Edgardo Cozarinsky ya hab¨ªa incursionado en la materia de lo insondable cuando public¨® su novela titulada Lejos de d¨®nde (2009). La materia ominosa que se esconde en el pasado. Solo que en Dark lo que se avecina no es el peligro f¨ªsico ni moral. En Dark, como hizo Stevenson en La isla del tesoro, Cozarinsky juega con el sentido de la aventura espiritual, del hallazgo de la libertad, aunque sea a cambio de un descubrimiento inesperado. Todo lo que no tiene que saber V¨ªctor es precisamente lo que tiene que saber o intuir el lector para que la operaci¨®n narrativa que emprende Edgardo Cozarinsky tenga su premio est¨¦tico. Que, felizmente para nosotros, lo tiene.
Dark. Edgardo Cozarinsky. Tusquets. Barcelona, 2016. 136 p¨¢ginas. 15 euros
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