¡°Viva el toro¡±, dijo una voz popular
Hasta nueve reses salieron al ruedo, protagonistas de una tarde infame por la invalidez, la mansedumbre y la falta de casta
Andaba Talavante intentando justificarse ante su primero, un animalucho descastado y sin aire en los pulmones cuando una voz del tendido grit¨® ¡°Viva el toro¡±. Momentos m¨¢s tarde, cuando Roca Rey se preparaba para un quite ante el quinto titular, se oy¨® otra sentencia: ¡°Viva la invalidez¡±.
Ya est¨¢ dicho todo: no hubo toros y los animales de cuatro patas y de variadas capas que pisaron el ruedo padec¨ªan de una manifiesta invalidez. Hasta nueve salieron por chiqueros y ninguno hubo que mereciera la pena. As¨ª las cosas, el personal se entretuvo con los compases de la banda de m¨²sica, que aprovech¨® la festividad de San Isidro para interpretar el chotis Por la calle de Alcal¨¢, seguido y bailado con entusiasmo por los tendidos, y la cantada general de la recogida (una, dos¡ y as¨ª hasta seis) de las banderillas que quedaron en la arena duranta la lidia del sexto.
Domecq / Talavante, Roca Rey, Posada
Toros de Juan Pedro Domecq ¡ªel quinto, devuelto y sustituido por otro del mismo hierro, tambi¨¦n devuelto; el sexto tambi¨¦n devuelto¡ª, just¨ªsimos de presencia, mansos, muy blandos y descastados. Primer sobrero, de Jos¨¦ Luis Marca, manso e inv¨¢lido. Segundo sobrero, del Conde de Mayalde, manso y deslucido.
Alejandro Talavante: pinchazo y media (silencio); tres pinchazos, estocada ca¨ªda y un descabello (silencio).
Andr¨¦s Roca Rey: ¡ªaviso¡ª dos pinchazos y estocada baja (ovaci¨®n); pinchazo y casi entera (silencio).
Posada de Maravillas, quien confirm¨® la alternativa: tres pinchazos ¡ªaviso¡ª, pinchazo y media (silencio); estocada (silencio).
Plaza de Las Ventas. 15 de mayo. D¨¦cima corrida de feria. Lleno de no hay billetes. Asisti¨® Juan Carlos I, acompa?ado por su hija la infanta Elena y su nieta Victoria.
En fin, que el festejo termin¨® cerca de las diez de la noche y no pas¨® nada. Bueno, pas¨® que, una tarde m¨¢s, la figura, Talavante, el serio aspirante, Roca Rey, y el que pretende serlo, Posada de Maravillas, se presentaron en Madrid sin toros, lo que supuso otro fraude a la afici¨®n. Y, despu¨¦s, se quejan de que cada a?o disminuya el n¨²mero de abonados. Ni San Isidro desde las alturas puede impedir que la fiesta decaiga cada temporada con enga?os tan evidentes y continuados.
Parece que Talavante lo intent¨®, pero fue imposible. Recibi¨® a su primero con unas ver¨®nicas suaves, sin hondura y comenz¨® el tercio final con la muleta plegada, al estilo del cartucho de pescao, y salv¨® la papeleta con un pase por alto cambiado. Parec¨ªa que el toro¡, pero qu¨¦ va. Ah¨ª se acab¨®.
El otro era un inv¨¢lido colmado de soser¨ªa, el torero lo intent¨® sin aparentes ganas y menos posibilidades. Hasta otra.
Y volvi¨® el cicl¨®n Roca Rey, que viene apretando una barbaridad con un encomiable deseo de triunfo, valiente, entregado y comprometido en todos los tercios. Participa en quites y luces m¨¢s en tafalleras, saltilleras y gaoneras que en la ver¨®nica cl¨¢sica. Se ve que a¨²n no le ha cogido el truco. Se le vio m¨¢s sosegado que el d¨ªa de su confirmaci¨®n, con la cabeza en pleno rendimiento y no perdi¨® la parsimonia, los andares lentos, y el gusto por los movimientos con torer¨ªa. Su primero era un novillo regord¨ªo, y comenz¨® la faena de muleta con muletazos por alto, atornillada las zapatillas, confiado y seguro. Siguieron tres tandas de redondos en las que embebi¨® la embestida del toro, el enga?o siempre en la cara y lig¨® con suficiencia y gusto. Lo intent¨® con la zurda, pero el animal no respondi¨®. Alarg¨® la faena y escuch¨® un aviso antes de pinchar. Qued¨®, no obstante, su imagen de torero valiente que debe modular su juvenil y, a veces, aturrullada concepci¨®n del toreo. Devolvieron el quinto a los corrales, pero momentos antes se llev¨® un susto gordo: tras quitarlo por saltilleras, resbal¨® en la cara del animal, y se libr¨® de la posible cornada porque el inv¨¢lido se derrumb¨® mientras el muchacho se alejaba del lugar dando vueltas sobre s¨ª mismo. Recibi¨® al sobrero con apretadas gaoneras y una larga cambiada de rodillas, pero tambi¨¦n el animal tambi¨¦n volvi¨® por donde vino y el toro de Marca topada en lugar de embestir, por lo que todo qued¨® en una actitud voluntariosa.
Y confirm¨® la alternativa Posada de Maravillas, un chaval que deslumbr¨® en sus inicios como novillero, lo par¨® en seco una grave herida en los tendones de la mano derecha sufrida en los Sanfermines. Ha vuelto con escaso conocimiento y poco mando. No estuvo bien. Su primero embisti¨® con genio, y exigi¨® una muleta asentada que no existi¨®. El examen fue muy dif¨ªcil y no lo aprob¨®. Lo intent¨® de nuevo ante el sexto, pero el sobrero del Conde de Mayalde carec¨ªa de clase.
La corrida de hoy
Lunes, 16 de mayo.
Und¨¦cimo festejo de abono.
Novillos de El Montecillo, para Filiberto, Juan de Castilla y Luis David Adame.
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