¡°Nunca contaremos toda la historia, solo fragmentos¡±

El jueves, el d¨ªa en que gan¨® el premio Princesa de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades, James Nachtwey (Siracusa, Nueva York, 1948) se hab¨ªa dejado el tel¨¦fono m¨®vil en su estudio y el servidor de su correo electr¨®nico se hab¨ªa ca¨ªdo. As¨ª que estuvo en la inopia buena parte del d¨ªa, en el Estado de New Hampshire, donde ahora reside, mientras se le acumulaban las llamadas y mensajes. Nachtwey, considerado uno de los grandes fotoperiodistas de las ¨²ltimas d¨¦cadas, ha sido testigo de guerras, dramas de refugiados y de ataques terroristas durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Responde por correo electr¨®nico pocas horas despu¨¦s de conocer la distinci¨®n.

Pregunta. Ha estado cubriendo guerras durante m¨¢s de 30 a?os. ?Cu¨¢l? ha sido la principal lecci¨®n?

Respuesta. Es mucho m¨¢s f¨¢cil comenzar una guerra que acabarla. Cuando la gente es atacada, es natural que se defienda, pero cada guerra lleva inevitablemente a carnicer¨ªas y atrocidades injustificables. Hay muchas cosas en la vida por las que vale la pena luchar, pero deber¨ªamos encontrar modos de hacerlo que no conduzcan a la guerra.

P. La imagen es m¨¢s poderosa que las palabras o los n¨²meros. Lo vimos por ¨²ltima vez con la foto del ni?o Aylan. ?Pero esa emoci¨®n perdura lo bastante como para cambiar las cosas de verdad? ?Se ha sentido frustrado por esto?

R. El cambio social no puede producirse sin informaci¨®n. Antes de resolver nuestros problemas, debemos identificarlos. La labor del periodismo es proporcionar esa consciencia. El cambio se produce cuando la conciencia p¨²blica evoluciona hacia un sentido de conciencia compartida. Nunca parece suceder lo bastante r¨¢pido, y eso es frustrante. Pero sucede, as¨ª que no debemos rendirnos a la desesperanza o la indiferencia.

"Se ha dicho que los periodistas escriben el primer borrador de la historia. Los fot¨®grafos experimentan las cosas desde el terreno, antes de que nada se haya escrito, y no sabemos lo que va a suceder de un momento para otro"

P. ?Con qu¨¦ se ha quedado de su ¨²ltima visita a Lesbos? ?Cu¨¢l es su opini¨®n de la pol¨ªtica europea con los refugiados?

R. Que miles de personas (ni?os, ancianos, familias enteras¡­) arriesguen sus vidas cruzando el oc¨¦ano en balsas de pl¨¢stico que no sirven para navegar, y se queden inundados por la lluvia, en el fr¨ªo y el fango, en un refugio m¨ªnimo, no es aceptable. La falta de un modo efectivo de lidiar con esta migraci¨®n hist¨®rica pone en cuesti¨®n los valores humanos de la Uni¨®n Europea, sus capacidades y la idea de unidad en s¨ª misma. Estados Unidos invadi¨® Irak sin una justificaci¨®n real y es directamente responsable de la guerra en Afganist¨¢n. Deber¨ªa aceptar sus obligaciones y hacer mucho m¨¢s por asistir a los refugiados.

P. Le han herido varias veces, en Tailandia y en Irak. ?Le cambi¨® eso? ?Afect¨® a su trabajo?

R. Me han herido otras veces y he visto la muerte de cerca. No me hago ilusiones de estar a prueba de balas. Entiendo que lo que le pasa a la gente a la que fotograf¨ªo tambi¨¦n puede pasarme a m¨ª y acepto el riesgo. Cuando me han herido, he intentado seguir trabajando tanto como he podido. En Irak tiraron una granada al todoterreno militar en el que iba y segu¨ª fotografiando hasta perd¨ª la consciencia. Cuando me dispararon en la pierna en Tailandia no fui al hospital hasta que termin¨¦ el trabajo. Al documentar la crisis de refugiados en Grecia, otra herida se me infect¨® tanto que pas¨¦ 16 d¨ªas en cuidados intensivos y casi no sobrevivo. Volv¨ª a Grecia pocas semanas despu¨¦s. En los tres casos, tuve mucha suerte.

P. ?Cu¨¢ndo comprende mejor lo que ocurre en un sitio, cuando dispara con su c¨¢mara o cuando procesa las im¨¢genes con m¨¢s tranquilidad?

R. Se ha dicho que los periodistas escriben el primer borrador de la historia. Los fot¨®grafos experimentan las cosas desde el terreno, antes de que nada se haya escrito, y no sabemos lo que va a suceder de un momento para otro. Pero a diferencia de los escritores, nosotros no podemos hacer el segundo borrador. En el caos y la imposibilidad de predecir, solo tenemos un disparo para un determinado momento, antes que este desaparezca para siempre. Es imposible saber lo que significa cada cosa que vemos, debemos improvisar y seguir nuestra intuici¨®n, usar nuestros instintos y experimentar y hacer lo mejor posible para conseguir la historia. Pero nunca podemos contarla toda. Solo podemos ofrecer fragmentos y confiar en que esas esquirlas de tiempos contengan alg¨²n significado y den algo de luz sobre acontecimientos que, de otro modo, suceder¨ªan en la oscuridad.