Explosions in the sky, una respuesta a la dichosa f¨®rmula ¡®indie¡¯
La banda de Texas demuestra su poder¨ªo instrumental
Lo que sea que haya significado y signifique a estas alturas la est¨¦ril y sobada etiqueta de indie tiene una raz¨®n de ser en un grupo como Explosions in the Sky. Surgidos del rudo estado de Texas, estos tipos plantaron en el siglo XXI una trepidante v¨ªa alternativa sonora en tierra del country, all¨ª donde la mayor¨ªa quer¨ªa calzarse botas y masticar tabaco ellos parec¨ªan sacados de una alta escuela universitaria con ganas de resolver problemas matem¨¢ticos y f¨®rmulas imposibles. Y, a decir verdad, mucho de ese perfil empoll¨®n que resuelve todo lo que se le antoja se desprende en su m¨²sica. Anoche, sobre el escenario del Primavera Sound, dieron toda una muestra de calidad instrumental, no apta para novatos.
Hubo un saludo en espa?ol macarr¨®nico solo m¨¢s saltar al escenario y a partir de ah¨ª no hubo m¨¢s palabras. Explosions in the Sky comenzaron con unas atm¨®sferas sombr¨ªas pero envolventes, ricas en matices, que brotaban del juego de guitarras que se marcaban Mark Smith, Munaf Rayani y Michael James. Afuera, al otro lado de las tablas donde los guitarristas se posicionaban como alfiles en un tablero de ajedrez, hab¨ªa una gigantesca explanada que se fue llenando de gente a medida que ellos, ajenos a todo, daban sentido a su rock instrumental, aunque en los primeros compases faltaron decibelios en la propuesta.
Amenazaba tormenta y termin¨® por rugir. Con esa herencia de Sonic Youth, aunque a veces desprenden una melancol¨ªa propia de Yo la Tengo, Explosions in the Sky dieron cr¨¦dito a su indie rock de telones sonoros, capas que a veces son ambientes estilosos y que otras tantas suben la potencia hasta parecer rugidos el¨¦ctricos en la noche. Quedaba la sensaci¨®n, eso s¨ª, de que su estilo perd¨ªa impacto ante colosales escenario y explanada.
Algo parecido pas¨® con The James Hunter Six, cuyo soul elegante, de una finura impecable, sonaba hu¨¦rfano de cari?o en el enorme espacio donde acontec¨ªa por la tarde con un sol de justicia. En el escenario H&M, destinado a las actuaciones m¨¢s potentes de algunos de los cabezas de cartel, se hac¨ªa dif¨ªcil apostar durante los primeros minutos por el ¨¦xito de sus canciones de gramola, pero el m¨²sico brit¨¢nico demostr¨® un oficio de campeonato.
Poco a poco, como un boxeador dispuesto a ganar por los puntos y resistiendo contra las cuerdas, consigui¨® que aquello pareciese un club, lugar id¨®neo para que sus composiciones de raigambre negra alcancen el cl¨ªmax perfecto. Hunter, como Van Morrison con quien trabaj¨® en los noventa y particip¨® en algunos discos, es blanco, pero confi¨® su alma a dioses del cancionero afroamericano como Sam Cooke, Otis Redding o Curtis Mayfield. Y no le va nada mal. Puede parecer retro, pero tiene tanto buen hacer y una voz tan embriagadora que, al final, como sucedi¨® ayer en Barcelona, te gana. ?l y la banda, liderada por los metales, fueron desgranando las canciones que se recogen en sus discos Minute by Minute y Hold On ¨Ceste publicado este a?o-, dos notables tratados de soul moderno que, si bien es cierto que no cambian el curso de ninguna historia y no se comer¨ªan ni una rosca en cualquier casa de apuestas experimentales, son en s¨ª mismos motivos de alegr¨ªa musical.
Quien s¨ª entrar¨ªa en las quinielas de apuestas en una reivindicativa lista de m¨²sicos experimentales ser¨ªa Empress Of, nombre art¨ªstico en el que se esconde la norteamericana Lorely Rodriguez, que con su disco Me recibi¨® el a?o pasado los parabienes de la comunidad Pitchfork, la biblia actual del indie anglosaj¨®n. Su propuesta minimalista mezcla el medio tiempo folk con la electr¨®nica, perfil¨¢ndose con personalidad propia en el poblad¨ªsimo mundo del pop contempor¨¢neo. Sobre el escenario Pitchfork del festival, las canciones que en disco suenan algo ¨ªntimas se agrandaron, pero no consiguieron dar el empaque suficiente. Empress Of es simplemente correcta, aunque apunta maneras cuando conecta con su lado m¨¢s bailable. A d¨ªa de hoy, ser protegida de Pitchfork puede subirte a los altares, pero tambi¨¦n puede no significar nada. De esta guisa, a la hora de descifrar actualmente eso que se llama indie, Explosions in the Sky dejaron claro que ellos son una respuesta para la dichosa f¨®rmula.
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