La historia de un renegado en video
Un documental sobre el intelectual venezolano Carlos Rangel invita a reflexionar el tr¨¢gico destino de los petroestados populistas
Todo empieza y todo termina en la pol¨ªtica. Tal vez sea esa la conclusi¨®n m¨¢s gruesa del documental sobre el intelectual venezolano Carlos Rangel, llamado Esta es su vida, ¨¦sta su libertad. Dirigido por Andr¨¦s Crema, el trabajo es parte de la colecci¨®n Cine Archivo que dise?¨® el cineasta e historiador venezolano Carlos Oteyza. Ha salido en v¨ªdeo en fecha reciente y es uno de los documentos m¨¢s importantes para entender la decadente deriva de este pa¨ªs.
En los ¨²ltimos a?os Oteyza, que ha participado como director y guionista en largos de ficci¨®n, se ha concentrado en tratar de romper el negativo consenso que intent¨® imponer Hugo Ch¨¢vez sobre la democracia de partidos (1958-1998), la etapa previa a su llegada al poder. En esta oportunidad el productor no solo ha rescatado el trabajo de un intelectual abominado por el chavismo por su pr¨¦dica liberal, sino incluso ignorado por las ¨¦lites de su tiempo. Rangel siempre critic¨® que el modelo de desarrollo pactado entre el socialcristianismo y la socialdemocracia venezolanas a la ca¨ªda de la dictadura de Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez castrara el crecimiento del individuo.
Fue el mismo Rangel, nacido en Caracas en 1929 y quien se suicid¨® en 1988, el que desde su atalaya en la televisi¨®n -durante casi 30 a?os condujo el exitoso programa de opini¨®n Buenos D¨ªas junto a su esposa Sof¨ªa Imber- dej¨® en evidencia que era una rara avis. La elegante direcci¨®n de Crema vuelve una y otra vez sobre esta idea muy com¨²n. No ha sido Venezuela un pa¨ªs generoso con sus intelectuales. ¡°Que en un pa¨ªs petrolero alguien defendiera las ideas liberales solo pod¨ªa ser considerado como una osad¨ªa¡±, afirma Oteyza, como para reafirmar que las ideas de Rangel en Venezuela no cab¨ªan dentro del modelo imperante de desarrollo.
Su obra cumbre es Del buen salvaje al buen revolucionario editado en Francia en 1976, en pleno auge de un boom petrolero, y que se convirti¨® en la contracara del cl¨¢sico de Eduardo Galeano Las venas abiertas de Am¨¦rica Latina, la biblia de la izquierda revolucionaria de Am¨¦rica Latina. Por esa y otras razones algunos intelectuales deslumbrados con la Revoluci¨®n Cubana encontraron en su propuesta una forma de desprecio hacia los or¨ªgenes de Am¨¦rica Latina y suscribieron lo que entonces manifestaba el intelectual uruguayo ?ngel Rama: ¡°Rangel es el perro guardi¨¢n de la embajada de Estados Unidos en Caracas¡±.
El libro tuvo en su momento resonancia continental, pero en el pa¨ªs apenas trascendi¨® entre intelectuales y personas informadas quiz¨¢s porque marchaba a contracorriente de lo que ocurr¨ªa. Ese a?o se hab¨ªa nacionalizado el petr¨®leo y Venezuela era una de las pocas democracias s¨®lidas del continente con un modelo que amamantaba a una clientela pol¨ªtica que dej¨® de preocuparse por su destino. Cre¨ªa su dirigencia que si pose¨ªa la riqueza podr¨ªa llegar a convertirse en un pa¨ªs desarrollado. El pacto social que logr¨® el establecimiento de la democracia en 1958 propendi¨® a la redistribuci¨®n de la renta petrolera. Era un proyecto de izquierdas que apuntalaba a gobiernos proteccionistas de todas las clases sociales: ni al empresariado le interesaba competir y los menos favorecidos siempre esperaron que el Estado resolviera su destino.
En alg¨²n momento del documental el director Crema pone en escena una entrevista concedida por Rangel a prop¨®sito de la edici¨®n de su libro en su pa¨ªs natal. Dos frases son inolvidables: ¡°Si los pol¨ªticos persisten en sus errores arruinar¨¢n a Venezuela de un modo terrible¡± y ¡°la expresi¨®n ¡®capitalismo de estado¡¯, que algunos exhiben con orgullo, es en realidad una maldici¨®n¡±. Nadie escuch¨® entonces esas palabras que hoy, en medio del crep¨²sculo del gobierno chavista, lucen como una explicaci¨®n a ese Estado fallido que es Venezuela. ¡°M¨¢s all¨¢ de que ¨¦l tuviera o raz¨®n o no, porque ser¨¢n los espectadores quienes lo decidan, lo peor es seguir ignorando hoy ese dilema que plantea¡±, afirma Oteyza. El Estado como redistribuidor de las riquezas o individuos dispuestos a forjarse su destino mediante su propio esfuerzo. Si el documental contribuye a colocar esta discusi¨®n en el centro de las preocupaciones de la dirigencia pol¨ªtica habr¨¢ cumplido su cometido.
Babelia
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