Ante V¨ªctor, el torero muerto
El diestro ha alcanzado en los pitones de un toro la gloria que no pudo tocar con los dedos en este mundo
V¨ªctor Barrio ha alcanzado en los pitones de un toro la gloria que no pudo tocar con los dedos en este mundo. Mala suerte se llama eso en el argot de los humanos.
Ahora, ante el torero muerto parece que no cabe m¨¢s que el dolor y la tristeza por el ser humano desaparecido. Pero cabe algo m¨¢s: la reivindicaci¨®n del torero como referencia del hombre grande que decide dedicar su vida a una vocaci¨®n que persigue la gloria por el camino m¨¢s cercano al fracaso.
Hay que estar loco para ser torero. No se puede calificar de otra manera a quien se enfunda en un traje de luces y se enfrenta a un animal poderoso y salvaje a sabiendas del inminente peligro y de que es una profesi¨®n plagada de ilusionantes historias rotas, de cicatrices ardientes, de decepciones personales, y, a veces, como en esta, de muerte.
Pero torero se nace. Y lo que para la mayor¨ªa de los humanos es una demencia, para el aspirante a torero es una obsesi¨®n sin la que no puede vivir.
Y elige la profesi¨®n m¨¢s dura del mundo, la que lo aparta de la vida, le roba la adolescencia y la juventud, la que exige el m¨¢ximo sacrificio, el esfuerzo sobrehumano, la entrega absoluta, y sin garant¨ªa de que le devolver¨¢ nada de lo aportado.
Por eso, el mundo del toro est¨¢ lleno de sue?os irrealizados; de toreros que lo son solo en su imaginaci¨®n, pero de hombres, todos ellos, especiales y ejemplares, porque son h¨¦roes en un mundo en el que prevalece la b¨²squeda constante de la seguridad.
Hoy, ante el torero muerto, cabe recordar que V¨ªctor Barrio era de uno de esos j¨®venes que decidi¨® dedicar su vida por entero al toro. Ten¨ªa ya 20 a?os cuando se puso delante de una becerra por primera vez. Muy tarde, pero sorprendi¨® a todos por su afici¨®n y, sobre todo, por su tes¨®n.
Y el 13 de junio de 2009, se visti¨® de luces en un pueblo de Toledo, y estuvo sensacional, seg¨²n cuenta un hombre que fue su apoderado. V¨ªctor ¡°tuvo afici¨®n y cualidades para ser figura¡±, repite, ¡°pero no siempre la suerte fue su aliada¡±.
?Ay, la suerte¡! Destac¨® como novillero y fue figura que recorri¨® las ferias m¨¢s importantes. Pero pronto lleg¨® la prueba de fuego, la alternativa, el Domingo de Ramos de 2013, en Madrid, con El Fundi como padrino y su compa?ero Juan del ?lamo como testigo. No tuvo suerte ese d¨ªa, ni tampoco poco m¨¢s tarde, en San Isidro, y todas las posibilidades se derrumbaron.
Lleg¨® el temido par¨®n profesional que a tantos afecta y pocos consiguen superar. V¨ªctor no lo consigui¨®; o no ha tenido tiempo para conseguirlo.
Y ah¨ª anduvo, en tierra de nadie, hasta que en 2015, en la temprana feria de Valdemorillo, con la televisi¨®n como altavoz, se reivindic¨® como torero y consigui¨® el triunfo que hubiera necesitado en Las Ventas para alcanzar la meta so?ada. Pero Madrid se le resisti¨® una y otra vez.
Cuando lleg¨® a Teruel contaba la tercera corrida de la temporada; pocas para quien hab¨ªa apostado fuerte. Y all¨ª, el destino le jug¨® una faena. Quede, sin embargo, el recuerdo de un superhombre que opt¨® por la suerte de los grandes. ?l lo hab¨ªa barruntado en su cuenta de Twitter: ¡°Siempre pens¨¦ que la vida la viven los cobardes y la disfrutan los valientes, aunque, a veces, el precio sea demasiado caro¡±. Demasiado, V¨ªctor, demasiado¡
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