Las galletas con derechos de autor
La justicia de Holanda da la raz¨®n a Theo Tempels frente a un gran fabricante de boller¨ªa que no quer¨ªa pagarle por su idea
El bizcocho o pan tostado se llama popularmente biscote, y en Holanda hay una modalidad redonda que acompa?a momentos tan importantes de una familia como los nacimientos. Untado con mantequilla y cubierto de anises de color rosa o azul, con este beschuit (en neerland¨¦s) se celebra desde el siglo XVII la llegada de los hijos. Pero tiene un problema: hoy viene empaquetado en envases en forma de rulo y sacarlo sin que se rompan es casi imposible. En 1999, Theo Tempels, un ingeniero mec¨¢nico jubilado que hab¨ªa trabajado en Philips y KLM, decidi¨® hacer una hendidura del grosor de un dedo en un borde, y acabar con las tostadas rotas. Patentado un a?o despu¨¦s, ofreci¨® su invento a dos fabricantes se?eros, Bolletje y Continental Bakeries. Como no tuvo ¨¦xito, guard¨® el documento para mejor ocasi¨®n.
En 2002, sin embargo, el primero de estos fabricantes sac¨® al mercado el biscote mellado como si fuera suyo. Tempels se quej¨® y lleg¨® a un acuerdo para que solo pudieran fabricarlos bajo licencia y le pagaran por ello. A finales de julio, la segunda firma aleg¨® ante la justicia que dentar una tostada no es un invento, y pidi¨® la anulaci¨®n de la patente, vigente durante 20 a?os. Para sorpresa de Continental Bakeries, un grupo europeo que factura 321 millones de euros anuales, los jueces han dado la raz¨®n a Tempels.
Su victoria ha echado por tierra los argumentos de la empresa dulcera. Sus portavoces adujeron "no ver inventiva alguna en hacer una melladura a una tostada redonda; tarde o temprano, se le hubiera ocurrido a cualquiera del ramo". Teniendo en cuenta que solo Bolletje, la competencia de sus demandantes, vende 16 millones de paquetes de beschuit al a?o, esta vez, la respuesta de Tempels, de 77 a?os, fue elemental: "Si fuera tan f¨¢cil, lo habr¨ªan hecho antes que yo, y no ha sido as¨ª". El tribunal de La Haya que vio el caso admiti¨® que la idea parece sencilla, pero no lo es. La soluci¨®n para evitar que el biscote se rompa al extraerlo de su envoltorio cil¨ªndrico es lo bastante ingeniosa como para ser calificada de invento, ¡°porque hay en ella elementos nuevos, y adem¨¢s, la patente est¨¢ en orden¡±, se?al¨® el fallo.
Encantado con la decisi¨®n pero reacio a mostrarse en p¨²blico, Tempels declar¨® al rotativo NRC Handelsblad sentirse muy aliviado. ¡°Se ha intentado a menudo declarar nula mi patente. Menos mal que no lo han conseguido. Como Continental Bakeries (ni nadie m¨¢s) puede ahora fabricar el biscote mellado sin su permiso, espera acordar tambi¨¦n un r¨¦gimen de licencias. Por dinero, desde luego. Pero sobre todo por una cuesti¨®n de principios. "No resisto que pateen mis derechos".
Babelia
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