Nuevas visiones del Holocausto
Tres pel¨ªculas observan los tiempos de la Segunda Guerra Mundial desde ¨®pticas distintas
De la escalada antisemita a la persecuci¨®n de los jud¨ªos, de la deportaci¨®n a los campos a la generalizaci¨®n del genocidio, de la resistencia hasta el proceso y los posteriores intentos de reparaci¨®n, los distintos cap¨ªtulos que constituyen la m¨¢s sombr¨ªa historia del continente europeo han ocupado un lugar central en el cine de la ¨²ltima mitad de siglo. Sin embargo, no todo ha sido dicho, relatado y sentenciado respecto al Holocausto. Tres directores presentes con sus pel¨ªculas en la Mostra de Venecia demuestran que ese traum¨¢tico cap¨ªtulo puede seguir siendo observado a partir de historias novedosas y narrado desde ¨®pticas distintas a las habituales.
El que m¨¢s ruido ha provocado es el ruso Andr¨¦i Konchalovski, que parece un firme aspirante al Le¨®n de Oro que se entregar¨¢ este s¨¢bado. El cineasta ha presentado la muy aplaudida Paradise, donde narra tres historias ambientadas durante la Segunda Guerra Mundial, protagonizadas por un funcionario franc¨¦s de la polic¨ªa de Vichy, una arist¨®crata rusa interna en un campo de concentraci¨®n por haber escondido a ni?os jud¨ªos y un alto mando de las SS enamorado de esta ¨²ltima. La pel¨ªcula alterna el relato hist¨®rico con entrevistas donde estos tres personajes responden a c¨¢mara, como en un interrogatorio policial o una confesi¨®n religiosa. Todos ellos se explican sobre sus actos frente al espectador. Todos creen que hicieron lo correcto.
A medida que avanza el metraje, se acaba por entender que esas conversaciones tienen lugar en el m¨¢s all¨¢. ¡°No quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre el Holocausto, sino m¨¢s bien hablar de la naturaleza del mal, que es algo que nace todos los d¨ªas y en todas las ¨¦pocas. Hay personas que creen estar haciendo el bien, pero en realidad hacen el mal¡±, explica Konchalovski. El director asegura que le ¡°repugna¡± la representaci¨®n habitual del Holocausto en el cine, en esas pel¨ªculas que ¡°muestran a cientos de ni?os con pijamas de rayas y en color¡±. Sirvi¨¦ndose de un novedoso dispositivo, la pel¨ªcula tiene el m¨¦rito de encontrar una nueva manera de contar una historia conocida, aunque tambi¨¦n se le puede recriminar una tendencia a convertir la miseria ajena en espect¨¢culo, tanto por su enrevesada estructura como por su estetismo visual. Sin mencionar ese final improbable en el que irrumpe lo divino, que directamente roza el rid¨ªculo.
A su lado, el ucranio Sergei Loznitsa aboga por una aparente contenci¨®n y neutralidad a trav¨¦s del documental Austerlitz, otro de los t¨ªtulos que han dado que hablar en Venecia, donde la pel¨ªcula ha sido presentada fuera de competici¨®n. El filme est¨¢ constituido por largu¨ªsimos planos fijos en blanco y negro, sin narraci¨®n ni comentario alguno. Arranca con una extendida toma que muestra a masas de turistas en un lugar impreciso. Al cabo de 13 minutos, el director nos muestra el contraplano y dilucida el misterio. Los visitantes cruzan una puerta met¨¢lica con una inscripci¨®n grabada en letras de hierro: Arbeit macht frei, ese famoso lema nazi que rezaba que ¡°el trabajo te hace libre¡±.
Todo el documental transcurre en los campos de Dachau, cerca de M¨²nich, y Sachsenhausen, en las afueras de Berl¨ªn. Loznitsa quiso preguntarse por qu¨¦ millones de turistas deciden pasar ¡°un fin de semana de placer en un lugar tan lleno de dolor y horror¡±, aunque el director nunca les d¨¦ la palabra. Toda la pel¨ªcula est¨¢ pensada como una reflexi¨®n cr¨ªtica sobre el llamado turismo de la desolaci¨®n y transcurre en un silencio solemne y algo reprobador. ¡°Es parad¨®jico, porque la gente no piensa en el pasado al visitar esos lugares¡±, ha dicho Loznitsa en Venecia. ¡°Los turistas observan cosas como si pertenecieran a otro mundo. ¡®Ah, qu¨¦ interesante¡¯. Como consumidores. All¨ª se vende el horror en peque?as cantidades. Cuando te quedas fuera y observas a la gente, eso es lo que ves¡±, explic¨® despu¨¦s a The New York Times.
Espectros de ayer y de hoy
Por ¨²ltimo, la francesa Rebecca Zlotowski encuentra otra manera de acercarse al asunto, partiendo esta vez de la ficci¨®n. Planetarium, presentada fuera de competici¨®n en la Mostra, es un relato protagonizado por dos hermanas estadounidenses de viaje por la Francia de los a?os treinta, a las que interpretan Natalie Portman y Lily-Rose Depp, la hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis. Trabajan como m¨¦diums y organizan concurridos espect¨¢culos en el Par¨ªs de entreguerras, donde las descubrir¨¢ un productor cinematogr¨¢fico que aspira a demostrar la existencia de esp¨ªritus y otros fantasmas captur¨¢ndolos gracias al uso de la pel¨ªcula cinematogr¨¢fica.
La atm¨®sfera de preguerra, perceptible pese a que Zlotowski a deje casi siempre fuera de plano, no tardar¨¢ en interrumpir ese proyecto. Planetarium se inspira en una historia real, la del productor jud¨ªo Bernard Natan, franc¨¦s de origen rumano que dirigi¨® durante los a?os treinta los estudios Path¨¦. Una conspiraci¨®n antisemita le desposey¨® de su cargo, antes de que la polic¨ªa le metiera en la c¨¢rcel, le retirara la nacionalidad francesa y le mandara a Auschwitz desde el campo de internamiento de Drancy. Los espectros se superponen: los que logran observar las hermanas en sus sesiones, los que proyecta el cinemat¨®grafo, los que brotan por todas las esquinas en los d¨ªas previos al estallido de la guerra. Y tambi¨¦n los del presente: Zlotowski dice haber inspirado, entre otras cosas, en ¡°el clima pol¨ªtico cr¨ªtico que nos rodea y que nos sumerge¡±.
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