¡°En la National Gallery, los brit¨¢nicos son parte de Europa¡±

¡°La National Gallery es un lugar desde el que los brit¨¢nicos pueden reflexionar sobre su papel en Europa y lo que significa ser parte de la cultura europea. Y as¨ª debe seguir siendo¡±. Gabriele Finaldi (Londres, 1965), director desde hace un a?o de la National Gallery, responde as¨ª cuando se le interroga sobre el Brexit. De origen napolitano, reconoce llevar en sus genes el sentimiento europeo y asegura estar preocupado y a la expectativa por la forma en la que se lleve a cabo la salida de Reino Unido de la UE.

¡°En el sector cultural la idea de integraci¨®n est¨¢ profundamente arraigada. Nosotros, por ejemplo, tenemos un 30% de trabajadores comunitarios en la National. Y as¨ª es en todas las instituciones culturales. ?Qu¨¦ va a ocurrir? No lo s¨¦. Por mi parte, seguir¨¦ colaborando con otros museos europeos o americanos como he hecho hasta ahora. La cultura es compartir proyectos. No entiendo otra cosa¡±.

Finaldi hac¨ªa ayer estas declaraciones en Madrid, minutos antes de que el museo del Prado, en el que trabaj¨® como adjunto a la direcci¨®n entre 2002 y 2015, diera a conocer dos importantes exposiciones que ser¨¢n comisariadas por ¨¦l. Una supone la culminaci¨®n de toda una vida de estudio dedicada al pintor valenciano Ribera a partir del 22 de noviembre en el museo del Prado. La otra se titula Vel¨¢zquez. Murillo. Sevilla, y se inaugura el 8 de noviembre en el Hospital de los Venerables de la capital andaluza, de la Fundaci¨®n Focus Abengoa.

Feliz por reencontrarse en el museo en el que trabaj¨® 13 a?os, Gabriele Finaldi precis¨® que el proyecto de Jos¨¦ de Ribera (J¨¢tiva, 1591-N¨¢poles, 1652) es, en realidad la exposici¨®n de un cat¨¢logo en el que se recogen las investigaciones que comenzaron con su tesis doctoral y que nunca abandon¨®. Esa publicaci¨®n ser¨¢ el primer cat¨¢logo razonado de los dibujos del artista, 160 obras, de las que nueve son propiedad del Prado; una cifra espectacular si se tiene en cuenta que en 1923 solo estaban identificados 12 dibujos. La publicaci¨®n est¨¢ coeditada por el Museo del Prado, el Meadows Museum de Dallas (la exposici¨®n viajar¨¢ all¨ª en marzo) y la Fundaci¨®n Focus.

Finaldi explic¨® que la formaci¨®n italiana de Ribera empez¨® a los 15 a?os, cuando lleg¨® a Roma. ¡°Dibuja mucho, pero en general no son trabajos preparatorios para pinturas. Era muy r¨¢pido y le gustaba reflejar escenas que ve¨ªa por las calles. Se fija en las personas, en sus cabezas, en sus manos y hace apuntes de sucesos que le sorprenden, como la ejecuci¨®n de un hombre en el Campo de los Suplicios de N¨¢poles. Una de las obras, con cabezas y brazos esparcidos por el suelo, nos hacen evocar al Goya m¨¢s tenebroso¡±. En general, a?ade Finaldi, Ribera recurr¨ªa al dibujo como experimentaci¨®n de nuevas formas de acercarse a la pintura y para capturar lo absurdo y lo oscuro que le rodeaba.

Vel¨¢zquez y Murillo

Sobre el proyecto que se ver¨¢ en la capital andaluza, donde se confronta a Vel¨¢zquez con Murillo, dos pintores sevillanos sobre los que no hay certezas de que llegaran a conocerse, se mostraran 19 pinturas, nueve de Vel¨¢zquez y 10 de Murillo. Cinco obras han sido prestadas por el Prado.

Finaldi cont¨® que los dos pintores reflexionaron en su obra sobre el papel del artista: Vel¨¢zquez en las Meninas y Murillo en su autorretrato. Murillo es de una generaci¨®n posterior a Vel¨¢zquez pero conoci¨® la obra de su paisano. ¡°Las afinidades iconogr¨¢ficas y est¨¦ticas son muy evidentes¡±. Sevilla era entonces una ciudad que exportaba pintura y pintores y que lleg¨® a influir en el desarrollo del arte en Espa?a y en el extranjero, tanto durante el Barroco como en siglos posteriores. ¡°No se ha podido comprobar con documentos que los dos pintores se conocieran personalmente porque solo se sabe con certeza que Murillo viaj¨® a Madrid en 1658 cuando ambos artistas eran ya muy conocidos y quiz¨¢s Murillo se interes¨® por los m¨¢s de veinte cuadros que pint¨® Vel¨¢zquez antes de viajar a Madrid¡±.