Contra el silencio del final de ETA
Rubalcaba, Eguiguren y Otegi relatan en un documental, que se estrena en Zinemaldia, los diez a?os de conversaciones con la banda terrorista
Fueron diez a?os de encuentros, conversaciones, fracasos y esperanzas. Diez a?os largos y duros, con eternas complicaciones y muchos momentos muy dolorosos, con atentados y muertos. Pero tambi¨¦n fueron unos a?os en los que la imaginaci¨®n, el sacrificio y la generosidad encontraron su hueco. El documental, El fin de ETA, relata a trav¨¦s de sus principales protagonistas, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Jes¨²s Eguiguren y Arnaldo Otegi, el camino seguido para acabar con la violencia de ETA, el grupo terrorista que naci¨® en 1959 y que durante 40 a?os dej¨® 829 v¨ªctimas mortales y desgarr¨® el pa¨ªs.
Con guion de los periodistas Jos¨¦ Mar¨ªa Izquierdo y Luis Rodr¨ªguez Aizpeolea, y dirigido por Justin Webster, El fin de ETA, dedicado a las v¨ªctimas, se presenta el lunes pr¨®ximo en la secci¨®n Zinemira del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. El documental es una producci¨®n de Quality Media y Prisa V¨ªdeo, junto a las cadenas ETB, Canal Sur, Radio Televisi¨®n de Castilla-La Mancha, IB3 (televisi¨®n de Baleares) y Radio Televisi¨®n de Asturias, adem¨¢s de la productora vasca Baleuko.
¡°Somos una generaci¨®n marcada por la historia de ETA, nuestra vida profesional y personal han girado, desgraciadamente, en torno a la violencia¡±, se?alan Aizpeolea e Izquierdo, para quienes el cese definitivo de la violencia, anunciado por ETA el 20 de octubre de 2011, marca un tiempo nuevo. El documental, recalcan los guionistas, no es una historia de ETA, sino del proceso final de la banda terrorista, desde 2000, cuando el entonces presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jes¨²s Eguiguren, se sienta por primera vez, en secreto y sin advert¨ªrselo a nadie, con el dirigente de Batasuna, Arnaldo Otegi. Se citaron en un solitario caser¨ªo de Txillarre (Gipuzkoa), propiedad de un amigo com¨²n, Peio Rubio, que incluso les preparaba las comidas. ¡°?Es que vamos a dejar esto para la siguiente generaci¨®n?¡±, le dijo Eguiguren a Otegi entonces.
El documental alcanza hasta la declaraci¨®n de los tres etarras encapuchados leyendo ante las c¨¢maras de televisi¨®n su declaraci¨®n de abandono de las armas, que no de su disoluci¨®n. El fin de ETA viene a romper con el silencio sobre lo que pas¨® durante esa d¨¦cada de encuentros y conversaciones.
La grandeza de la pol¨ªtica
Justin Webster, director ingl¨¦s afincado en Barcelona desde hace a?os, antiguo reportero para la BBC y The Independent, es autor de documentales sobre el 11-M, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez o el exitoso Ser¨¦ asesinado. Su objetivo al enfrentarse al documental El fin de ETA no estaba en la pol¨ªtica, sino en la narrativa. Sin embargo, reconoce que la pel¨ªcula es toda una reivindicaci¨®n de la grandeza de la pol¨ªtica.
¡°Lo que queda claro es que los tres personajes principales, Rubalcaba, Eguiguren y Otegi, cada uno con su punto de vista y su diferente ideolog¨ªa, hicieron una gran aportaci¨®n pol¨ªtica para terminar con la violencia. En estos momentos, en los que la pol¨ªtica est¨¢ tan menospreciada, esta historia demuestra c¨®mo lograr objetivos con la pol¨ªtica¡±.
¡°Al contrario que en otros conflictos, como el de Irlanda, aqu¨ª no ha habido trabajos, ni literarios ni audiovisuales, que analizaran ese acontecimiento tan importante¡±. ¡°Hay que pasar p¨¢gina con el terrorismo, pero antes de pasar p¨¢gina, hay que leerla muy bien. Con este documental queremos contribuir a ello. La gente tiene derecho a saber que es lo que ha pasado¡±, se?ala Aizpeolea.
El relato del final de ETA en la pel¨ªcula, a la que Webs le ha dado ritmo de trhiller, sigue criterios period¨ªsticos, con el rigor de los datos, utilizando tambi¨¦n im¨¢genes de archivo y viajando a los lugares, los hoteles, las habitaciones y salones de esos establecimientos donde se celebraron los encuentros, como Ginebra y Oslo. Los hechos se cuentan a trav¨¦s de sus protagonistas y aunque el peso de ese relato recae en los testimonios de Rubalcaba, Eguiguren y Otegi, se da voz tambi¨¦n a casi una veintena de personas afectadas por el conflicto, como v¨ªctimas, excarcelados de la banda, pol¨ªticos de distintos partidos y representantes de organizaciones internacionales, que tuvieron un peso importante en el final del proceso, como Martin Griffiths, del centro Henry Dunant, en Ginebra.
¡°Nuestra intenci¨®n ha sido narrar ese final de ETA a trav¨¦s de los hechos y, a partir de ah¨ª, desmontar las mentiras y los t¨®picos en torno al tema, hacer frente a las interpretaciones maniqueas, pol¨ªtica y electoralmente interesadas¡±, explican los guionistas, que reconocen las dificultades para convencer a algunos de los afectados de que participaran en el documental. Es, por ejemplo, la primera vez que Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, ministro del Interior del Gobierno Zapatero cuando se anunci¨® el cese de la violencia, habla abiertamente y en p¨²blico sobre su papel y el del Ejecutivo en aquel momento. ¡°Ha guardado silencio y prudencia, consciente de que el final de ETA es producto de muchos a?os, de que otros gabinetes anteriores, como el de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar tambi¨¦n han contribuido a ello¡±, asegura Aizpeolea, quien recalca que las conversaciones Gobierno-ETA contaron con el respaldo de todos los grupos pol¨ªticos del Congreso de los Diputados, excepto el PP, y estuvieron amparadas por el Pacto de Ajuriaenea.
El fin de ETA recorre las etapas por las que transcurrieron esos encuentros, desde las citas secretas de Eguiguren con Otegi, y las posteriores a la llegada de Rodr¨ªguez Zapatero al Gobierno en 2004. Fue entonces, cuando Eguiguren comunic¨® al presidente y a Jos¨¦ Blanco, secretario de Organizaci¨®n del PSOE en aquella ¨¦poca, sus conversaciones, que se rompieron de manera dram¨¢tica con el atentado en la Terminal 4 de Barajas (Madrid), en diciembre de 2006.
Seis meses m¨¢s tarde, la pol¨ªtica de Rubalcaba se centr¨® en Batasuna. ¡°O bombas o votos¡±. Ese fue el emplazamiento que hizo al brazo pol¨ªtico de ETA el entonces ministro del Interior. ¡°El fin de la violencia no hubiera sido posible sin la decidida actuaci¨®n policial y judicial para conseguir que Batasuna obligara a ETA, pero tambi¨¦n fue determinante la inteligencia pol¨ªtica de Zapatero y Rubalcaba, que se ganaron a la opini¨®n p¨²blica vasca, junto a la ayuda inestimable del PNV y sus dirigentes¡±, a?aden los periodistas.
Desde el rigor, este documental se incorpora al relato que se construye de estos a?os de terror, donde las v¨ªctimas tambi¨¦n toman la palabra. Maixabel Lasa, viuda del gobernador de Gipuzkoa Juan Mar¨ªa J¨¢uregi, asesinado por ETA, afirma: ¡°Ha habido mucho sufrimiento, pero las v¨ªctimas hemos sufrido de manera muy injusta¡±. A su lado est¨¢ el etarra Ibon Etxezarreta.
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