Annie Proulx: ¡°Pienso durante a?os antes de escribir¡±
La autora de 'Brokeback Mountain' se sumerge en la destrucci¨®n de la naturaleza por el capitalismo en 'El bosque infinito', sobre dos madereros en la Nueva Francia del siglo XVII
Annie Proulx se queja de que no hace suficiente fr¨ªo. Es una tarde soleada, fresca y cristalina en un peque?o pueblo envidiable a las afueras de Seattle. Las vistas desde su casa son hacia campos y monta?as. Hay tomates en el invernadero y un jard¨ªn lleno de flores. Pero estamos en septiembre y a¨²n no hay nieve. ¡°El invierno aqu¨ª es demasiado suave¡±, se queja Proulx. ¡°Puedes cultivar perejil todo el a?o. Est¨¢ bien tener perejil en invierno, pero preferir¨ªa tener nieve y poder esquiar sin tener que ir en coche a buscarla, francamente¡±.
No est¨¢ c¨®moda en la Costa Oeste. ¡°Todo est¨¢ mal¡±, dice. El tiempo, el tr¨¢fico, todo. No le gustan las secuoyas que rodean su casa. Tiene 81 a?os y confiesa que est¨¢ pensando en mudarse de este sitio espectacular para volver al Vermont de su infancia, donde todos los inviernos tienen, afirma, ¡°la mejor nieve del mundo¡±, que ella llama ¡°nieve champ¨¢n¡±. ¡°Soy una persona del norte. No me va bien el calor. Tengo ancestros que eran del norte desde hace mucho, mucho, mucho tiempo, estoy m¨¢s c¨®moda en ese clima. Me hice un an¨¢lisis del genoma y descubr¨ª que el 40% de mi gen¨¦tica es de muy al norte de Escandinavia¡±.
?rboles, nieve, fr¨ªo, naturaleza dura son los elementos en los que se desarrolla la nueva novela de Proulx. El bosque infinito cuenta la historia de dos pioneros que llegan a la Nueva Francia del siglo XVII. All¨ª sobreviven en el negocio de la madera. Los personajes se definen por la forma en la que se enfrentan a la naturaleza. El libro sigue los linajes de estos hombres durante tres siglos. Pero no es una historia de los hombres lo que est¨¢ contando, explica. Es la historia del bosque. ¡°Los bosques viven mucho tiempo, mucho m¨¢s que los humanos. Para contar la historia del bosque necesitaba un par de cientos de a?os, no pod¨ªa hacerlo en una sola generaci¨®n humana¡±.
¡°Esos mismos tipos hoy estar¨ªan en Silicon Valley, no en los bosques con un hacha. Todo el mundo quiere ser empresario¡±
Para estos hombres, el nuevo mundo no es m¨¢s que ¡°una oportunidad, un lugar que solo es una cesta de bienes para aquel que tenga una idea de c¨®mo sacarlos¡±. ¡°Los ¨¢rboles y la le?a era lo que hab¨ªa entonces. Es m¨¢s sobre la explotaci¨®n de los bosques que sobre la lucha contra la naturaleza. Ellos no toman una decisi¨®n de luchar contra la naturaleza, sino de hacerse todo lo ricos que puedan por los medios que sean necesarios¡±.
¡°Es una historia sobre capitalismo. En vez de la palabra conquistar (el Nuevo Mundo) se podr¨ªa utilizar destruir, arrancar¡±. No ve aquella ¨¦poca como una conquista. ¡°Pensaba en destrucci¨®n¡±. La novela habla, en el fondo, de la actividad humana y del cambio clim¨¢tico, el problema que m¨¢s preocupa a Proulx desde hace a?os. ¡°Hemos cambiado el mundo de manera incre¨ªble y el cambio clim¨¢tico que nos acecha est¨¢ ligado a esa actividad¡±.
¡°Yo llevo mucho tiempo en el mundo. Me di cuenta lentamente de que el mundo que amo, el de los r¨ªos, los ¨¢rboles y los bosques, estaba cambiando enormemente. Hubo una serie de libros que empez¨® en 1942 que se llamaba Los r¨ªos de Am¨¦rica. Ten¨ªa distintos autores de todo el pa¨ªs, poetas, escritores, no cient¨ªficos, que escrib¨ªan sobre los r¨ªos. Las historias eran sobre la gente que viv¨ªa en las riberas de los r¨ªos, el comercio, esas cosas. Es una pena. Si tuvieras que rehacerlo hoy ser¨ªa espantoso. Porque los r¨ªos han sido contaminados, reducidos, cambiados y arruinados. Aquella escritura patri¨®tica ser¨ªa muy diferente. Pienso en ese tipo de cosas, el ayer y el ahora¡±.
¡°Nunca me vi como escritora. Me ve¨ªa como una lectora y lo sigo siendo. La escritura es ocasional¡±
Uno de los personajes, Charles Duquet, dar¨¢ origen a un linaje de empresarios de la madera sin escr¨²pulos, cuya compa?¨ªa va creciendo sin cesar. Los Duquet siguen existiendo en el mundo de hoy, afirma. ¡°Hay tantos que no puedes distinguirlos de la poblaci¨®n general. Estamos sobrepasados por ellos. Todo el mundo quiere ser un empresario y ganar 10 millones de d¨®lares en una semana¡±. Hoy, ese tipo de emprendedor est¨¢ en el mundo tecnol¨®gico, opina. ¡°Esos mismos tipos hoy en d¨ªa estar¨ªan en Silicon Valley, no en los bosques con un hacha¡±.
Tras d¨¦cadas sobreviviendo en el periodismo freelance y escribiendo libros alimentarios (¡°escrib¨ª uno sobre c¨®mo hacer sidra y otro sobre jardiner¨ªa, nunca los firm¨¦, no son escritura real, eran puro alimento¡±), el ¨¦xito le lleg¨® avanzada la cincuentena. En el espacio de una d¨¦cada, su nombre se hizo famoso por Atando cabos (The Shipping News), la pel¨ªcula que se hizo del libro, el relato ¡®Brokeback Mountain¡¯ y la subsiguiente pel¨ªcula. ¡°Nunca me vi como una escritora. Me gusta escribir, pero no me ve¨ªa. Me ve¨ªa como una lectora y lo sigo siendo. La escritura es ocasional¡±. ¡°La fama me da mucha verg¨¹enza¡±, afirma. ¡°Es muy inc¨®modo, extremadamente inc¨®modo. Cuando empec¨¦ a ganar premios estaba tan sorprendida como cualquiera. Y empec¨¦ a darme cuenta de que hay otro lado en la literatura que no hab¨ªa considerado¡±.
El estudio de Proulx es una amplia habitaci¨®n en el segundo piso de esta casa de campo. Hay una mesa larga sin ordenadores, solo con unos l¨¢pices y papeles. Hay otra mesa peque?a con un iMac. Tambi¨¦n hay un hermoso pupitre alto de madera, de unos dos metros de largo, que recuper¨® de una oficina de Wells Fargo. Aqu¨ª escribe a mano, explica, cuando quiere buscar la m¨¢xima precisi¨®n en un determinado p¨¢rrafo. En el ordenador se puede escribir a la misma velocidad que se piensa, afirma, pero por eso mismo la escritura puede quedar deslavazada. Cuando quiere precisi¨®n lo hace a mano, de pie, en este escritorio de antigua oficina bancaria.
Proulx sube y baja cada d¨ªa dos tramos de escaleras. ¡°Las escaleras son buenas¡± para mantenerse en forma, afirma. Tiene una evidente fortaleza f¨ªsica cuya receta es ¡°muchos a?os de esqu¨ª y bicicleta¡±. ¡°Lo seguir¨ªa haciendo a diario si hubiera nieve en este maldito lugar. Nieve champ¨¢n. La mejor el mundo¡±.
El bosque infinito. Annie Proulx. Traducci¨®n: Carlos Milla Soler. Tusquets. Barcelona, 2016. 848 p¨¢ginas. 23,90 euros
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