Sicarios del rid¨ªculo
Un 'thriller' en el que triunfa el delirio, las trampas de trilero y la verborrea barata que encubre cualquier vestigio de sentido de la narraci¨®n
Hace apenas unas semanas, con motivo del estreno de la pel¨ªcula de Millennium Films Criminal, al servicio de Kevin Costner y dirigida por Ariel Vromen, coment¨¢bamos en estas p¨¢ginas c¨®mo el delirio se hab¨ªa instalado en cierto cine de acci¨®n lindante con el thriller, enmascarado en producciones de supuesta altura. Lo que en otros tiempos no era m¨¢s que disparatada y efervescente serie B, dionisiaca para algunos, borracheras de placer culpable sin fuste, ahora llevaba el envoltorio y el rostro de int¨¦rpretes de primera fila, y, lo m¨¢s importante, el presupuesto de una producci¨®n de cierta talla.
EL CONTABLE
Direcci¨®n: Gavin O'Connor.
Int¨¦rpretes: Ben Affleck, Anna Kendrick, J. K. Simmons, Jon Bernthal.
G¨¦nero: thriller. EE UU, 2016.
Duraci¨®n: 128 minutos.
Algo muy semejante se podr¨ªa decir de El contable, risible guion de Bill Dubuque filmado por Gavin O'Connor, al servicio de Ben Affleck, con un a?adido esencial: no estamos ante una producci¨®n de Millennium, algo as¨ª como la leg¨ªtima heredera de aquella m¨ªtica Cannon Films de Menahem Golam, reina en la basura de los ochenta, sino ante un producto de una de las grandes, Warner. Y ya no pedimos verosimilitud, esa condici¨®n inexpugnable a la que quiz¨¢ se agarre en demas¨ªa el p¨²blico contempor¨¢neo, sino algo mucho m¨¢s importante: rigor dentro del delirio; ausencia de trampas de trilero; destierro de la verborrea barata que encubre cualquier vestigio, no ya de razonamiento y trascendencia que una pel¨ªcula as¨ª no pide, sino simplemente de sentido de la narraci¨®n dentro del entretenimiento pasajero que se le puede presuponer.
El contable se acerca a una figura paradigm¨¢tica dentro de la historia de las organizaciones criminales (mafias, c¨¢rteles, ciertas corporaciones): la del hombre de las finanzas, aquella que ofreci¨® d¨ªas de gloria a la realidad (Al Capone, en la memoria) y al cine (ac¨¦rquense a Force of evil, de Abraham Polonsky, de 1948). Pero la pel¨ªcula, dirigida de un modo convencional por O'Connor, aunque con un estruendoso tratamiento de sonido, es ambicios¨ªsima en relatos y desarrollo; un dislate en el que resulta complicado decidir cu¨¢l de sus m¨²ltiples tramas, encabezada por la del contable sicario, es m¨¢s caprichosa. Y colocar ah¨ª a Ben Affleck, excelente director, actor con carencias, sobre todo cuando se le aparta de los papeles de carisma para introducirlo en los que necesitan matices, el ¨²ltimo desvar¨ªo de un producto de penosa ambici¨®n incluso en su metraje de casi dos horas y cuarto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.