La afici¨®n taurina de Barcelona sobrevive a cinco a?os de sequ¨ªa
Los bares donde se reun¨ªa los aficionados sufren la prohibici¨®n de las corridas
¡°Dios no se anuncia, dios aparece¡±, en estos t¨¦rminos se refiere Paco March, el presidente de la Federaci¨®n de Entidades Taurinas de Catalu?a, al hablar del diestro Jos¨¦ Tom¨¢s. March defiende que Tom¨¢s es el responsable de ¡°que exista un intenso sentimiento taurino en Barcelona¡±.
El presidente de la federaci¨®n asegura que desde que el pasado jueves el Tribunal Constitucional anulara la ley que prohib¨ªa las corridas de toros en Catalu?a, los taurinos est¨¢n ¡°alegres y esperanzados¡±.
Ahora ser¨¢ el Grupo Bala?¨¢, el propietario de la Monumental ¡ªla ¨²nica plaza de toros que queda en Barcelona¡ª el que decida cuando se pone fin a la sequ¨ªa de tardes de gloria. Precisamente, Tom¨¢s fue uno de los diestros que el 25 de septiembre de 2011 se jug¨® la vida en la ¨²ltima tarde taurina celebrada en la Monumental. Aquel d¨ªa, el coso ¡ªen funcionamiento desde 1914¡ª qued¨® hu¨¦rfano de actos. Sus antecesores en la ciudad El Tor¨ªn, de la Barceloneta, desapareci¨® hace a?os y las Arenas fue convertida en un centro comercial en 2011.
El turismo mat¨® al toro en Catalu?a
Paco March afirma que los toros han sido utilizados por ¡°nacionalistas de uno y otro lado buscando el enfrentamiento¡±. El presidente de la federaci¨®n asegura que en los a?os 60 comenz¨® el declive de la afici¨®n. ¡°Los empresarios empezaron a celebrar corridas de peor calidad enfocadas a los visitantes y los aficionados abandonaron la plaza¡±. Para el presidente de la federaci¨®n el mundo del toro sobrevive hoy en la ciudad porque no es s¨®lo una afici¨®n, es ¡°una convulsi¨®n social¡±.
March defiende que la afici¨®n est¨¢ hoy ¡°m¨¢s viva que nunca¡±. La plaza ha aguantado, sin festejos, estos cinco a?os. ¡°Bala?¨¢ es un empresario rom¨¢ntico que cree en la fiesta. Si no, hubiera vendido la plaza¡±, resalta. La Monumental se ha reconvertido en un museo taurino donde los visitantes, la mayor¨ªa turistas, disfrutan de carteles, capas, capotes, monteras y trajes de luces. Los turistas de origen ruso tienen cierta predilecci¨®n por la visita al coso taurino. Pese a la novedad, la plaza y su museo estaban ayer cerrados. Un hombre, tocado con una gorra, conversaba con otro en el interior del recinto: ¡°Despu¨¦s de la noticia de ayer, tenemos miedo de que vengan ¡ªlos antitaurinos¡ª y hagan algo dentro¡±. El individuo entregaba propaganda del museo, inspirada en los carteles taurinos, a todo aquel que se acercaba al recinto. ¡°Llevo 50 a?os trabajando en la plaza, ahora s¨®lo hago el mantenimiento¡±.
Pero la Monumental no acaba tras sus muros circulares. Alrededor de la plaza, hace no tantos a?os, se respiraba un ambiente taurino que hoy ha deca¨ªdo. En la calle Consell de Cent sobrevive el Bar Mes¨®n El Paco. Dentro, media docena de jamones colgando, carteles taurinos, fotos y ambiente castizo dan la bienvenida. ¡°Ten¨ªa lleno el negocio con las pe?as, los aficionados y los toreros. Mira el papel que tengo ahora fuera¡±, reniega su propietario mientras se?ala una cartulina donde se lee: Se traspasa. ¡°Llegamos trabajar seis personas. Cuando prohibieron las corridas, todo fue a peor. Ahora estoy s¨®lo yo¡±.
Los aficionados de una es de las pe?as m¨¢s antiguas de Barcelona, El Pizarral, se reunen en un bar que hay justo detr¨¢s de la plaza de toros: el Bret¨®n. Un local patrio regentado por una familia de origen asi¨¢tico. Una joven asegura no entender nada de toros pero ¡°cuando nos traspas¨® el local otra familia china ya ven¨ªan estos clientes de las pe?as¡±.
En el s¨®tano, que hace las funciones de almac¨¦n, dos cabezas de toros rodeados de bombillas y centenares de fotograf¨ªas de toreros. All¨ª se vivieron las m¨¢s acaloradas discusiones taurinas. Hoy la joven asi¨¢tica mira con cierto pavor las cabezas disecadas.
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