¡®La llegada¡¯: Lo que cuentan los extraterrestres
Villeneuve estrena 'La llegada', que mezcla ling¨¹¨ªstica, naves espaciales y sentimientos El cineasta contin¨²a en la ciencia-ficci¨®n y rueda ahora la secuela de ¡®Blade Runner¡¯
El idioma que hablamos cambia nuestra manera de ver el mundo. ?Cierto? ?Falso? A Denis Villeneuve (Trois-Rivi¨¨res, 1967) no le importaba la respuesta, sino la idea. La descubri¨® en un relato de ciencia ficci¨®n, La historia de tu vida, de Ted Chiang. Se qued¨® intrigado. Tanto que al menos sac¨® otra respuesta: ¡°S¨ª¡±. La pregunta, de los productores, le planteaba si quer¨ªa convertir esa historia en una pel¨ªcula. As¨ª que La llegada aterriza hoy en Espa?a, alabada por la cr¨ªtica internacional.
Hay aliens, naves espaciales y, por tanto, la etiqueta de ciencia ficci¨®n no desentona. Sin embargo, La llegada est¨¢ en otro planeta respecto a las batallas c¨®smicas de Independence Day y sus hermanos. (Casi) nada explota, apenas se dispara. Est¨¢ protagonizada por una ling¨¹ista y un f¨ªsico (Amy Adams y Jeremy Renner) y habla de comunicaci¨®n, sentimientos y de las elecciones clave que cada ser humano afronta en su vida. Puro Villeneuve. Y el nuevo reto de un director al que cuesta no reconocer talento y ganas de arriesgar. Las anteriores Incendies, Prisioneros o Enemy est¨¢n ah¨ª para demostrarlo.
Cambia el g¨¦nero, pero no su receta: cazar lo distinto. ¡°El d¨ªa que pierda mi punto de vista original voy a dejarlo. Es instinto, es la clave. Por eso soy malo rodando anuncios: no me puedo inspirar con unos tomates¡±, defend¨ªa el director en el festival de Venecia, ante un grupo de periodistas. Aunque, por m¨¢s que se esfuerce, nunca le parece suficiente: ¡°Siento que no lo consigo del todo. Me encantar¨ªa alg¨²n d¨ªa lograr hacer algo totalmente original¡±.
Por lo menos, en La llegada lo volvi¨® a intentar. Hasta la est¨¦tica ten¨ªa que ser peculiar: ¡°Quer¨ªa un filme sucio, una ciencia ficci¨®n de una ma?ana chunga de un martes. Cuando dirijo intento ser un autista, olvidar lo que se ha visto antes y actuar como si fuera el primero en hacer algo. Si no, no podr¨ªa seguir. ?Cada imagen ya ha sido rodada!¡±. Tras la c¨¢mara, trata de perder la memoria y mentirse a s¨ª mismo. Porque sabe perfectamente que ¡°si pones una cosa vertical negra gigante en la pantalla, ya se ha visto¡±.
Un cineasta entre balas
"Me parece maravilloso c¨®mo aprendemos a trav¨¦s de las im¨¢genes. Cuando diriges una pel¨ªcula hacia territorios nuevos es un gran desaf¨ªo", asegura Villeneuve. El cineasta reivindica el poder y las huellas del cine, y lo explica con un ejemplo personal: "La primera vez que cre¨¦ violencia ante la c¨¢mara par¨¦ de inmediato porque me di cuenta de que todo lo que sabia sobre el asunto? ven¨ªa del cine. Habia visto alg¨²n acto violento, ido a sitios donde es un problema serio o me encontr¨¦ con gente que asisti¨® a escenas muy duras. Pero yo nunca la he vivido ni he estado en guerra. Me han disparado, pero nada serio".
?C¨®mo? ?"Nada serio"? Inevitable preguntarle al director por ese episodio: "Ocurri¨® en Camboya. Estaba en la jungla por la noche y hubo un tiroteo entre los jemeres rojos y el ej¨¦rcito. Estaba a punto de dormirme y de repente las balas empezaron a silbar. Pero fue casual, obviamente yo no era el objetivo".
Tambi¨¦n es consciente de otro obst¨¢culo a su m¨¦todo: ¡°La referencia de la pel¨ªcula fue el arte de James Turrell, pero lo cierto es que si has nacido en los sesenta y haces un filme sobre extraterrestres est¨¢s influido por Spielberg. No puedo negarlo, era mi h¨¦roe de adolescencia¡±. As¨ª como amaba a los c¨®mics de Moebius o Bilal y todo lo que en los sesenta y setenta tuviera que ver con la ciencia-ficci¨®n. Por eso no ve¨ªa la hora de dirigir un filme as¨ª. Solo esperaba la historia correcta: ¡°La mayor¨ªa est¨¢n escritas para adolescentes¡±.
Aunque, una vez a bordo, descubri¨® que el camino hacia mundos inexplorados es una cuesta empinada: ¡°Pens¨¦ que ser¨ªa divertido, pero a los 15 minutos se convirti¨® en una pesadilla. Es muy dif¨ªcil imaginar y crear seres que nunca han sido vistos y que tengan sentido¡±. Y todav¨ªa m¨¢s complejo es su pr¨®ximo filme: la secuela de Blade Runner, con Harrison Ford y Ryan Gosling, y que se rod¨® tambi¨¦n en Espa?a.
Una inc¨®gnita
¡°Es El desaf¨ªo. Me adentro en un unverso creado por otro, cada decisi¨®n me quita el aliento. Aunque Ridley Scott me ha dejado libertad absoluta. Necesito ser fiel a la original, pero tengo mi sensibilidad. No tengo ni idea de c¨®mo va a ser recibida. Estamos flirteando con el desastre¡±, es todo lo que el cineasta se puede explayar. Bueno, eso y que despu¨¦s se tomar¨¢ un descanso: ¡°Necesito ox¨ªgeno¡±.
Porque desde Incendies, en 2010, no ha parado. Y acab¨® donde nunca pens¨®: en Hollywood. ¡°Me invitaron y me supuso un dilema. No quer¨ªa hacer Una rubia muy legal 5 o algo por el estilo. Creatividad y libertad son esenciales para m¨ª. Fui para probar, sabiendo que me estrellar¨ªa¡±. Pero Prisioneros fue otro triunfo, y se qued¨®. Hasta le ha cogido el gusto: ¡°Ahora los proyectos de ese alcance son los que me atraen¡±. Eso s¨ª, trata de seguir fiel a su credo. Y en La llegada impuso sus reglas. Las naves extraterrestres aterrizar¨ªan en zonas distintas del planeta, como ?frica o Am¨¦rica Latina, y se escuchar¨ªan varias lenguas. As¨ª se lo explic¨® a los productores. Ellos, estadounidenses, quer¨ªan poner el foco solo en su pa¨ªs. ?l exigi¨® ¡°meter a los dem¨¢s en la pel¨ªcula¡±. Hac¨ªan falta m¨¢s idiomas. Y m¨¢s visiones del mundo.
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