A pecho descubierto

El br¨ªo, la desmesura y el caos de los Stooges no pod¨ªan legar una pel¨ªcula pulcra, convencional, ordenada y did¨¢ctica sobre su trayectoria musical y vital. M¨¢s bien lo que demandaba su torrente de pureza descontrolada, garajera y adrenal¨ªnica, era un chute de violencia musical y sonora, creativa y espont¨¢nea. Y, sobre todo, personal. Y ah¨ª Iggy Pop, l¨ªder de la banda de Detroit, y Jim Jarmusch, veterano creador de demostrada intuici¨®n y sabidur¨ªa musical, director de Gimme Danger, documental sobre la banda, parecen formar la pareja perfecta. Dos tipos con infinito estilo.

La palabra inglesa cool, sin traducci¨®n fija en espa?ol, aunque se haya visto desde "estiloso" hasta "guay", debe ser una de las m¨¢s pronunciadas en el documental de Jarmusch. Y no por casualidad: probablemente sea el t¨¦rmino que mejor define a Iggy Pop y The Stooges. Tambi¨¦n al director de Bajo el peso de la ley y Solo los amantes sobreviven, que ha compuesto una pel¨ªcula con documentaci¨®n de todo tipo (televisiva, de prensa, entrevistas del pasado, actuaciones...), y material rodado expresamente para Gimme Danger (sobre todo dos largas conversaciones con Iggy, que sirven de hilo conductor con no pocas desviaciones narrativas), pero en la que la m¨²sica nunca deja de ser su motivaci¨®n principal. Por mucho que se acompa?e incluso de numerosos momentos animados, sencillos, casi toscos pero demoniacamente en¨¦rgicos, como las canciones de los Stooges, en una l¨ªnea de recortes y stop-motion semejante a South Park.

Con un demoledor sentido del humor y un reflexivo an¨¢lisis de sus influencias musicales y lis¨¦rgicas, que lo mismo les permite re¨ªrse de Bob Dylan y Crosby, Stills & Nash que trazar un sincera radiograf¨ªa del importante papel jugado por las drogas en sus canciones, Gimme Danger culmina adem¨¢s con un ¨²ltimo acto de imponente esp¨ªritu psicod¨¦lico en el montaje, sonido e imagen. El esp¨ªritu rabioso y punk de una pel¨ªcula a pecho descubierto.