Del Vaticano a la c¨¢rcel
'Flow' renace en DVD tras ganar 33 premios y ser proyectada ante la curia romana
Esta historia tiene que empezar con una interrogante que roza el misterio. ?C¨®mo obrar el milagro de poner en pie una pel¨ªcula con 60.000 euros procedentes ¨ªntegramente del bolsillo del director y del actor protagonista, rodarla en nueve d¨ªas en Madrid, la sierra de Ayll¨®n en Guadalajara y el pirineo de Huesca, estrenarla en siete ciudades espa?olas, ganar 33 premios en festivales internacionales de cine independiente (r¨¦cord para un filme espa?ol a no ser que alguien levante la mano), lanzar ahora la versi¨®n en DVD con 500 copias y no morir en el intento?
David Mart¨ªnez (Madrid,1967) pens¨®, escribi¨®, produjo y dirigi¨® Flow en 2013 junto a su amigo el actor Juan del Santo (Madrid, 1966) en algo menos de lo que ¨Cpara los est¨¢ndares del oficio- canta un gallo. Ellos juntaron a una veintena de amigos y colaboradores (¡°que cobraron como es debido, no mucho, pero cobraron¡±, subraya el director), se sacaron la pasta de la hucha (¡°pasta que nunca recuperaremos y eso lo tenemos claro¡±, admite David Mart¨ªnez), convencieron a Concha Velasco, Emilio Guti¨¦rrez Caba y Llu¨ªs Homar para que hicieran las voces en off por amor al arte, y crearon un equipo lo suficientemente aguerrido como para afrontar la penuria y lo imprescindiblemente sensible como para creerse una historia as¨ª.
La que cuenta Flow habla de ¨¦xitos ¨Cescasos-, fracasos ¨Cabsolutos-, y soledades ¨Cdefinitivas-. Sinopsis matiz arriba matiz abajo: un actor de teatro, un tal Walter Mann Casanovas, tiparraco enrevesado, alcoholero y algo entra?able obsesionado por el Padrino de Brando, va a cumplir el sue?o de protagonizar por fin su propia obra. Se prepara para ello con aplicaci¨®n pero tambi¨¦n bebe como un poseso, as¨ª que su mujer y su hija se van hartando de ¨¦l. Tambi¨¦n ¨¦l se va hartando del mundo. Hasta que una noticia tan banal y prosaica como que se la han jugado quienes no deb¨ªan le lleva derechito al infierno.
Lo m¨¢s curioso es que tambi¨¦n la historia real que rodea Flow habla de ¨¦xitos y fracasos. El fracaso consiste en que quienes la parieron palmaron todos los ahorros. El ¨¦xito¡
El ¨¦xito lleg¨® en 2015 cuando llegaron a estrenarla en salas. La pel¨ªcula permaneci¨® apenas una semana en cartel¡ excepto en el Peque?o Cine Estudio de Madrid, cuyos responsables la programaron durante tres meses (¡°y eso para nosotros ya es el ¨¦xito¡±, insiste Mart¨ªnez).
El ¨¦xito, en forma de orgullo que no de dinero, empez¨® a prolongarse en forma de premios internacionales. Londres, Ciudad Rodrigo, Madrid, Miami, Nueva York, Princeton, Roma, La Jolla¡ Brasil, India, Grecia, Espa?a, Noruega, Estados Unidos¡ una noria de recompensas hasta un total de 33. ¡°Los viajes y los hoteles en todos esos festivales nos los pagamos nosotros, claro¡±, advierte el director de Flow, que antes de esta su ¨®pera prima trabaj¨® como ayudante de direcci¨®n con gente como Mario Camus, Pedro Almod¨®var, John Malkovich o Pilar Mir¨®. ¡°Pero lo que nos dej¨® alucinados fue ver que ni el Ministerio de Cultura ni la Academia del Cine llevan un recuento de los premios que las pel¨ªculas independientes espa?olas ganan en los festivales internacionales¡±, denuncia.
Pero a¨²n faltaba una sorpresa como broche a esta historia. El a?o pasado, la pel¨ªcula era seleccionada para el festival Mirabile Dictu que organiza ni m¨¢s ni menos que el Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano, que, para quien no lo sepa, es algo que existe y que preside el poderoso cardenal Ravasi. Un festival, eso s¨ª, sin p¨²blico, es decir, un no-festival. ¡°Nos dijeron que hab¨ªan encontrado valores humanos en la pel¨ªcula, y nos dieron el premio al mejor actor¡±, explica David Mart¨ªnez. Poco despu¨¦s, y por los mismos motivos, la asociaci¨®n Solidarios para el Desarrollo contact¨® con David Mart¨ªnez y Juan del Santo para proyectar la pel¨ªcula en la c¨¢rcel de Valdemoro.
En breve, Flow ser¨¢ proyectada en otras c¨¢rceles y en barrios socialmente deprimidos de la periferia de Madrid.
Del Vaticano a la c¨¢rcel. Del casi todo a la absoluta nada. Del ruido y la furia. Del ¨¦xito entendido como un valor no cuantificable en euros. Si eso es posible. Flow.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.