Fracasar cuesta mucho esfuerzo

La cita es opcional, horas antes de la funci¨®n. En el zagu¨¢n del madrile?o Teatro Pradillo, ?scar G¨®mez Mata y Txubio Fern¨¢ndez de J¨¢uregui, director e int¨¦rprete de la compa?¨ªa suiza L¡¯Alakran, elogian la curiosidad, madre de las actividades in¨²tiles; enuncian un lema: ¡°M¨¢ximo esfuerzo, m¨ªnimo resultado¡±, y nos proponen que estemos atentos a cuanto veamos durante un paseo silente por el barrio de Prosperidad. Salgo el ¨²ltimo y observo: el adoquinado, que pervive en algunos vados, la marca que en los portales qued¨® tras arrancar las placas con el yugo y las flechas del Instituto Nacional de la Vivienda franquista¡­

La sensaci¨®n de que caminamos muy r¨¢pido, desaparece cuando me a¨²po a la cabeza del grupo. En una placita donde hay un oso y un madro?o cubistas, Txubio tuvo un encuentro tres d¨ªas ha: ¡°Usted es Rafael S¨¢nchez Ferlosio¡±. ¨CLo fui. ¡°Quiz¨¢ le estoy molestando¡±. ¨CMe molesta el sol. ¡°Antes de esta escultura hubo aqu¨ª un monolito, ?se ha fijado? ¨CYo ya no me fijo en nada.

Frente a un hotelito con una placa de la Cooperativa Espa?ola de Casas Baratas (tal nombre es hoy un ox¨ªmoron), con la efigie de Pablo Iglesias atravesada por un balazo, ?scar evoca los unifamiliares de la Mahou, y el p¨²blico, otras colonias industriales (Sed¨®, Altos Hornos de Vizcaya, Marconi¡­), el paternalismo filantr¨®pico que impuls¨® su creaci¨®n y las tres d¨¦cadas que hay que hipotecarse hoga?o para comprar unos metros cuadrados en una colmena.

En el parque de Berl¨ªn, nuestros gu¨ªas nos cuentan un episodio digno de Ferreri y Berlanga: empleados p¨²blicos intentaron limpiar las pintadas originales de tres fragmentos del muro tra¨ªdo de la capital germana. Volvemos al teatro, predispuestos por este paseo ameno, similar al que en 2009 dio con los huesos de Bob Dylan en comisar¨ªa, por ¡°caminar sin rumbo fijo¡±, no fuera que cundiese su improductivo ejemplo.

En el 25 aniversario de L¡¯Alakran, La conquista de lo in¨²til, divertimento autobiogr¨¢fico que se presenta ahora, paseo previo incluido, en el festival burgal¨¦s Escena Abierta, rememora la historia de la compa?¨ªa a trav¨¦s del alter ego de su director, encarnado por Javier Barandiaran, interrumpido por tres bufones que dicen ser las sombras de Borges, Virginia Woolf y Guy Debord, a los cuales citan y parodian. Un h¨¢lito dada¨ªsta y retoz¨®n anima el espect¨¢culo del c¨¦nit al nadir: ver a Esperanza L¨®pez oficiando de m¨¦dium es una experiencia equivalente a la de escuchar a Jardiel poni¨¦ndole voz a sus Celuloides rancios.