Europa... ?seducci¨®n o rapto?
Un libro re¨²ne ensayos de 18 autores sobre la crisis de identidad del viejo continente y sus problemas pol¨ªticos y sociales
Cosa de varios milenios ya, y seguimos sin estar seguros de la mayor. ?Fue la pobre Europa seducida y llevada en volandas por el dios Zeus disfrazado de toro o la raptaron los malvados cretenses? El caso es que no hay evidencia demostrable ¨Cy lo menos que puede decirse a estas alturas es que nunca la habr¨¢- acerca de c¨®mo llego a Creta la bella fenicia. Cosas de la mitolog¨ªa, que no suele traer bajo el brazo escuadra y cartab¨®n.
As¨ª que, ante la duda y ante las dudas, el editor alem¨¢n afincado en Barcelona Raimund Herder tir¨® de los profesores y pensadores Miquel Segur¨® y Daniel Innerarity para tratar no de aclarar cosas en torno a lo que fue, es y puede que sea la vieja Europa, sino probablemente para embarullar un poco m¨¢s la cuesti¨®n: la misi¨®n de cualquier editor de temas de ensayo que se precie, vaya. El resultado es el libro ?D¨®nde vas, Europa? (Herder Editorial, 260 p¨¢ginas), un contradictorio y enriquecedor crisol de opiniones, datos, lamentos, denuncias, esperanzas, alegr¨ªas y desencantos en torno al continente y, m¨¢s concretamente, en torno a los procesos de integraci¨®n y desintegraci¨®n pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y culturales. Procesos de seducci¨®n y rapto, en suma.
La n¨®mina de los firmantes coordinados por los editores del libro es tan heterodoxa como las propias opiniones reflejadas. Profesores y catedr¨¢ticos de filosof¨ªa (Marina Garc¨¦s, Roberto Esposito, Manuel Cruz, Daniel Gamper, Daniel Innerarity, Santiago Zabala, Victoria Camps, Francesc Torralba, Yves Charles Zarka¡), expertos en pensamiento pol¨ªtico (Ram¨®n Cotarelo), soci¨®logos como Anthony Giddens o Eva Illouz, ensayistas y columnistas (Josep Ramoneda), pensadores de rango internacional como Slavoj Zizek o Gianni Vattimo y hasta religiosos como el todopoderoso cardenal Gianfranco Ravasi¡
Uno se zambulle en este libro-chequeo y el diagn¨®stico del paciente no es bueno.
Hubo y hay mucho de seducci¨®n, s¨ª, en aquella vieja se?ora cuyas fronteras geopol¨ªticas se remontan a 1453, cuando los turcos tomaron Constantinopla: un c¨²mulo de valores que hablan de tolerancia, humanismo, progreso y preocupaci¨®n social. Pero tambi¨¦n hay rapto: el de una Europa v¨ªctima de sus dudas, sus vacilaciones, sus propios intereses y sus complejos. A sangre y fuego se hizo la historia europea, hasta que un pu?ado de pol¨ªticos visionarios como Schuman, Monnet, De Gasperi o Adenauer decidieron que no pod¨ªa reeditarse nunca m¨¢s semejante selva de tumbas. Y as¨ª ha sido, de hecho.
Por encima de la impotencia de las desigualdades sociales (el d¨¦ficit social es el gran fantasma que recorre hoy Europa, a juicio de Daniel Innerarity), de la crisis de los refugiados o de la cobard¨ªa continental a la hora de estampar su firma como garante de los m¨¢s desfavorecidos y de su impotencia en el intento de un t¨² a t¨² con Estados Unidos o China, es cierto que Auschwitz y Verd¨²n quedan lejos. No se han repetido y salvo apocalipsis improbable, no se repetir¨¢n. No hay guerras en Europa, s¨ª conflictos locales, pero no guerras. Y el continente sigue siendo La Meca para millones de aspirantes (incluso musulmanes) a algo tan excesivo como una relativa dignidad.
De profunda crisis de identidad europea hablan algunos de los colaboradores de este ensayo colectivo, ¡°Europa est¨¢ bajo m¨ªnimos, parece ir a la deriva, hacer aguas por todas partes y necesitar con urgencia pasar por el div¨¢n¡±, sostiene Miquel Segur¨®, investigador de la C¨¢tedra Ethos de la Universitat Ram¨®n Llull, que alude al Brexit y a la crisis de la deuda en Grecia como exponentes de la ¡°poca consistencia ideol¨®gica del proyecto com¨²n¡±. Tambi¨¦n el escritor y catedr¨¢tico Ram¨®n Cotarelo se refiere al resultado del refer¨¦ndum brit¨¢nico y a la salida de la UE por parte de Reino Unido: ¡°Un aspecto importante del actual proceso de unificaci¨®n del continente es que la hip¨®tesis de la separaci¨®n voluntaria o forzosa de un miembro no estaba prevista en los tratados (¡) El resultado del refer¨¦ndum ingl¨¦s hizo a?icos la autocomplacencia europea y la confront¨® con su realidad¡± . Cotarelo, adem¨¢s, apuesta por la Europa de las regiones m¨¢s que por la Europa de los estados. ?El motivo?: ¡°Que una ojeada al funcionamiento real de la UE muestra a primera vista una desigualdad en la influencia pol¨ªtica de los Estados, lo que refleja otra desigualdad de car¨¢cter econ¨®mico y social¡±.
El soci¨®logo brit¨¢nico Anthony Giddens, ex asesor de Tony Blair, ide¨®logo de la Tercera V¨ªa y Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2002, denuncia sin piedad en el libro (en un texto cedido para la ocasi¨®n y escrito antes del Brexit) lo que considera una mezcla de torpeza e intereses pol¨ªticos en la persona de David Cameron a la hora de convocar el refer¨¦ndum para la salida o permanencia de Reino Unido en la Uni¨®n Europea. ¡°Si Gran Breta?a queda fuera de la UE¡±, escrib¨ªa Giddens, ¡°Estados Unidos empezar¨¢ a pasarla por alto, al igual que otros estados relevantes del mundo¡±.
El rapto de Europa¡ Una Uni¨®n Europea raptada a la realidad pol¨ªtica si no se llega a una verdadera pol¨ªtica exterior com¨²n: es la idea que parece sugerir en su contribuci¨®n (Europa hacia el exterior) Javier Solana, exministro socialista y exsecretario general del Consejo de la UE y de la OTAN. Amenazas y riesgos como el ciberriesgo o el terrorismo transnacional llevan a Solana a desconfiar de las soberan¨ªas nacionales individuales como veh¨ªculo de respuesta eficaz. ¡°Aunque a algunos no les guste, el mundo es irremediablemente global¡±, escribe Javier Solana, que lamenta la respuesta ¡°descoordinada y decepcionante¡± dada por la Uni¨®n Europea a la crisis de los refugiados.
Slavoj Zizek y los refugiados: los "otros"
No suele morderse ni la lengua ni la pluma el pensador y ensayista esloveno Slavoj Zizek. Y no lo hace en ?Qu¨¦ dice sobre Europa nuestro miedo a los refugiados?, su contribuci¨®n al volumen colectivo. Zizek viene a lamentar a las claras el estado de Europa, y denuncia la hipocres¨ªa continental para con el otro en general y los refugiados e inmigrantes en particular. Partiendo de la visi¨®n lacaniana sobre el car¨¢cter patol¨®gico de los celos, el autor de La nueva lucha de clases. Los refugiados y el terror se retrotrae al odio nazi contra los jud¨ªos: una patolog¨ªa pura y dura. Pero tambi¨¦n define como tal "el miedo creciente que despiertan en Europa los refugiados y los inmigrantes: Un discurso paranoico que dice m¨¢s sobre nosotros, los europeos, que sobre los inmigrantes". Y a partir de ah¨ª denuncia por igual lo que considera sendos ejercicios de hipocres¨ªa: tanto "la atmosfera de miedo y de lucha contra la islamizaci¨®n de Europa"¡ como "la idealizaci¨®n humanitaria de los refugiados y la autoculpabilizaci¨®n humanitaria".
El diagn¨®stico de Zizek es, como suele, feroz: "La cuesti¨®n", escribe, "no es reconocernos en los extranjeros, sino reconocer al extranjero que hay en nosotros -en ello reside la dimensi¨®n m¨¢s ¨ªntima de la modernidad europea-. El reconocimiento de que todos nosotros somos, cada uno a nuestra manera, unos lun¨¢ticos extra?os es la ¨²nica esperanza de que pueda existir una coexistencia tolerable de diferentes estilos de vida".
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