La cresta es Corea
La literatura del pa¨ªs asi¨¢tico logra ¨¦xitos internacionales tras una ley de promoci¨®n de la cultura
Y, de repente, ¡°el pa¨ªs ermita?o¡± donde a¨²n se come sopa de perro mientras los chaebols (conglomerados empresariales) disparan su econom¨ªa, descubre que la ganadora del Man Booker de novela y el fil¨®sofo de moda mundial son... ?surcoreanos! Hito que coincide con la aparici¨®n en espa?ol de varias obras que apuntan hacia aquella pen¨ªnsula asi¨¢tica. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Corea?
Es cierto que la denominada nueva ola coreana ¡ªel Hallyu¡ª ha necesitado poco m¨¢s de quince a?os para exportar al mundo la m¨²sica pop y las producciones audiovisuales del pa¨ªs. Analistas culturales han definido al Hallyu como ¡°la versi¨®n siglo XXI de la Ruta de la Seda¡± por c¨®mo posibilita el intercambio de ideas y negocios entre Asia y Occidente, confirmando el asombroso acierto del gobierno surcoreano al impulsar en 1999 una Ley B¨¢sica para la Promoci¨®n de la Cultura que catapult¨® los ingresos no solo del sector, sino del pa¨ªs.
Pero.
Hasta hace muy poco, segu¨ªamos sin grandes noticias literarias de all¨ª. ¡°Todos los escritores visibles eran de la generaci¨®n anterior ¡ªdice la traductora Sun Me Yoon¡ª, y mientras en Corea se produc¨ªan cambios vertiginosos, ellos insist¨ªan en escribir sobre la historia nacional¡±. Sin embargo, muchos j¨®venes ya estaban narrando las m¨²ltiples oportunidades y contradicciones resultantes de la alianza entre Confucio y el capitalismo: Corea se enriquec¨ªa al galope mientras una nueva idea de ¡°libertad¡± conviv¨ªa con la asfixiante presi¨®n por ascender de estatus; y la avalancha de wons y cochazos, de cirug¨ªas para redondearse los ojos o de pechos tatuados, coincid¨ªa con su liderazgo como pa¨ªs con m¨¢s suicidios del mundo y un ¨ªndice de ingesti¨®n de alcohol per c¨¢pita que dobla al ruso.
No parece casual que un coreano, Byung-Chul Han, haya emergido como el gran pensador de las nuevas formas de saturaci¨®n inherentes al capitalismo. La sociedad del cansancio (Herder) es el expl¨ªcito t¨ªtulo de una de las obras que han hecho de ¨¦l un fen¨®meno. Tras estudiar metalurgia en Se¨²l, Byung-Chul Han se mud¨® a Berl¨ªn para estudiar filosof¨ªa, doctor¨¢ndose con una tesis sobre Heidegger. Desde Alemania ha divulgado que las actuales din¨¢micas de competencia laboral, exhibici¨®n digital y la falaz demanda de transparencia pol¨ªtica est¨¢n en la base de un narcisismo enfermizo que nos est¨¢ poniendo literalmente malos: ¡°la violencia neoliberal ya no destruye desde fuera del individuo. Lo hace desde dentro y provoca depresi¨®n o c¨¢ncer¡±. Otra de sus conclusiones es que ¡°la sociedad del cansancio de Corea del Sur se encuentra en un estado final mortal¡±.
Numerosos escritores coreanos afines al fatalismo byungchulhaniano han hallado un ant¨ªdoto en Kafka, destacando Park Min-gyu como adalid de rarezas ejemplares, casi siempre expresadas en relatos. ?Un ejemplo? Soy una jirafa, donde retrocede a los a?os 90 para explorar las vicisitudes de un chico que trabaja empotrando gente en los vagones del metro. Park Min-gyu se sirve de ese empleo real ¡ªen febrero de 1990 el metro de Se¨²l contrat¨® a 132 empotradores¡ª para ilustrar c¨®mo en los 90, la sociedad coreana se rindi¨® al sistema. El autor viene a demostrar que, con tal de sobrevivir en sociedad, sus paisanos traspasaron el l¨ªmite de la seguridad f¨ªsica, de la salud, y hoy siguen pagando las consecuencias.
Su humor sat¨ªrico y su estilo ¡°coloquial y literario¡± a¨²n no han llegado a Espa?a pero han sido reconocidos por Kim Young-ha, un perfil mucho m¨¢s correcto que el del agreste, pol¨¦mico y poco entrevistable Park. Kim Young-ha sabe idiomas, tiene columna en el New York Times y novelas publicadas en varios pa¨ªses, aunque en espa?ol s¨®lo encontremos Tengo derecho a destruirme (Bajo la Luna), protagonizada por un asesino especializado en facilitar finales art¨ªsticos a suicidas potenciales. En otras novelas, Kim Young-ha tambi¨¦n perfila a personajes transgresores acudiendo a referencias art¨ªsticas que revelan los v¨ªnculos entre violencia f¨ªsica e intelectual. Sus buenas ideas est¨¢n regularmente ejecutadas, si bien alcanza una cota majestuosa en Mi memoria asesina, la encrucijada de un ex asesino en serie arrepentido que, enfermo de Alzheimer, detecta la aparici¨®n de un nuevo asesino en serie... que va en busca de su hija. Deber¨¢ esforzarse por recordar los hechos recientes y rescatar de la memoria su viejo modus operandi para al menos intuir c¨®mo actuar¨¢ el enemigo.
Las coreanas identifican bien claro a su enemigo: el patriarcado dominante. El arrinconamiento social de las mujeres es una evidencia y por eso el chamanismo a¨²n triunfa en la pen¨ªnsula. La mayor¨ªa de chamanes son mujeres que, al ser pose¨ªdas por los esp¨ªritus, pueden saltarse un rato las normas mientras cantan las cuarenta a los opresores, entre otras cosas. Han Kang prefiri¨® la v¨ªa literaria para expresar sentimientos semejantes, y escribi¨® La vegetariana, la historia de una joven que deja de comer carne y emprende una radical senda hacia formas de vida m¨¢s naturales. La novela fue pulverizada por buena parte de la cr¨ªtica literaria coreana ¡°tambi¨¦n dominada por hombres ¡ªdice su traductora, Sun Me Yoon¡ª. A las mujeres les gust¨®, les impact¨®. Los hombres perd¨ªan el hilo¡±. ¡°Todo resulta familiar y, a la vez, profundamente perturbador ¡ªafirma Iolanda Batall¨¦, que contrat¨® La vegetariana y Human acts para la nueva editorial :Rata_ mucho antes de que Han Kang ganara el Man Booker¡ª. Una joya. Una experiencia literaria realmente intensa¡±.
Estos autores son la cresta de una hornada literaria singularmente atractiva por emerger desde uno de los epicentros del capitalismo de vanguardia mundial, todav¨ªa m¨¢s simb¨®lico por recoger las tensiones derivadas del enquistado conflicto militar con Corea del Norte. La persistente amenaza de un rival bastante perturbado e impredecible marca sobremanera el car¨¢cter del pa¨ªs, y por eso estar¨¢ bien asomarse al cl¨¢sico El hu¨¦rfano (Seix Barral) que le vali¨® el Pulitzer a Adam Johnson, y al par de excelentes novedades que retratan al ins¨®lito vecino septentrional. En Dentro del secreto (Xordica), el portugu¨¦s Jos¨¦ Luis Peixoto hace una cr¨®nica de su incursi¨®n como invitado a la gira The Kim Il-sung 100th Birthday Ultimate Mega Tour ofreciendo un hilarante a la vez que estremecedor boceto de la Corea que se mantiene peligrosamente ¡°ermita?a¡±. Lectura que liga muy bien con La denuncia, los impresionantes relatos firmados por Bandi que Libros del Asteroide publicar¨¢ en 2017. Bandi es el seud¨®nimo del autor norcoreano que contin¨²a en el pa¨ªs pero logr¨® sacar de all¨ª esta cr¨ªtica implacable capaz de enfurecer mientras conmueve enfrent¨¢ndonos a la impotencia de las personas que padecen la surrealista maquinaria del Partido ¨²nico.
Por ¨²ltimo, para quien desee una visi¨®n de Corea del Sur desde la lengua espa?ola, dos libros ¨²tiles. Cr¨®nicas de la Era K-pop (Impedimenta), del madrile?o Fernando San Basilio, es una original aproximaci¨®n a c¨®mo se ha occidentalizado Corea del Sur atendiendo a la descomunal proliferaci¨®n de caf¨¦s, en significativo detrimento del t¨¦. Y Corea: apuntes desde la cuerda floja (Universidad Diego Portales) despunta como una obra mayor, una ¡°gu¨ªa¡± literaria fundamental. Su autor es Andr¨¦s Felipe Solano, el colombiano que hace siete a?os se cas¨® con una chica de all¨ª y contin¨²a viviendo en el cosmopolita barrio de Itaewon, un lugar tocado por el rock y la colindante base militar norteamericana. Una de esas efervescentes ollas planetarias desde donde ciertos escritores adelantan de vez en cuando noticias del mundo que viene.
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