Woodstock, el mito er¨®tico de los festivales

Ha pasado casi medio siglo desde la celebraci¨®n del festival de festivales. Era agosto de 1969 cuando Janis Joplin sacaba a pasear su voz rota en la pradera de Max Yasgur, situada en Bethel, Nueva York. El mismo lugar en el que Jefferson Airplane,?Joan Baez, Santana, The Band, The Who o el gran Jimi Hendrix regalaban al mundo tres d¨ªas para la memoria universal. Aquella aventura hippy se llamaba Woodstock y cambiar¨ªa la historia para siempre.

Monterrey Pop ya hab¨ªa marcado el inicio de una nueva era en el a?o 1967 con la participaci¨®n de Mamas & Papas, The Byrds o Simon & Garfunkel. Se trataba del primer gran festival rock de la historia, que se realiz¨® bajo el lema 'M¨²sica, flores y amor' y que otorg¨® popularidad a j¨®venes artistas como Janis. Esta cita sirvi¨® para allanar el camino de Woodstock, donde posteriormente se congregar¨ªan alrededor de medio mill¨®n de personas por la paz y la m¨²sica, convirti¨¦ndose durante aquel fin de semana del 15 de agosto en la tercera ciudad m¨¢s poblada del estado.

Es inimaginable pensar c¨®mo fueron capaces de sobrevivir a ellos mismos y al barro de aquella granja. La improvisaci¨®n reinaba en casi todo, de hecho, Woodstock no se celebr¨® en Woodstock, sino en otro pueblo ubicado a unos kil¨®metros, en el condado de Sullivan, y a cambio de 50.000 d¨®lares. R¨¢pido y sobre la marcha, raz¨®n por la que se les fue de las manos y la entrada acab¨® siendo gratuita. La lluvia, las drogas y el caos alimentaron una incertidumbre que sali¨® m¨¢s cara de lo previsto, pero que sigue siendo inmortal.

La granja fue declarada zona catastr¨®fica por el gobernador de Nueva York y el New York Times lanzaba un editorial cr¨ªtico cuestionando qu¨¦ tipo de cultura era capaz de producir "un desastre tan colosal". Opiniones para todos los gustos, pero los que estuvieron en el festival, bautizado como Feria de M¨²sica y Arte de Woodstock, sab¨ªan que aquello era un hito desde el mismo momento en el que lo presenciaron. Para aliviar la situaci¨®n acudieron por los hippies de The Hog Farm, encargados de alimentar a las masas y precursores del libro de recetas del festival que se publicar¨ªa posteriormente.

El mito de este encuentro se extendi¨® como la p¨®lvora gracias al documental Woodstock Festival: tres d¨ªas de paz, amor y m¨²sica, que sali¨® a la luz en el a?o 1970 y estaba comandado por Michael Wadleigh y editores como Martin Scorsese. Su trabajo se llev¨® un Oscar y permiti¨® mostrar al mundo el ¨¦xtasis de una generaci¨®n que presenci¨® las actuaciones de Richie Havens, que tuvo el honor de ser el primero en actuar tras varios problemas de agenda, y Jimi Hendrix, el encargado de culminar la fiesta ante los pocos miles de asistentes que quedaban. Fue la representaci¨®n del gran mito er¨®tico de los festivales.

Michael Lang, uno de los creadores del festival relata a la perfecci¨®n en The Road To Woodstock como se gest¨® Woodstock Ventures -la compa?¨ªa que llev¨® a cabo la idea-, y c¨®mo ¨¦l y Artie Kornfeld pasaron de buscar un sello musical para este pueblo, donde precisamente viv¨ªa Bob Dylan, a querer celebrar un festival. Un evento hist¨®rico en el que el Nobel de Literatura no participar¨ªa pero en el que los artistas que s¨ª lo hicieron se dejaron llevar por completo en directo, creando versiones ¨²nicas como Joe Cocker y su With a little help for my friends, y Jimi Hendrix y su particular himno americano.

Woodstock fue el primer macrofestival de nuestra memoria, un s¨ªmbolo de la contracultura y un legado para quienes aman la m¨²sica por encima de todas las cosas. Una fiesta llena de extremos, donde hubo alg¨²n que otro muerto y varios nacimientos, un lugar donde la realidad super¨® a la ficci¨®n. Y es que como dir¨ªa la espectacular Janis Joplin: "Lo que te hace sentir bien no te puede causar ning¨²n da?o".

Recientemente visitaban Madrid con motivo del Mad Cool tanto Lang como el fot¨®grafo musical Baron Wolman, lo hac¨ªan para presentar la exposici¨®n que rend¨ªa homenaje al legendario evento musical de Estados Unidos. Un hecho que demuestra que la leyenda de Woodstock todav¨ªa sigue viva en la calle y en los escenarios gracias a nombres como Neil Young o The Who, que siguen deleitando al p¨²blico festivalero all¨¢ donde van.

Escucha la playlist del festival de Woodstock de 1969