La Ribot: la provocaci¨®n a¨²n es posible en la danza
La artista vuelve a Espa?a con una nueva tanda de sus famosas ¡®piezas distinguidas¡¯
"Antes de comenzar, perm¨ªtanme que me pinte los labios". As¨ª empez¨® la presentaci¨®n a la prensa de Another Distingu¨¦e, la nueva serie de piezas distinguidas de la core¨®grafa y performer madrile?a Mar¨ªa Jos¨¦ Ribot, 54 a?os, internacionalmente conocida como La Ribot, antes de su estreno este mi¨¦rcoles en los Teatros del Canal de Madrid. Pero no era ella quien ped¨ªa permiso para ponerse carm¨ªn sino el actor Juan Loriente, para asombro de la concurrencia. "No pretendo epatar a nadie a estas alturas. Simplemente, es mi manera de invitarles a entrar en el mundo singular de La Ribot. Un mundo en el que, como ustedes ahora, es obligado hacerse preguntas todo el tiempo: ?por qu¨¦ hace eso?, o ?por qu¨¦ no hacerlo?", aclar¨® despu¨¦s Loriente.
Es una buena forma de explicar el efecto que causa el singular arte de La Ribot. Desde que en 1993 present¨® su primera tanda de piezas distinguidas, sola, desnuda y provocadora, siempre a caballo entre la danza y la performance, no ha dejado de arrojar interrogantes inc¨®modos. "Yo no hago entretenimiento. La base de mi trabajo son las preguntas que yo me hago sobre el mundo, la vida, el arte, la pol¨ªtica. Y espero siempre que quien venga a verme se lleve esas cuestiones a su casa, que no le dejen dormir, que le empujen a renovarse", apunta. Lleva ya 53 distinguidas, con el objetivo de llegar a 100, con las que ha recorrido teatros y museos de todo el mundo, desde la Tate Modern de Londres hasta el Centro Pompidou de Par¨ªs.
?Cu¨¢nto cuesta una obra de arte ef¨ªmera?
?Cu¨¢l es el valor del arte vivo? ?Cu¨¢nto es capaz de pagar un coleccionista por una pieza que nunca podr¨¢ poseer porque es ef¨ªmera? Estas preguntas llevaron a La Ribot a sacar a la venta sus primeras tandas de piezas distinguidas. "El precio era simb¨®lico, nadie lleg¨® a pagar m¨¢s de 100.000 pesetas [unos 600 euros], porque no me interesaba tanto el dinero como poner en cuesti¨®n la mercantilizaci¨®n del arte", recuerda.
El reto fue recibido con entusiasmo y lleg¨® a vender 33 piezas a admiradores como la galerista Soledad Lorenzo, artistas como Tania Bruguera, core¨®grafos y coleccionistas de todo tipo. ¡°Pero lleg¨® un momento, alrededor del a?o 2000, en que me sent¨ª atrapada por el mercadeo y dej¨¦ de vender. Me gustaba el concepto, la cuesti¨®n sobre el valor del arte, los objetos y la propia danza, pero su ejecuci¨®n me agot¨®¡±, explica. Su conclusi¨®n: ¡°El mercado del arte, como todos, tiene unas costumbres. Cuando te sales del carril, es dif¨ªcil encontrar c¨®mplices¡±.
La nueva tanda que ahora se muestra en Madrid bajo el t¨ªtulo Another Distingu¨¦e, que contiene de la 46 a la 53, conserva el esp¨ªritu sint¨¦tico (ninguna pieza dura m¨¢s de siete minutos) y sobre todo provocador que le hizo destacar como una voz ¨²nica hace dos d¨¦cadas. Pero a la vez todo ha cambiado. De entrada, por primera vez, La Ribot no se desnuda. Y tambi¨¦n por primera vez aparece acompa?ada de hombres. No uno sino dos: el actor Juan Loriente, colaborador habitual de Rodrigo Garc¨ªa, y el bailar¨ªn Thami Manekehla. Y en esta ocasi¨®n son ellos los que se desnudan.
?Qu¨¦ ha causado estos cambios en su trabajo? ?Es m¨¢s dif¨ªcil provocar en la era digital? "Nunca he buscado provocar por provocar. Lo que busco son los l¨ªmites (de los formatos, de los cuerpos, del pensamiento) para empujarlos, para abrir nuevos espacios y nuevas formas de mirar el mundo. Eso es lo que he hecho siempre y lo que para m¨ª significa el arte: el arte de vanguardia", advierte. Adem¨¢s, La Ribot ha cambiado su forma de relacionarse con los objetos cotidianos que siempre aparecen en sus piezas (una silla, una s¨¢bana, un mono de trabajo). "Los sigo usando, pero en estas ¨²ltimas piezas los elimino en cuanto termina su funci¨®n. Quiero que no dejen rastro, que lo ¨²nico que se recuerde es lo que quede grabado en la memoria de cada espectador", a?ade.
Estrenada el verano pasado en la ciudad francesa de Lille y solo vista despu¨¦s una vez en oto?o en el centro P¨¢rraga de Murcia, Another Distingu¨¦e podr¨¢ verse en Madrid hasta el 5 de marzo y luego viajar¨¢ a Barcelona y Palma para volar despu¨¦s por Europa, como han volado todas las creaciones anteriores de La Ribot y ella misma. Tras ganar prestigio internacional, se exili¨® a Londres a finales de los noventa y m¨¢s tarde a Ginebra (su marido es suizo) por la misma raz¨®n por la que se siguen exiliando muchos core¨®grafos espa?oles: por la dificultad de mantener en este pa¨ªs una compa?¨ªa de danza independiente de una instituci¨®n. "No es que no me sienta reconocida [fue premio Nacional de Danza en el a?o 2000) y, de hecho, mis piezas siempre encuentran hueco para estrenarse aqu¨ª. Pero no veo posible desarrollar un proyecto continuado como el m¨ªo. Mientras siga siendo as¨ª, volver¨¦ solo de visita", asegura.
Babelia
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