Del negocio, ni la luna se salva
Una comedia l¨²cida, inspirada, c¨¢ustica y jovial sobre el arrinconamiento de la tercera edad y de los inmigrantes
ESPACIO DISPONIBLE
Autores e int¨¦rpretes: Celia Nadal y Javier Manzanera. Escenograf¨ªa: Eduardo Manzanera y Pepe Hern¨¢ndez. Videoarte: Mario Guti¨¦rrez Cru. Vestuario: Mar¨ªa Cort¨¦s. Acuarelas: Monzo. Luz: Pedro Antonio Bermejo. Producci¨®n: Perigallo Teatro. Direcci¨®n: Antonio C. Guijosa. Madrid: Teatro Lagrada, 24 de marzo.Burgos: Casa de Cultura de Gamonal, 6 de abril. Murcia: Teatro Romea, 26 de abril. Ponferrada: Centro Cultural R¨ªo Selmo, 28 abril.
Una comedia l¨²cida, inspirada, c¨¢ustica y jovial sobre la vida en pareja durante la edad madura y el arrinconamiento de la tercera edad. Para Palmira y Jenaro, profesores de m¨²sica y de historia, inventores ambos de cachivaches dignos del profesor Franz de Copenhague, el tiempo se ha parado en un tercero sin ascensor, del que salen menos cada vez. Su hijo ¨²nico, funcionario dela Uni¨®n Europea, quiere llevarlos consigo a Bruselas, donde nada se les ha perdido.
Espacio disponible entrecruza la epopeya ¨ªntima de la pareja protagonista con la de los millones de refugiados que est¨¢n abandonando sus pa¨ªses a punta de golpes de mercado. Celia Nadal y Javier Manzanera, sus j¨®venes autores e int¨¦rpretes, han escrito una funci¨®n entrada en actualidad, bien informada, sensible pero sin sensibler¨ªas, compuesta con aguda vis po¨¦tica. Da gusto escucharles de viva voz, sin la amplificaci¨®n que se ha impuesto en la mayor¨ªa de nuestros escenarios y ha convertido la experiencia de ver teatro en algo parecido a estar en el cine.
Manzanera y Nadal forjaron y pulieron este espect¨¢culo sobre el terreno, en una versi¨®n reducida (Salud, suerte y ¨¢nimo) que representaron ante la valla de Melilla primero y en decenas de rincones dela vieja Europa despu¨¦s, pasando la gorra, durante un viaje que les llev¨® hasta la puerta de Brandenburgo, emulando el periplo de la abuela inmigrante del actor, residente en Wiesloch. ¡°All¨ª actuamos en la plaza mayor. Parte del p¨²blico la conoc¨ªa, ignoraba que hubiera muerto y, al final de la representaci¨®n, doblaron las campanas por ella: la abuela ten¨ªa algo que decir todav¨ªa. Y vaya si lo dijo¡±, cuentan.
Esa experiencia viajera a la gorra, campo de refugiados de Skaramagas (Grecia) incluido, se ha decantado sutilmente en un montaje artesanal donde poco falta y nada sobra. De haber sido producido este por alguno de nuestros grandes teatros p¨²blicos, el viaje de los autores se hubiera vuelto improbable, un escen¨®grafo habr¨ªa multiplicado y apilado hasta el techo los ficheros donde Jenaro guarda sus apuntes sobre neocolonialismo y geoestrategia, y semejante incremento de medios materiales hubiera ido en paralelo con una merma en el alma, coraz¨®n y vida que la pareja de artistas murcianos ha puesto en el empe?o.
En Espacio disponible, lo dom¨¦stico se entrevera con lo pol¨ªtico y la visita del hijo ¨²nico con la Conferencia de Berl¨ªn, donde las potencias occidentales se repartieron los recursos de ?frica. Al principio de la funci¨®n, es inevitable fantasear con lo que ganar¨ªa si la interpretaran actores ancianos. Luego, dado el vuelo humor¨ªstico y po¨¦tico que va cogiendo, caemos en la cuenta de que la distancia entre edad real y ficticia juega a favor.
Nadal compone la figura de Palmira encorvando el car¨¢cter y el estado de ¨¢nimo. Su actuaci¨®n es trascendente y conmovedora. Manzanera pone humanidad y oficio en la suya: en Jenaro confluyen el escepticismo y la fe en el ser humano. El p¨²blico de una funci¨®n corriente, se divirti¨® y se emocion¨® de veras.
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