El cineasta del mill¨®n de espectadores

Fernando Gonz¨¢lez Molina dice que no hace cine pensando en la taquilla. Y a continuaci¨®n confiesa que hoy seguir¨¢ al minuto los resultados econ¨®micos de su nuevo estreno, El guardi¨¢n invisible.

No es una contradicci¨®n, y a la vez lo es, como muchas otras cosas de un director que no escribe pero que fue profesor de guion; de un cineasta taquillero procedente de una ciudad, Pamplona (donde naci¨® en 1975), m¨¢s dotada para el cine de autor que para el blockbuster; de un creador de planos largos y rebosantes de espect¨¢culo a los que les da tiempo de crecer en pantalla que sin embargo habla como si disparara una metralleta: muy r¨¢pido, con una idea por frase. Al final arma un discurso coherente procedente de un artista con una carrera muy especial en la industria. ¡°Bueno, eso est¨¢ bien, ?no? Es verdad que en Estados Unidos y Francia hay directores cercanos a mi manera de trabajar. La singularidad de lo que hago me acaba definiendo. Y no escribo mis guiones, cierto, pero ¡ªy por favor, no me quiero comparar¡ª Spielberg y Fincher tampoco firman sus libretos. De verdad, yo solo quiero contar historias. Me cruzo con algo que me gusta y lo llevo al cine, proceda de donde proceda¡±. Lo dice porque su siguiente trabajo ser¨¢ dirigir la adaptaci¨®n que Alberto Conejero har¨¢ de su propia obra de teatro, La piedra oscura. ¡°Todos los lugares son leg¨ªtimos para encontrar historias, y la autor¨ªa no la marca el poseer un enorme universo propio, sino tambi¨¦n mostrar hechos y que tu mirada los tamice. Desde Hitchcock ha habido cineastas as¨ª. Mira a Bayona. En fin, ya he aprendido a convivir con mis rarezas y solo defiendo ser honesto. Me duele cuando me ven como una calculadora. Yo no soy as¨ª. Yo me creo mis pelis¡±.

"La singularidad de lo que hago me acaba definiendo. Y no escribo mis guiones, cierto, pero ¡ªy por favor, no me quiero comparar¡ª Spielberg y Fincher tampoco firman sus libretos. De verdad, yo solo quiero contar historias"

Ah¨ª est¨¢n las cifras. Seg¨²n la base de datos del ICAA, su primera pel¨ªcula, la comedia Fuga de cerebros (2009), tuvo 1,1 millones de espectadores. Posteriormente ha ido incrementando su p¨²blico: Tres metros sobre el cielo (2010) vendi¨® 1,5 millones de entradas, Tengo ganas de ti (2012) logr¨® 1,9 millones de espectadores y Palmeras en la nieve (2015) vendi¨® 2,6 millones de entradas. Solo Santiago Segura y Bayona, de los cineastas actuales, llegan a niveles similares de popularidad. ¡°?Claro que quiero que la gente vea mis pel¨ªculas! Lo que no entiendo es que no exista m¨¢s esa ambici¨®n en el cine espa?ol¡±. Respira y sigue: ¡°La presi¨®n ya me la meto yo, no hace falta que me recuerden la importancia de la taquilla. Por suerte, a mis pel¨ªculas ha ido cada vez m¨¢s gente. Pero este filme no se corresponde a un deseo de ganar m¨¢s dinero en salas, porque para eso habr¨ªa elegido otro proyecto. El guardi¨¢n invisible [basada en la novela de Dolores Redondo] tiene una ambici¨®n distinta, un tama?o diferente, un esfuerzo por profundizar en otros sitios... Por puro disfrute. Lucho por no aburrirme con lo que hago. Dicho todo lo anterior, que me libera del yugo econ¨®mico, el temblor est¨¢ ah¨ª¡±.

En sus pel¨ªculas se habla de mucho de la p¨¦rdida. ¡°Son terap¨¦uticas¡±. Y hasta ah¨ª llega. ¡°Lo que no voy a hacer es algo que no nazca de m¨ª. ?Una peli peque?ita? Ser¨ªa una pose¡±.

Nacido en el videoclub

Gonz¨¢lez Molina era un fijo en el videoclub de su barrio pamplon¨¦s, Iturrama. ¡°Desde peque?o siempre quise hacer cine. Pero no sab¨ªa verbalizarlo¡±. En la facultad estudi¨® con el ahora productor Jordi Gasull. ¡°Me cogi¨® para el departamento de guion. Y lo dej¨¦ para venir a Madrid¡±.

El guionista de El guardi¨¢n invisible es su viejo compa?ero Luiso Berdejo. ¡°Nos conocemos bien porque fuimos juntos a la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid¡±. En la ECAM, Berdejo y Gonz¨¢lez Molina coincidieron con Paco Plaza o Luis Cerver¨®. ¡°Ellos tra¨ªan cosas raras, y yo les pon¨ªa El pr¨ªncipe de las mareas. Siempre he sido as¨ª¡±. Tras mucha televisi¨®n, y ver c¨®mo sus compa?eros de escuela saltaban antes al cine, le lleg¨® Fuga de cerebros.

Con El guardi¨¢n invisible Gonz¨¢lez Molina querr¨¢ cambiar su viaje cinematogr¨¢fico, pero recurrir a otro best seller no parece un viraje, tras adaptar dos novelas de Federico Moccia y otra de Luz Gab¨¢s. Entre risas se defiende: ¡°Yo la le¨ª antes de que estallara el fen¨®meno. Lo mismo soy yo que voy siempre detr¨¢s de lo mismo. En Palmeras en la nieve me buscaron a m¨ª; en el caso de El guardi¨¢n invisible, yo leo la novela de Dolores Redondo y pido comprar sus derechos. Sin embargo, en ambos casos disfrut¨¦¡±.

Y s¨ª, Gonz¨¢lez Molina ha incluido un gui?o a su actor fetiche, Mario Casas, que por primera vez no protagoniza un filme suyo: ¡°Pero estar, est¨¢¡±.