¡°La peor violencia es la que provoca la soledad¡±
El director franc¨¦s Samuel Benchetrit estrena ¡®La comunidad de los corazones rotos¡¯, inspirada en su infancia en la ¡®banlieue¡¯ de Par¨ªs
Si Samuel Benchetrit (Champigny-sur-Marne, Francia, 1973) se dedica al cine es, en gran parte, gracias al m¨ªtico programa Apostrophes, donde el periodista Bernard Pivot recibi¨® durante casi dos d¨¦cadas a todas las grandes personalidades de la cultura. "Un d¨ªa, cuando ten¨ªa 9 o 10 a?os, encendimos la televisi¨®n y aparecieron Fran?ois Truffaut, Marcello Mastroianni y Roman Polanski¡±, recuerda el director. ¡°Por aquel tiempo iba falto de h¨¦roes. Me pareci¨® que aquellas personas brillaban por encima del resto de los humanos¡±. Se puso a ver sus pel¨ªculas. Y despu¨¦s descubri¨® a Scorsese, Coppola y De Palma. En la barriada de la periferia parisiense donde transcurri¨® su infancia, el cine le permiti¨® imaginar un futuro distinto. Dice que aquel d¨ªa, frente al televisor, entendi¨® cu¨¢l ser¨ªa su oficio, al que despu¨¦s sum¨® la narrativa y el teatro.
Su quinto largometraje, La comunidad de los corazones rotos, llega este viernes a la cartelera espa?ola. La pel¨ªcula adapta dos relatos distintos de su trilog¨ªa Cr¨®nicas del asfalto (Anagrama), inspirada en su infancia en la banlieue de la capital francesa, a los que ha a?adido un tercero inventado expresamente para la pel¨ªcula. En una vivienda de protecci¨®n oficial situada en un barrio marginal, tres personajes solitarios tropiezan con otras tres personas que cambiar¨¢n el rumbo de sus vidas. En la planta baja, un fot¨®grafo postrado en una silla de ruedas se enamora de una apocada enfermera que hace el turno nocturno. En el piso de arriba, un adolescente sin padres ni amigos congenia con una vieja gloria del cine franc¨¦s que se ha instalado en el apartamento de enfrente. Y en una de las plantas superiores, una inmigrante marroqu¨ª cuyo hijo est¨¢ en la c¨¢rcel decide acoger a un astronauta de la NASA que ha aterrizado en la azotea.
La de Benchetrit es una banlieue distinta a las dem¨¢s. En ella no hay violencia ni exclusi¨®n. No hay peque?a delincuencia, tr¨¢fico de drogas ni coches incendiados. ¡°Relato la banlieue de mi infancia, que es necesariamente distinta a la de hoy, porque han pasado 20 o 30 a?os. De todas formas, hay muchas otras cosas en esa periferia que las que dicen los medios y los pol¨ªticos¡±, denuncia el director. Si hay miseria en su pel¨ªcula, es m¨¢s afectiva que socioecon¨®mica. ¡°Se trata de la violencia que provoca la soledad, que puede que sea la peor o la m¨¢s da?ina¡±, a?ade Benchetrit. La comunidad de los corazones rotos presenta la solidaridad y las distintas tonalidades del amor como ¨²nicos ant¨ªdotos servibles contra el mal que experimentan sus desconsolados personajes. ¡°Habr¨ªa que ser est¨²pido para creer que en esos barrios dif¨ªciles no existe la ternura y el amor¡±, sostiene el director.
Benchetrit ha contado con aliados tan poderosos como Isabelle Huppert, recientemente nominada al Oscar por Elle, que acept¨® interpretar a esa actriz en horas bajas. ¡°Aport¨® mucha elegancia a la pel¨ªcula. Es alguien que trabaja mucho, que hace muchas preguntas y muchas propuestas, la mayor¨ªa de ellas muy adecuadas¡±, asegura. Comparte sus escenas con el hijo del director, Jules Benchetrit (que tuvo con la actriz Marie Trintignant, fallecida en 2004 tras la brutal paliza que recibi¨® de su entonces pareja, el m¨²sico Bernard Cantat). Durante meses, Benchetrit se resisti¨® a ofrecerle el papel. ¡°Cuando uno hace una pel¨ªcula siempre toma un riesgo, y no me apetec¨ªa poner en peligro a mi propio hijo¡±, razona. Finalmente, accedi¨® a hacerle una prueba de c¨¢mara. Se rindi¨® entonces a la evidencia: ese papel de adolescente retra¨ªdo le ven¨ªa como anillo al dedo. Completan el reparto nombres como el estadounidense Michael Pitt, visto en So?adores y la serie Boardwalk Empire, o la actriz y cineasta Valeria Bruni Tedeschi.
Cuando La comunidad de los corazones rotos se estren¨® en el Festival de Cannes de 2015, fue emparentada con el cine de Aki Kaurism?ki, tal vez por su humor c¨¢ustico y sus desoladores paisajes urbanos, siempre alumbrados con una luz tenue y algo irreal. Benchetrit niega haberse inspirado en el finland¨¦s. ¡°Estas cosas siempre pasan. Cuando hice J¡¯ai toujours r¨ºv¨¦ d¡¯¨ºtre un gangster, que era una pel¨ªcula en cap¨ªtulos y en blanco y negro, se dijo que era una pel¨ªcula de Jim Jarmusch. Si hiciera una pel¨ªcula visualmente relamida, me comparar¨ªan con Wes Anderson. El cine de Kaurism?ki me gusta, pero no es mi director favorito y no fue una referencia¡±, sostiene.
Menos reacio parece a reconocer el influjo del neorrealismo italiano. ¡°En el cine de De Sica o Rossellini hay algo que me gusta mucho. Cuentan historias muy grandes y, a la vez, muy peque?as. Hablan de un hombre al que le pasa algo muy sencillo pero, a trav¨¦s de esa historia, erigen un gran retrato social. A m¨ª tambi¨¦n me interesa alternar dos dimensiones distintas: hablar de personajes anclados en la realidad social, pero a la vez cercanos al universo del sue?o¡±, afirma Benchetrit. Luego se despide y vuelve a ponerse manos a la obra: se encuentra en pleno montaje de su nuevo filme, Chien, inspirado en otro de sus libros y protagonizado por su pareja, la cantante y actriz Vanessa Paradis, que compartir¨¢ reparto con¡ Jean-Claude Van Damme. ¡°Es la historia de un tipo al que le van mal las cosas, por lo que decide acercarse al mundo animal¡±, resume el director, sin especificar qu¨¦ papel ha asignado a la inenarrable estrella belga en el que ser¨¢ su debut en el cine de autor.
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