La voz de ¡®Els Joglars¡¯
Albert Boadella estrena ¡®El serm¨®n del buf¨®n¡¯, un mon¨®logo ameno, elocuente, moderadamente dial¨¦ctico y, en el fondo, hagiogr¨¢fico
?Boadella sin Els Joglars? As¨ª es: finalizada su etapa al frente de los Teatros del Canal, el director repasa su vida durante un soliloquio de hora y cincuenta minutos de duraci¨®n. ¡°Me tienen aqu¨ª porque los titiriteros no debemos escribir memorias, sino contarlas sobre un escenario¡±. Para auxiliarle cuenta, confiesa, con la pantalla del teleprompter, que ha venido a ocupar el vac¨ªo que dej¨® la concha del apuntador.
Como al principio de Els Joglars fue la pantomima (y no el verbo), El serm¨®n del buf¨®n, arranca con unos ejercicios m¨ªmicos durante los cuales Boadella nos recuerda al Jacques Lecoq ya entrado en a?os de Tout bouge, lecci¨®n magistral de quien fue gur¨² del teatro gestual. A lo largo de este espect¨¢culo discursivo, su autor e int¨¦rprete construye un relato que viene a dar sentido a lo hecho durante m¨¢s de cincuenta a?os de profesi¨®n.
As¨ª, por ejemplo, nos enteramos de que el director catal¨¢n reza el padrenuestro en lat¨ªn cada noche desde siempre. Y tambi¨¦n de que Teledeum, s¨¢tira irreverente que en los a?os ochenta desat¨® las iras de 13 obispos, de la Coalici¨®n Popular (antecesora del PP) y de otras fuerzas vivas, que intentaron impedir que se representara en numerosos municipios mientras la izquierda y el CDS de Su¨¢rez se bat¨ªan para darle v¨ªa libre, fue, en realidad, un espect¨¢culo contra la modernidad lit¨²rgica, contra la renovaci¨®n de la misa y de la Iglesia. De haber sabido esto los Guerrilleros de Cristo Rey, Fuerza Nueva y otros sectores de la ultraderecha, Els Joglars se habr¨ªan ahorrado parte de las 50 amenazas de bomba y de muerte que recibieron, los c¨®cteles molotov arrojados contra el montaje de esta obra en Oviedo, el ametrallamiento de la fachada del teatro donde actuaron en Valencia y, quiz¨¢, del apu?alamiento de Jaume Collet, uno de sus actores.
EL SERM?N DEL BUF?N
Autor, director e int¨¦rprete
: Albert Boadella.
Videoescena
: Alex Romero.
Espacio esc¨¦nico
: Dolors Caminal.
Luz
: Bernat Jans¨¢.
Direcci¨®n esc¨¦nica
: Martina Cabanas.
Madrid
: Teatros del Canal, del 8 al 11 de marzo.
Valencia
: Teatro Tal¨ªa, del 21 al 26 de marzo.
Madrid
: Teatro Marquina, desde el 19 de abril.
Sobre los problemas que le trajo Columbi lapsus, gran pantomima donde desarrolla la hip¨®tesis de que Juan Pablo I fue asesinado a los 33 d¨ªas de comenzar su papado (para cortar de ra¨ªz el ¨¢nimo renovador que tra¨ªa a la Iglesia), Boadella no dice ni p¨ªo en este mon¨®logo ameno, elocuente, moderadamente dial¨¦ctico y, en el fondo, hagiogr¨¢fico: todos los pintores quieren satisfacer el gusto de la ¨¦poca en sus autorretratos.
Hay una contradicci¨®n no aceptada entre el Boadella que suelta vitriolo contra quienes desprecian el arte degenerado en Olimpic Man Movement (otro espect¨¢culo que pasa por alto) y el que ridiculiza a los pintores abstractos en Daaal¨ª (durante una escena proyectada en pantalla). Omite, en definitiva, todo lo que no encaja en su relato y muestra aquello que ofrece una imagen coherente con la suya de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.
Sesgo aparte, El serm¨®n del buf¨®n sostiene el inter¨¦s de cabo a rabo. Boadella es mejor actor y mimo de lo que admite, y muy buen narrador: su hu¨ªda de presidio, contada con pelos y se?ales, no tiene desperdicio, y sus opiniones sobre las artes esc¨¦nicas est¨¢n avaladas por un ramillete de espect¨¢culos inolvidables.
Babelia
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