Antonio Di Benedetto, el escritor ¡®anti-boom¡¯
Nombre indiscutible de la literatura argentina, el autor de 'Zama' fue un creador en los m¨¢rgenes. Un libro con sus textos period¨ªsticos, una pel¨ªcula y el ¨¦xito en el mercado anglosaj¨®n subrayan su valor
Puede una ficci¨®n rizar nuestro presente? Acaso los bucles del tiempo, aquella especulaci¨®n cient¨ªfica que fabula sobre la existencia de curvaturas espacio-temporales, sean como los rizos de esa mujer abismal y fantasm¨¢tica que aparece en el coraz¨®n de Zama solo para mostrar en espejo todos los terrores que habitan al protagonista. Una mujer de edad indefinida y sensualidad dominadora, capaz de cavar hasta dejarlo vac¨ªo o de llevarlo all¨ª donde todo ¡°es un acogedor y dilatado silencio¡±. El tiempo sin tiempo de la muerte¡ En efecto, la lectura de esta novela de Antonio Di Benedetto, publicada en Buenos Aires en 1956 pero ambientada en la Am¨¦rica colonial, es como un viaje en el tiempo del que se regresa s¨®lo para comprobar el ingenio o la clarividencia de la m¨¢quina.
Me enter¨¦ de la buena recepci¨®n que est¨¢ teniendo la versi¨®n inglesa de Zama por medio de su traductora, Esther Allen. A las elogiosas rese?as publicadas por J. M. Coetzee (The New York Review of Books) y Benjamin Kunkel (The New Yorker), hay que agregar adem¨¢s que Publisher¡¯s Weekly la coloca entre las 20 obras de ficci¨®n m¨¢s destacadas de 2016. En la misma carta Allen me comenta que si bien la traducci¨®n estaba lista hac¨ªa m¨¢s de cinco a?os, la casa editora decidi¨® esperar al estreno de la pel¨ªcula de Lucrecia Martel, previsto para fines de 2016 y reprogramado para junio de este a?o.
Marcelo Cohen, en un reciente an¨¢lisis de esta traducci¨®n, afirma que para mantener el espesor del sonido y la peripecia mental de esa lengua inventada ad hoc en Zama se deber¨ªa crear un c¨®ctel de ingl¨¦s isabelino depurado por Conrad, alta ret¨®rica de estadista estadounidense (Jefferson, Lincoln, Obama) y divagaci¨®n socarrona del Middle West, sum¨¢ndole, por si fuera poco, algunas l¨ªneas de la elocuencia delirante y psicop¨¢tica de los villanos de Tarantino. Algo imposible, claro, que Allen resuelve de un modo austero, llevando la textura polis¨¦mica de cada frase al conjunto de escenas de cada secuencia y de all¨ª a toda la novela, quiz¨¢ para resguardar la significaci¨®n total. Dicho de otro modo: Allen prefiere reflejar la movilidad de la prosa antes que la densidad diacr¨®nica del sonido, porque la lengua de Zama es perfectamente intraducible. Las reverberaciones idiom¨¢ticas de los tiempos pasados crepitan aqu¨ª en una escritura que avanza, con pulso oscilante, bajo el chirrido existencialista de una m¨¢quina obcecadamente soberbia.
¡°Tal vez la ¡®gran novela americana¡¯ la escribi¨® un argentino¡±, sugiere J. M. Coetzee al hablar de ¡®Zama¡¯
Di Benedetto ¡ªcomo el mexicano Juan Rulfo, como la chilena Mar¨ªa Luisa Bombal o la uruguaya Armon¨ªa Somers¡ª forma parte de una l¨ªnea que ser¨ªa no del todo errada calificar como el antiboom latinoamericano. El primero en observar esa ¡°antinovela¡± que se estaba poniendo silenciosa pero tesoneramente en marcha en la regi¨®n fue Augusto Roa Bastos; en un art¨ªculo emblem¨¢tico publicado en la revista Los Libros (Buenos Aires, 1969) se?ala la proximidad entre Pedro P¨¢ramo y Zama en la concentraci¨®n, el despojamiento y la sequedad estil¨ªstica para afirmar que es a partir de este campo de influencias donde habr¨ªa de surgir la verdadera renovaci¨®n literaria del continente.
Por tanto, la respuesta a la pregunta que un tanto burdamente lanza J.?M. Coetzee en el art¨ªculo mencionado ¡ª?es posible que la ¡°gran novela americana¡± la haya gestado un argentino?¡ª est¨¢ escrita hace rato.
Desarraigado de su entorno, a la espera de un ascenso que nunca llega, el drama del funcionario Diego de Zama se proyecta desde el siglo XVIII a nuestro presente con inusitada fuerza. La existencia alienada y alienante del sujeto colonial americano que vive escindido de su realidad a la espera de un orden externo que lo salve y justifique (la corona espa?ola y sus promesas, los capitales de la metr¨®poli, las transas y alianzas de linaje, etc¨¦tera), la b¨²squeda del amor ideal y de la transgresi¨®n er¨®tica, la infancia y la animalidad como enigmas fant¨¢sticos se entrelazan en esta obra con el tema literario de la experiencia de la escritura, pensada como camino de conocimiento del sujeto.
La edici¨®n inglesa de Zama mueve la manivela de la m¨¢quina del tiempo y nos ubica en Argentina en 2016: la coyuntura invita a festejar el bicentenario patrio en un anacronismo encriptado que reactiva aquellas ¨¦pocas donde los pa¨ªses de la regi¨®n eran meras tierras coloniales a saquear, enclaves de comercio o de pirater¨ªa donde los imperios se solazaban a sus anchas con los innumerables tesoros de lo viviente. El calendario se obstina y marca una simultaneidad de fechas para nada azarosas; los 200 a?os de la declaraci¨®n de la independencia argentina se solapan con el 40? aniversario de la detenci¨®n de Di Benedetto por parte de la Junta Militar en el poder, con el 30? aniversario de su fallecimiento y el 60? aniversario de la primera publicaci¨®n de Zama. 2016 es un a?o donde el nombre ¡°Antonio Di Benedetto¡± se paladea como si fuera un talism¨¢n de piedra frente a la absurda realidad.
Los escritos period¨ªsticos reunidos ahora desmuestran que la Junta Militar lo detuvo por defender la verdad
Pero 2016 tambi¨¦n nos ofrece el gozo de la lectura y el asombro: el volumen Escritos period¨ªsticos (Adriana Hidalgo, 2016), al cuidado de Liliana Reales, recoge textos de lo m¨¢s dispares publicados por el autor entre los a?os 1943 y 1986 ¡ªdesde un largo art¨ªculo sobre el zool¨®gico de Mendoza escrito por un joven de apenas 21 a?os, pasando por las coberturas del terremoto de San Juan de 1944, prestigiosos festivales internacionales de cine o el golpe militar de Bolivia de la d¨¦cada de 1960, hasta llegar a las notas de cultura publicadas poco tiempo antes de morir¡ª. Cuarenta y tres a?os de ejercicio period¨ªstico donde vemos, ante todo, la presencia de un estilo singular de escritura puesto al servicio de la informaci¨®n.
Entre la cantidad de hallazgos variopintos que ofrece el libro, cabe destacar el descubrimiento de un ¡°Di Benedetto pol¨ªtico¡± que incluso lleg¨® a ser candidato a diputado por parte del Partido Socialista en 1950. El segundo gran aporte del volumen es ¡ªa mi juicio¡ª la constataci¨®n de la tesis planteada por Natalia Gel¨®s (Antonio Di Benedetto periodista, 2011) de que los verdaderos motivos de su detenci¨®n por parte de la Junta Militar se debieron al tenor y compromiso con la tarea period¨ªstica, m¨¢s espec¨ªficamente, a la postura asumida en los meses previos al golpe de Estado, cuando la represi¨®n, la desaparici¨®n de personas y los asesinatos hab¨ªan desatado ya una ola de terror en el pa¨ªs y el editor del diario se manten¨ªa firme en la decisi¨®n de publicar toda la informaci¨®n obtenida.
Hay quien dice que cada libro es una nueva muerte. Estos Escritos period¨ªsticos se?alan que aquel 24 de marzo de 1976 en que los militares irrumpieron en la redacci¨®n de Los Andes en busca de su m¨¢ximo responsable empez¨® a agonizar un modo de concebir y ejercer el oficio. Diecisiete meses de presidio: recuper¨® la libertad, no por la intermediaci¨®n de Borges o de Sabato, sino por la del premio Nobel alem¨¢n Heinrich B?ll. Luego de a?os de exilio, de recomenzar en otras tierras hasta convertirse incluso en personaje literario de Roberto Bola?o, ese compromiso con la verdad que la trayectoria de Di Benedetto se?ala ¡ªfiel al humanismo pacifista a pesar del presidio, de las torturas y de los simulacros de fusilamiento¡ª se asoma en el horizonte con una luminosidad sombr¨ªa. Porque la m¨¢quina del tiempo nos (retro) trae a 2017: los juicios contin¨²an, la memoria de los pozos sigue abierta y sangrante¡, pero los dinosaurios siguen ah¨ª.
Jimena N¨¦spolo es autora de ¡®Ejercicios de pudor. Sujeto y escritura en la narrativa de Antonio Di Benedetto¡¯.
¡®Escritos period¨ªsticos (1943-1986)¡¯. Antonio Di Benedetto. Edici¨®n de Liliana Reales. Adriana Hidalgo, 2017. 602 p¨¢ginas. 23 euros. Se publica el 10 de abril.
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