Muere Don Rickles, rey de la comedia de insultos y voz de Sr. Potato de ¡®Toy Story¡¯

No hay nadie que dijera tantas burradas sobre el escenario como Don Rickles (Nueva York, 1926). Y, sin embargo, todos lo perdonaban. Era incluso un halago que los atacara. Detr¨¢s de los insultos de este humorista amigo ¨ªntimo de Dean Martin o Frank Sinatra, siempre se escond¨ªa un grado de calidez. A una groser¨ªa sobre jud¨ªos, latinos, homosexuales o muertos, le segu¨ªa un halago. El p¨²blico sab¨ªa que la broma no iba a acabar bien, pero era casi un piropo recibir un improperio de quien atac¨® a Reagan, Jerry Lewis o Johnny Carson, desde las ic¨®nicas laringes rasgadas del Mr. Potato de la trilog¨ªa Toy Story. Tras sesenta a?os subi¨¦ndose a las tables de EE UU para contar chistes, Rickles ha fallecido este martes a los 90 a?os en Los ?ngeles por insuficiencia renal, seg¨²n ha confirmado su publicista.

El cine y la televisi¨®n tambi¨¦n dieron alguna oportunidad a este c¨®mico. Martin Scorsese lo contrat¨® para un peque?o papel de gerente con rostro de mat¨®n en Casino, protagoniz¨® varias sitcom y ya en su vejez tuvo un romance con Betty White en la serie P¨®quer de Reinas (Hot in Cleveland). Pero donde m¨¢s c¨®modo se sinti¨® siempre fue como invitado de programas de entrevistas, en su espect¨¢culo de Las Vegas y, por supuesto, junto a Dean Martin, Orson Welles, Sammy Davis Jr. y sus amigos del Rat Pack en los roasts que insultaban a todo el que all¨ª se presentara: "El Gobernador es el mejor pol¨ªtico de todos los tiempo. Le digo: 'mi hermano ha muerto'. Y no hace m¨¢s que re¨ªrse. Reagan es tonto", dec¨ªa frente al actor en su carrera a la presidencia, antes de empezar a hacer un rid¨ªculo baile para distraerlo. Con 86 a?os, y en un homenaje a Shirley MacLaine, dispens¨® el mismo tratamiento a Obama: "No deber¨ªa re¨ªrme de los negros. El Presidente es amigo ¨ªntimo. Vino a casa ayer, pero mi fregona estaba estropeada". Para entonces, este improvisador nato de media sonrisa ya hab¨ªa aprendido a enfrentarse tambi¨¦n a la correcci¨®n pol¨ªtica ofendida de las redes sociales, desde donde lo criticaron por racista.

Su aspecto gru?¨®n lo hab¨ªa convertido en rey de los insultos y la ofensa, una leyenda viva de un Hollywood que ya no existe, de mafias, bajos fondos y una banda tan elegante como el Rat Pack. Solo sus an¨¦cdotas con Sinatra, y sobre la cara m¨¢s oscura del crooner que lo descubri¨® en un show, ya le dieron para d¨¦cadas de historias. Entre sus cintas de aquella ¨¦poca: Torpedo (Robert Wise,1958), The Rat Race (Robert Mulligan, 1960), El hombre con rayos X en los ojos (Roger Corman, 1963), Transilvania mi amor (1992, John Landis) y como compa?ero de Clint Eastwood en?Los violentos de Kelly (1970, Brian G. Hutton), as¨ª como series entre las que se encuentran Superagente 86 y El Show de Dick Van Dyke.

Pero entre el p¨²blico internacional, y sobre todo las generaciones m¨¢s modernas, las obras que de verdad lo inmortalizar¨ªan ser¨ªan las de la saga Toy Story, en tres pel¨ªculas, seis cortometrajes y varios videojuegos. Tras su muerte, se desconoce el estado de su participaci¨®n en la cuarta entrega, ahora en preparaci¨®n. S¨ª que hab¨ªa dejado rodadas una serie de entrevistas para un programa sin entrenar que llevar¨¢ por t¨ªtulo Dinner with Don. A su lado, los humoristas que aprendieron del mejor: Sarah Silverman, Zach Galiafanakis, Billy Crystal o Amy Poehler.

Rickles no dejaba t¨ªtere con cabeza, ya fueran famosos o su propio p¨²blico: "40 millones de jud¨ªos en este pa¨ªs, y tengo a cuatro nazis sentados a esperar la protesta", dice The New York Times que grit¨® al ver a varios alemanes en su espect¨¢culo. Su estilo, maestro de humoristas, era inconfundible: nunca parec¨ªa querer estar ah¨ª. En escena, ten¨ªa hasta su propia canci¨®n de apertura, una que parec¨ªa salida de una plaza de toros. ?l, claro, era el toro. Aunque su agresividad era en realidad una pose. Cada vez que sub¨ªa al escenario se transformaba, pero era su mote en Hollywood, usado en el documental de 2007 dirigido por John Landis (por el que gan¨® un Emmy), el que mejor lo describ¨ªa. Para sus amigos era?Mr Warmth, se?or amabilidad.?

As¨ª lo demostr¨® su ¨²ltimo mensaje en Twitter, el pasado marzo, con el que hac¨ªa a sus seguidores una nueva declaraci¨®n de amor a su esposa B¨¢rbara, con la que celebraba su 52? aniversario. Rickles, que no dej¨® hasta los 38 a?os la casa de su madre, decidi¨® que hab¨ªa dos cosas que nunca abandonar¨ªa: su mujer y el humor. En diciembre todav¨ªa segu¨ªa pase¨¢ndose por los late-night (apareci¨® como invitado de Jimmy Kimmel con su amigo John Stamos), recitaba mon¨®logos y celebr¨® junto al legendario Kirk Douglas su centenario.