La ¡®Comancher¨ªa¡¯ del asilo

Alg¨²n d¨ªa alguien escribir¨¢ un interesante libro sobre el cine que cabalg¨® sobre dos ¨¦pocas importantes: los Estados Unidos de la era inmediatamente anterior a Donald Trump, y la inmediatamente posterior; las pel¨ªculas estrenadas con el magnate ya en la presidencia, pero perge?adas en gui¨®n, producci¨®n y algunas hasta en rodaje durante los ¨²ltimos d¨ªas de la presidencia de Barack Obama, protagonizadas por personajes con problem¨¢ticas que pod¨ªan presagiar el triunfo del actual presidente del pa¨ªs, aunque luego su victoria fuese una sorpresa para los analistas pol¨ªticos. Gente cabreada, convencida de que no se le daban soluciones, que confi¨® en las (oscuras) promesas de un vendedor de motos profesional. Pel¨ªculas soberbias, como Comancher¨ªa. Y pel¨ªculas de usar y tirar, aunque con cierta gracia, como la presente Un golpe con estilo, con el valor de radiografiar, aunque de un modo superficial, el estado econ¨®mico, social y moral de una parte del pa¨ªs.

Se podr¨¢ decir que algunos de los contratiempos que acucian a los protagonistas de Un golpe con estilo, tres amigos jubilados que han trabajado toda su vida para una misma empresa, y que ahora pasan sus postreros d¨ªas entre la petanca y la conversaci¨®n junto a las tortitas y el caf¨¦, ten¨ªa m¨¢s pinta de resolverlos Hillary Clinton que Trump, sobre todo los sanitarios. Sin embargo, en lo dem¨¢s, sus recelos y obst¨¢culos huelen a las razones para la victoria de Trump: la deslocalizaci¨®n de su antigua empresa en un pa¨ªs del segundo mundo; la consiguiente duda con sus pensiones ("cero actividad en EE UU; cero tributo en EE UU"); la amenaza de desahucio; la falta de confianza en los pol¨ªticos; la dictadura de los bancos. De modo que tras un primer acto de cr¨ªtica social, quiz¨¢ liviana y simp¨¢tica, pero tambi¨¦n certera y clarividente, la pel¨ªcula deriva hacia el subg¨¦nero de la comedia geri¨¢trica de robos: tres ancianos planeando y ejecutando un atraco contra la sucursal bancaria que los estafa. Un golpe con estilo, o la Comancher¨ªa del asilo.

Y ah¨ª, entre el gui¨®n de cine popular de Theodore Melfi, el escritor de la reciente Figuras ocultas, la puesta en escena de Zach Braff, olvidadas ya las veleidades juveniles de Algo en com¨²n, y, sobre todo, la portentosa presencia de su tr¨ªo protagonista, Caine, Freeman y Arkin, la pel¨ªcula se ve con soltura y simpat¨ªa. Quiz¨¢ con demasiado az¨²car, pero tambi¨¦n con una cierta retranca.