Morante, malos augurios
Solo el conformismo extremo del p¨²blico justific¨® una corrida inv¨¢lida y aborregada
HERMANOS GARC¨ªA JIM?NEZ / MORANTE, PERERA, JIM?NEZ
Toros de Hnos. Garc¨ªa Jim¨¦nez-Pe?a de Francia, correctos de presentaci¨®n, astifinos, muy blandos, descastados y nobles.
Morante de la Puebla: estocada (ovaci¨®n); pinchazo, media estocada -aviso- y un descabello (ovaci¨®n).
Miguel ?ngel Perera: estocada (ovaci¨®n); estocada -aviso- (ovaci¨®n).
Javier Jim¨¦nez: -aviso- pinchazo y estocada (ovaci¨®n); media, un descabello -aviso- y un descabello (silencio).
Plaza de La Maestranza. Novena corrida de abono. 2 de mayo. Tres cuartos de entrada.
Varias notas preliminares.
Una. La plaza de la Maestranza solo se cubri¨® en tres cuartos de su aforo. ?Un martes de Feria de Abril y con Morante en el cartel! Que este torero, tocado por el dedo de la magia y con el reconocimiento pr¨¢cticamente un¨¢nime de los espectadores, no cuelgue el "No hay billetes" es un mal s¨ªntoma. Y en este caso no se puede culpar ni a los animalistas ni a los antitaurinos. Un motivo para la reflexi¨®n. Los toros son caros, es verdad, pero tambi¨¦n es amplio el cansancio y el des¨¢nimo.
Dos. La corrida de toros enviada por los hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez inclu¨ªa algunos datos de inter¨¦s. El lote de Morante, primero y cuarto, cumpl¨ªa los cuatro a?os en mayo. Como la norma no obliga al ganadero a comunicar el d¨ªa del nacimiento, sino el mes, bien pudieron ser lidiados antes de cumplir los cuatro a?os de edad real. Pero es que hab¨ªa otros dos, tercero y quinto, que accedieron a la mayor¨ªa de edad en abril. Y el segundo toro, el abuelo de la tropa, sali¨® al ruedo con cinco a?os y medio. Pero, ?no hab¨ªamos quedado en que una corrida de toros en la Maestranza debe ser pareja de hechuras, edad y kilos? ?Ten¨ªan toros o no ten¨ªan toros los hermanos Garc¨ªa Jim¨¦nez para Sevilla cuando los compr¨® el empresario all¨¢ por el oto?o de 2016? A la vista est¨¢ que no; y si los ten¨ªa, por los pelos. Otro mal s¨ªntoma.
Por cierto, ?qu¨¦ llev¨® al empresario a comprar toros de esta ganader¨ªa? ?Lo har¨ªa por precio? ?Acaso por imposici¨®n de los toreros? Lo que parece claro es que no lo hizo pensando en el inter¨¦s de sus clientes. Y algo m¨¢s: ?es lo mismo un toro con cuatro a?os reci¨¦n cumplidos, o a punto de cumplirlos, que otro hecho y derecho? Pues, no. Como no es lo mismo, salvando las l¨®gicas distancias, un chaval con 18 a?os que un hombre con 30. Pues eso.
Y tres. Solo la ilimitada generosidad y el conformismo extremo de un p¨²blico perdido irremediablemente para la afici¨®n justificaron un festejo que naufrag¨® de principio a fin a causa de unos toros inv¨¢lidos y de aborregado comportamiento.
En fin, que no hubo toros ni toreo, a pesar de que la banda de m¨²sica -otra identidad perdida- hiciera creer lo contrario. No hubo toros, aunque lucieron astifinas defensas, porque carecieron todos ellos de la fortaleza necesaria; y lo que es peor, sus esqueletos no encerraron m¨¢s que carne y v¨ªsceras y no el misterio de la casta y la bravura. Muy descastados todos, agotados, tullidos y muy nobles; eso s¨ª, bondadosos hasta el almibaramienro, pero inservibles para la lidia.
Lo intent¨® Morante ante su inv¨¢lido primero (un par de ver¨®nicas garbosas) y no pudo pasar de buenas intenciones. Y se le cant¨® en exceso su disposici¨®n e insistencia ante el cuarto, ante en el que dibuj¨® un par de naturales largos (tach¨ªn, tach¨ªn, la banda, y la gente loca), un molinete y un derechazo garboso. Y todo, ante un muermo. (Si mata a la primera, pasea la oreja. As¨ª est¨¢ la fiesta).
Insisti¨® tambi¨¦n Perera ante su primero (el abuelo de la tropa), un manso huidizo que no quer¨ªa pelea. Le rob¨® muletazos sin m¨¢s inter¨¦s que impedir que alcanzara la puerta de toriles. Y tampoco tuvo suerte con el quinto, otra prenda tullida. Felizmente, se luci¨® con el capote.
Y queda el m¨¢s joven, Javier Jim¨¦nez, que se encontr¨® colgado en un cartel de lujo con toros de mentira. Tiene madera de torero este muchacho. Es patente su evoluci¨®n en la t¨¦cnica y la hondura. No tuvo oponente en su primero, noble, blando y descastado. Estuvo muy encima del se?or de negro, y se permiti¨® el lujo de trazar muletazos largos, con gusto y torer¨ªa, pero carentes de la necesaria emoci¨®n. Alarg¨® la faena en demas¨ªa y pinch¨® antes de cobrar una estocada. De lo contrario, otra oreja que se corta. Y el sexto, inservible. Ya sabe Javier Jim¨¦nez con qu¨¦ ganader¨ªa no debe volver a anunciarse. Pero, claro, si est¨¢ Morante, qui¨¦n desaprovecha esa perita en dulce¡
La corrida de hoy
Toros de Jandilla-Vegahermosa, para Juan Jos¨¦ Padilla, El Fandi y Manuel Escribano.
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